
El rey Carlos III abrirá este martes el Parlamento de Canadá con un discurso histórico, en medio de tensiones entre Ottawa y Donald Trump, quien ha sugerido en reiteradas ocasiones que Canadá debería ser anexado como el “estado 51” de Estados Unidos.
La visita del monarca, la primera desde su coronación y en pleno tratamiento contra el cáncer, fue organizada por invitación del primer ministro canadiense, Mark Carney, quien asumió el cargo tras las elecciones del 28 de abril. Carney ha dejado claro que aprovechará la presencia del jefe de Estado para enviar un mensaje firme sobre la soberanía de Canadá.
“Este honor histórico corresponde con la gravedad del momento”, declaró Carney. En la agenda oficial está previsto que el rey pronuncie el llamado “discurso del trono” en el Senado, que actualmente funciona en una antigua estación ferroviaria mientras se remodela el Parlamento. Aunque Carlos III leerá el discurso, el texto fue redactado por la oficina del primer ministro y expone las prioridades legislativas del nuevo gobierno.

La última vez que un monarca canadiense leyó este discurso en persona fue en 1977, cuando lo hizo la reina Isabel II. Antes, solo había ocurrido en 1957. Esta será la tercera vez en la historia del país que el soberano real lea el discurso del trono directamente.
“Incluso desde el punto de vista simbólico, es extraordinario”, señaló Félix Mathieu, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Quebec en Outaouais. “Más allá del contenido del discurso, lo que lo rodea es un mensaje claro para Donald Trump: Canadá no está solo en esta lucha”.
Durante su mandato, Trump ha desafiado los principios del comercio internacional, iniciando guerras arancelarias con aliados y adversarios, especialmente con Canadá. Su retórica sobre la anexión ha provocado reacciones de rechazo tanto en el ámbito político como en la opinión pública canadiense.

Carney, un tecnócrata sin experiencia política previa, centró toda su campaña electoral en presentar un plan para enfrentar a Trump y reducir la dependencia económica de Estados Unidos. Ha prometido la transformación económica más ambiciosa desde la Segunda Guerra Mundial.
Miles de personas acudieron el lunes a Ottawa para saludar al rey Carlos y a la reina Camila en su primer día de visita oficial. La jornada incluyó un recorrido por un mercado agrícola, presentaciones de música indígena, honores militares y reuniones privadas con líderes indígenas y con el propio Carney.
“El rey está aquí para decirle claramente a Trump que no estamos en venta”, afirmó Shrikant Mogulala, de 32 años, presente en la capital. Por su parte, el jubilado Dave Shaw, de 60, consideró que “es el momento perfecto para que esté aquí, dadas las circunstancias geopolíticas”.

Este martes, los monarcas serán escoltados en carruaje por 28 caballos de la Policía Montada de Canadá hasta el Senado. La ceremonia incluirá una salva de 21 cañonazos, un desfile aéreo de cazas y la colocación de una ofrenda floral en el monumento a los caídos.
El contenido del discurso será observado con atención tanto por diplomáticos como por analistas internacionales. Aunque se espera que Carlos III mantenga su tradicional neutralidad política, cada frase será analizada por su posible mensaje implícito ante las amenazas de Trump.
(Con información de AFP)
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