El papa León XIV expresó sus condolencias a las familias de las víctimas de la trágica inundación en Texas

El papa León XIV, nacido en Chicago, dirigió su su oración a las víctimas de las devastadoras inundaciones que han azotado el centro-sur de Texas, dejando un saldo provisional de al menos 52 fallecidos y una cifra aún indeterminada de desaparecidos, muchos de ellos niñas y adolescentes que participaban en un campamento de verano junto al río Guadalupe.

“Quiero expresar mis más sinceras condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos, en particular a sus hijas, que se encontraban en un campamento de verano en el desastre causado por la inundación del río Guadalupe en Texas. Rezamos por ellas”, declaró el pontífice norteamericano este domingo, tras el rezo del Ángelus, en un mensaje que resonó entre las miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro.

La tragedia se desató el viernes, cuando lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento súbito del río Guadalupe.

Según informaron las autoridades locales, en apenas una hora cayeron casi 300 milímetros de lluvia —el equivalente a un tercio de la precipitación media anual de la región—, lo que hizo que el caudal del río aumentara ocho metros en tan solo 45 minutos.

Este fenómeno extremo sorprendió a residentes y visitantes, muchos de los cuales se encontraban en la zona para celebrar las festividades del 4 de julio.

Los equipos de rescate trabajaron sin descanso durante la noche, intentando localizar a 27 niñas y adolescentes desaparecidas del campamento de verano, arrasado por la crecida repentina del río.

La búsqueda se extendió a lo largo de la ribera y en las áreas boscosas adyacentes, donde las aguas arrastraron vehículos, tiendas de campaña y pertenencias personales.

Las autoridades del condado de Kerr, al este de la ciudad de San Antonio, confirmaron que la cifra de víctimas mortales ascendió a 52 durante la jornada del sábado, aunque advirtieron que el número de desaparecidos podría ser mayor debido a la presencia de numerosos visitantes foráneos en la región.

“Las autoridades locales no quisieron precisar una cifra exacta de desaparecidos debido al gran número de personas de fuera de la región que estaban visitando y acampando en la zona con motivo de las festividades del 4 de julio”, detalló la agencia EFE, subrayando la dificultad de establecer un balance definitivo en medio del caos y la confusión que siguieron al desastre.

La magnitud de la catástrofe ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y ha generado una ola de solidaridad en todo el país.

El Papa, profundamente conmovido por la tragedia, reiteró su cercanía espiritual con las familias afectadas. “Rezamos por ellas”, insistió el pontífice al término del rezo dominical del Ángelus, en un emotivo mensaje en inglés que fue recibido con recogimiento por los fieles presentes en la plaza y retransmitido a millones de personas en todo el mundo.

La referencia explícita a las niñas desaparecidas en el campamento de verano subrayó la dimensión humana de la tragedia y el dolor particular de quienes han perdido a sus hijos en circunstancias tan dramáticas.