Una supuesta caricatura de Mahoma desató la ira de Erdogan, violencia y amenazas en Estambul: “No se olviden de Charlie Hebdo”

El presidente turco ordenó confiscar todos los ejemplares de la publicación satírica LeMan y detener a su personal. La revista niega que el dibujo tenga relación con el profeta

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“Es una clara provocación disfrazada
“Es una clara provocación disfrazada de humor, una vil provocación”, dijo Erdogan sobre la caricatura.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan arremetió el martes contra una revista satírica de oposición acusada de publicar una caricatura del profeta Mahoma, calificando el dibujo como “una vil provocación” y un “delito de odio”, mientras protestas violentas estallaron en las calles de Estambul.

Erdogan informó que las autoridades secuestraron todos los ejemplares del número controvertido de la revista semanal LeMan y que están tomando medidas legales contra la publicación, pocas horas después de que la policía detuviera a cuatro de sus directivos y se emitieran órdenes de detención contra varias personas más.

“Es una clara provocación disfrazada de humor, una vil provocación”, denunció Erdogan durante declaraciones públicas. “Quienes sean insolentes con nuestro profeta y otros profetas rendirán cuentas ante la ley”, agregó el mandatario.

La controversia comenzó el lunes por la noche cuando la fiscalía principal de Estambul ordenó la detención del personal de LeMan, alegando que había publicado una caricatura que “insultaba públicamente los valores religiosos”. Sin embargo, la revista niega categóricamente las acusaciones.

“Este dibujo no tiene nada que ver con el profeta Mahoma”, declaró a la agencia AFP el editor jefe de LeMan, Tuncay Akgun, hablando desde París. Akgun afirmó que la imagen había sido “deliberadamente malinterpretada para causar provocación” y describió la orden de detención como “una provocación sistemática y un ataque” contra la revista satírica de décadas de antigüedad.

Una copia del dibujo controvertido que circula en redes sociales muestra a dos personajes con alas flotando en el cielo sobre una ciudad bombardeada. En el dibujo, uno dice “Salam aleikum [“Hola” o “qué la paz sea contigo” en árabe], soy Mahoma” mientras estrecha la mano del otro, quien responde “Aleikum salam, soy Moisés”.

La caricatura que desató las
La caricatura que desató las protestas de los islamistas radicales en Turquía

El líder de la oposición, Ozgur Ozel, defendió a la revista después de examinar la imagen. “Veo un ángel que murió en un bombardeo en Gaza, con halo y alas, que se encuentra con otro ángel también muerto por una bomba”, explicó Ozel. “Mahoma es un profeta, no un ángel. No permitiré ninguna falta de respeto al profeta Mahoma, pero no me quedaré callado ante un linchamiento social basado en una falta de respeto inexistente”.

Akgun explicó desde París que “en esta obra, el nombre de un musulmán que fue asesinado en los bombardeos de Israel se ficcionaliza como Mohammed” y enfatizó que “esta caricatura no es una caricatura del profeta Mahoma de ninguna manera”.

“No olviden Charlie Hebdo”

Los manifestantes gritan consignas durante
Los manifestantes gritan consignas durante una protesta contra una caricatura publicada en la revista satírica turca Leman. (REUTERS/Dilara Senkaya)

Las acusaciones provocaron protestas violentas en Estambul que se extendieron desde el lunes por la noche hasta el martes. Cerca de 400 manifestantes islamistas radicales intentaron asaltar un bar frecuentado por el personal de la revista el lunes, mientras gritaban consignas como “Abajo el secularismo, larga vida a la sharia” y “Yihad, yihad, martirio”.

La policía respondió con gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes. El martes, un grupo llamado Plataforma de Solidaridad Islámica convocó otra protesta, lo que llevó a las autoridades a cerrar la plaza Taksim y la concurrida avenida comercial Istiklal.

Aproximadamente 300 manifestantes se congregaron el martes, gritando amenazas contra la revista y coreando “no olviden Charlie Hebdo”, en referencia al ataque de 2015 contra la revista parisina en el que pistoleros islamistas mataron a 12 personas después de que publicara caricaturas que satirizaban al profeta Mahoma.

Los manifstants gritaban consignas como
Los manifstants gritaban consignas como “Abajo el secularismo, larga vida a la sharia” y “Yihad, yihad, martirio”. (REUTERS/Dilara Senkaya)

El incidente pone de relieve las tensiones continuas en Turquía entre los valores seculares y los sectores religiosos conservadores, en un país donde la libertad de expresión y los derechos de los medios de comunicación han sido objeto de creciente escrutinio.

Durante la noche del lunes, el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, publicó imágenes del caricaturista, el diseñador gráfico de LeMan, su editor y otro miembro del personal siendo arrestados violentamente, lo que provocó críticas de grupos de derechos humanos turcos.

“Detener a caricaturistas y someterlos a maltratos bajo la acusación de ‘insultar valores religiosos’ por una caricatura es ilegal”, escribió en X el codirector de la organización de derechos MLSA, Veysel Ok. “Incluso si una imagen o declaración no violenta molesta, ofende o provoca a una gran parte de la sociedad, sigue estando protegida por la libertad de expresión”.

El representante en Turquía de Reporteros Sin Fronteras, Erol Onderoglu, condenó enérgicamente la violencia del lunes. “No hay justificación para tal violencia, que condenamos enérgicamente”, declaró a AFP, añadiendo que era “difícil de entender” por qué la policía no intervino antes y que “la seguridad de los caricaturistas debe tener prioridad”.

La activista y defensora de los derechos humanos turca Duygu Zeynep también salió en defensa de la revista, argumentando que no había “ninguna traza de islamofobia en la viñeta publicada en LeMan”.

“Como persona que durante años se ha comprometido con la libertad de religión, de creencia y el derecho de expresión, afirmo claramente: no hay ninguna traza de islamofobia en la viñeta”, declaró Zeynep en X. “Pero hay una tragedia más profunda, una dura contradicción: la brecha entre la religión que pretende representar la paz y las guerras libradas en nombre de la religión”.

La defensora de derechos humanos argumentó que en la caricatura “ninguna religión es insultada, ningún profeta es humillado, ni siquiera los musulmanes son atacados”. Según Zeynep, “en esta escena donde dos profetas son representados saludándose con el lenguaje de la paz, se cuestiona la insensatez de la guerra. Lo que se critica no es la religión; es la explotación de la religión”.