Qué significa el giro estratégico de Trump ante la guerra en Ucrania

La Casa Blanca endurece su postura con nuevas sanciones económicas y un paquete de armas avanzadas para Kiev, buscando presionar a Moscú para negociar en un plazo de 50 días

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FOTO DE ARCHIVO: El presidente
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en a una reunión en la cumbre de la OTAN en La Haya el pasado 25 de junio de 2025 (Reuters)

La Casa Blanca se convirtió este lunes en el epicentro de una nueva estrategia internacional: Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció un giro radical en la política hacia la guerra en Ucrania, advirtiendo que impondrá aranceles severos a Rusia si no se alcanza la paz en un plazo de 50 días y prometiendo un paquete de armas avanzadas para Ucrania a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Según una columna de opinión de David Ignatius para The Washington Post, la iniciativa de Trump busca forzar a Moscú a negociar, en un contexto de intensificación de los ataques rusos y crecientes presiones dentro de la administración estadounidense.

El anuncio de Trump marca un cambio significativo en la postura de Estados Unidos respecto al conflicto en Ucrania, advierte el autor. El presidente estadounidense amenazó con la imposición de "aranceles severos" contra Rusia si el gobierno de Vladimir Putin no accede a negociar la paz en un plazo de 50 días. Además, Trump se comprometió a suministrar a Ucrania un paquete de armas avanzadas, que incluye misiles Patriot, sistemas de defensa aérea y artillería, a través de la venta a países miembros de la OTAN, quienes a su vez transferirían el material bélico a Kiev.

De acuerdo con Ignatius, el valor total de este paquete militar asciende a 10.000 millones de dólares. Este apoyo busca proporcionar a Ucrania y a su población un respiro ante la ofensiva rusa, que en días recientes ha lanzado más de 700 misiles y drones en ataques diarios, según el mismo medio.

Donald Trump se reúne con
Donald Trump se reúne con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, donde el presidente Trump anuncia un acuerdo para enviar armas estadounidenses a Ucrania a través de la OTAN, en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, D.C. (Reuters)

El paquete de ayuda militar podría incluir, además, la autorización para que Ucrania utilice los 18 misiles ATACMS de largo alcance que ya posee, con su alcance máximo de 300 kilómetros (aproximadamente 190 millas). Esta capacidad permitiría a las fuerzas ucranianas atacar bases militares, aeródromos y depósitos de suministros en territorio ruso que hasta ahora permanecían fuera de su alcance. La fuente consultada por The Washington Post indicó que el paquete podría contemplar la entrega de más misiles ATACMS en el futuro.

En las discusiones más recientes, celebradas hasta el viernes anterior al anuncio, también se consideró la posibilidad de enviar misiles de crucero Tomahawk, los mismos que Estados Unidos utilizó contra objetivos iraníes el mes pasado. Estos misiles, si se lanzaran desde Ucrania, tendrían la capacidad de alcanzar Moscú y San Petersburgo. Sin embargo, por el momento, los Tomahawk han quedado fuera de la lista de entrega, aunque podrían ser incorporados más adelante si la administración Trump decide aumentar la presión sobre Rusia.

La determinación de Trump de endurecer su postura frente a Rusia se reflejó en una conversación mantenida la semana pasada con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. Trump preguntó a Zelensky por qué no había atacado Moscú. La respuesta del mandatario ucraniano fue directa: “Podemos hacerlo si nos dan las armas”. Trump replicó que Ucrania debía ejercer más presión sobre Putin, no solo en Moscú, sino también en San Petersburgo, de acuerdo al autor.

Trump está jugando duro con Putin. Está enfadado”, señala Ignatius en su columna publicada hoy en The Washington Post.

El jefe de estado ruso,
El jefe de estado ruso, Vladimir Putin en Moscú, Rusia, este 14 de julio de 2025 (Reuters)

Durante una reunión en el Despacho Oval con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump expresó su frustración con el presidente ruso. “No quiero decir que es un asesino, pero es un tipo duro”, afirmó Trump. El mandatario estadounidense reconoció que, en un principio, pensó que sería sencillo convencer a Putin de poner fin a la guerra. “Sentí que teníamos un acuerdo como en cuatro ocasiones”, explicó. Sin embargo, Trump concluyó que la única manera de lograr la paz es aumentando significativamente el costo para Rusia de continuar el conflicto.

El debate sobre el suministro de armamento avanzado a Ucrania ha estado presente en el Pentágono durante meses. Funcionarios del Departamento de Defensa han abogado por permitir ataques más profundos en territorio ruso utilizando los misiles ATACMS. Cada vez que se ampliaba el alcance permitido para estos misiles, las fuerzas rusas trasladaban sus aviones y equipos más allá del radio de acción ucraniano, dificultando la efectividad de los ataques. Con la posible autorización para emplear los ATACMS a su máxima capacidad, esta estrategia de evasión por parte de Rusia se vería limitada.

La decisión de Trump de intensificar la presión sobre Rusia responde a tres motivos principales, según una fuente familiarizada con las discusiones en la Casa Blanca. En primer lugar, el presidente estadounidense percibió que Putin le estaba faltando al respeto, simulando disposición para negociar la paz mientras ignoraba los llamados de Washington a un alto el fuego. En segundo lugar, Trump observó la eficacia del poder militar estadounidense tras el uso de bombarderos B-2 y misiles Tomahawk contra Irán, lo que reforzó su convicción sobre la utilidad de la fuerza como elemento disuasorio. Finalmente, Trump concluyó que Putin solo accedería a negociar si se enfrentaba a una amenaza creíble de mayor fuerza militar.

Según The Washington Post, la estrategia de Trump se resume en el principio de "escalar para desescalar“, una táctica que busca aumentar la presión militar y económica sobre el adversario para forzar una negociación.

La nueva estrategia de la administración Trump abre un escenario de oportunidades y riesgos difíciles de prever. Si bien el aumento de la presión podría llevar a Rusia a la mesa de negociaciones -dice el autor-, también existe la posibilidad de una escalada mayor en el conflicto.

Durante la reunión en el Despacho Oval, Trump evitó responder a la pregunta sobre hasta dónde estaría dispuesto a llegar si Putin decidiera intensificar la confrontación. “No me hagas una pregunta como esa, ‘¿Hasta dónde?’ Solo quiero que la guerra se resuelva”, respondió el presidente estadounidense.