Guerrilleros de las milicias kurdas del PKK entregaron y quemaron sus armas en una ceremonia pública acordada con Turquía

El grupo que pugna por la independiencia del Kurdistán está en conflicto con Ankara, pero en mayo decidió disolverse, desarmarse y poner fin a sus combates tras el llamamiento de su líder Abdullah Ocalan

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Combatientes del PKK queman sus armas

Decenas de guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) iniciaron la entrega este viernes de sus armas en una ceremonia en el norte de Irak, lo que supone un primer paso, simbólico, pero significativo, hacia el fin de una insurgencia de décadas con Turquía.

El PKK, en conflicto con el Estado turco e ilegalizado desde 1984, decidió en mayo disolverse, desarmarse y poner fin a su lucha armada tras el llamamiento público de su líder Abdullah Ocalan, encarcelado desde hace tiempo.

Tras una serie de esfuerzos de paz fallidos, la nueva iniciativa podría allanar el camino para que Ankara ponga fin a una insurgencia que ha matado a más de 40.000 personas, lastrado la economía y provocado profundas divisiones sociales y políticas en Turquía y en la región en general.

Combatientes del PKK queman sus
Combatientes del PKK queman sus armas
Soldados del gobierno regional kurdo
Soldados del gobierno regional kurdo patrullan la zona antes de la ceremonia simbólica de desarme del grupo separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán como parte del proceso de paz con Turquía, el viernes 11 de julio de 2025, en el distrito de Sulaymaniyah, Irak. (AP Foto/Hadi Mizban)

Unos 40 milicianos del PKK y un comandante entregaron sus armas en la ceremonia celebrada en la ciudad de Solimania, en el norte de Irak, según personas familiarizadas con el plan. El PKK tiene su base en el norte de Irak, tras haber rebasado la frontera turca en los últimos años.

Las armas se destruyeron más tarde en otra ceremonia con personalidades de los servicios de inteligencia turcos e iraquíes, representantes del gobierno regional del Kurdistán iraquí y altos cargos del partido prokurdo turco DEM, que también desempeñó un papel clave para facilitar la decisión de desarme del PKK.

El PKK inicia en el
El PKK inicia en el norte de Irak una simbólica ceremonia de entrega de las armas

El PKK, DEM y Ocalan han pedido al Gobierno del presidente turco Tayyip Erdogan que atienda las demandas políticas kurdas. En un inusual vídeo publicado en internet el miércoles, Ocalan también instó al Parlamento turco a crear una comisión para supervisar el desarme y gestionar el proceso de paz en general.

Ankara ha dado pasos hacia la formación de la comisión, mientras que el DEM y Ocalan han dicho que se necesitan garantías legales y ciertos mecanismos para facilitar la transición del PKK a la política democrática.

Erdogan ha dicho que su Gobierno no permitiría ningún intento de sabotear el proceso de desarme y añadió que daría a la gente “buenas noticias históricas”.

Omer Celik, portavoz del Partido AK de Erdogan, dijo que el proceso de desarme no debía prolongarse más de unos meses para evitar que fuera objeto de provocaciones.

“Como muestra de buena voluntad y de nuestra determinación por el éxito práctico del proceso de paz y con el objetivo de continuar nuestra lucha por la libertad, la democracia y el socialismo mediante la política democrática y por vías legales, nos presentamos hoy aquí para destruir nuestras armas por voluntad propia”, señala el comunicado difundido a través de la agencia kurda ANF.

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Erdogan dice que Turquía acabará con "medio siglo de muro terrorista" tras el proceso de desarme del PKK

En la ceremonia participaron 30 miembros de la guerrilla, 15 hombres y 15 mujeres, entre ellas Bese Hozat, una de las máximas dirigentes del PKK, informa la citada agencia, proscrita en Turquía.

Tras la lectura del comunicado en turco y en kurdo, Hozat dijo que “sin duda hacen falta reformas legales profundas, para llevar a buen puerto esta iniciativa histórica”.

“Deben hacerse reformas legislativas y constitucionales para que este proceso llegue a buen fin. Para ello, ante vosotros como testigos, destruimos nuestra armas”, agregó.

Acto seguido, los delegados del PKK, en su tradicional uniforme de combate, se acercaron uno por uno a la caldera para arrojar su fusil de asalto y su cinturón de munición.

Finalmente colocaron unas teas encendidas y las armas prendieron fuego y ardieron, mientras se retiraban del lugar.

(Con información de Reuters y EFE)