Una nueva causa por financiación ilegal golpea al partido de Marine Le Pen

La justicia francesa investiga al magnate Pierre-Édouard Stérin por una donación millonaria al RN en 2020. El partido ultraderechista ya enfrenta otras causas por fraude con fondos públicos

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La líder de extrema derecha
La líder de extrema derecha francesa y miembro del parlamento Marine Le Pen (REUTERS/Tom Nicholson)

Una investigación judicial en Francia amenaza con complicar aún más el futuro político del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), liderado por Marine Le Pen. Según reveló este jueves el diario Le Monde, las autoridades abrieron en enero de 2021 una pesquisa preliminar en Marsella por presunta financiación ilegal del partido, centrada en una donación de 1,8 millones de euros que habría beneficiado campañas locales y regionales entre 2020 y 2021. En el centro del caso aparece el magnate Pierre-Édouard Stérin, fundador de Smartbox y de la plataforma The Fork, conocido por sus posturas ultraconservadoras y su proyecto de unificación de las derechas francesas.

Stérin compareció ante la justicia en junio de 2024 en calidad de “sospechoso libre”, lo que significa que no pesa por ahora una acusación formal en su contra. El empresario de 51 años vive desde hace más de una década en Bélgica, país al que se trasladó por razones fiscales en 2012. Su fortuna y su red de influencias han sido clave para impulsar a sectores de la derecha radical, no solo mediante aportes financieros sino también a través de una estructura paralela de formación política, medios de comunicación y fundaciones.

La donación investigada, de acuerdo con Le Monde, habría servido para costear campañas del RN en las elecciones municipales de 2020 en Marsella, Niza y Lyon, así como en las regionales de 2021 en Provenza-Alpes-Costa Azul, Normandía, Occitania y Centro-Valle del Loira. Los fiscales buscan determinar si estos fondos fueron entregados bajo la figura de préstamos camuflados, una maniobra que está prohibida por la legislación francesa sobre financiación política. En Francia, los préstamos a campañas solo pueden hacerse de forma excepcional y deben ser reembolsados por los candidatos.

Pierre-Édouard Stérin, magnate francés cercano
Pierre-Édouard Stérin, magnate francés cercano a RN

El escándalo se suma a otra investigación paralela sobre presunta financiación ilegal del RN entre 2021 y 2024, que llevó esta semana a un registro policial en la sede central del partido en París. La formación que lidera Le Pen rechazó las acusaciones y aseguró que se trata de una operación destinada a impedir su llegada al poder en las elecciones presidenciales de 2027. La hipótesis de un “cerco judicial” forma parte de una narrativa cada vez más frecuente en los discursos del RN, que se presenta como víctima del sistema político y mediático.

Además de las sospechas por las donaciones, los investigadores exploran si el partido emitió facturas infladas durante las campañas para obtener reembolsos excesivos por parte del Estado. Este mecanismo ya ha sido detectado en otros procesos judiciales en Francia, pero en este caso podría agravar la situación judicial del RN, que acumula múltiples causas abiertas.

En marzo pasado, un tribunal de París condenó a Marine Le Pen y a varios dirigentes del partido por el uso fraudulento de 4,2 millones de euros en fondos del Parlamento Europeo. La justicia determinó que el dinero destinado a asistentes parlamentarios fue desviado para financiar actividades internas del RN. Le Pen fue sentenciada a cuatro años de prisión, dos de ellos firmes, con la posibilidad de cumplirlos bajo arresto domiciliario y brazalete electrónico. También fue inhabilitada por cinco años para ejercer cargos públicos, lo que podría dejarla fuera de la carrera presidencial de 2027, salvo que triunfe en la apelación prevista para 2026.

FOTO DE ARCHIVO: Un cartel
FOTO DE ARCHIVO: Un cartel con los retratos de la líder de extrema derecha francesa y diputada Marine Le Pen, Jordan Bardella, presidente del partido político francés de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) y el líder del partido de extrema derecha español Vox, Santiago Abascal (REUTERS/Benoit Tessier/Foto de archivo)

Pierre-Édouard Stérin, por su parte, no es un actor menor en el ecosistema de la derecha radical francesa. Su plan, conocido como Proyecto Périclès, ha canalizado decenas de millones de euros hacia una constelación de estructuras conservadoras, incluidas escuelas privadas, medios digitales y plataformas de movilización social. En 2023, compró junto a aliados la antigua residencia de los Le Pen en Rueil-Malmaison, lo que consolidó sus vínculos con la cúpula del partido.

El caso puso en tensión la narrativa del RN como fuerza antiestablishment, al revelar los vínculos estrechos entre su estrategia electoral y el respaldo económico de sectores privilegiados. En un reportaje reciente, Bloomberg describió a Stérin como uno de los principales financiadores de la nueva ultraderecha europea, con aspiraciones no solo políticas sino también espirituales: “Quiere ser santo”, tituló el artículo. El magnate, ferviente católico, ha declarado que busca “recristianizar Francia” y reconstruir su moral tradicional.

Además de las causas abiertas en territorio francés, el RN enfrenta otra investigación en curso en el Parlamento Europeo por posibles irregularidades en el uso de fondos públicos. La Eurocámara examina si otros partidos de extrema derecha incurrieron en maniobras similares.

La confluencia de estas investigaciones marca un momento de alta tensión para el partido de Marine Le Pen, que en las elecciones legislativas anticipadas de julio logró una importante victoria en la primera vuelta, pero fue frenado en la segunda gracias a un cordón sanitario impulsado por la izquierda y el centro. A medida que se acerca el próximo ciclo electoral, el RN se ve forzado a encarar no solo una estrategia política, sino una defensa legal cada vez más compleja.