Perros, gatos e incluso gallinas, erizos, burros y ovejas se alinearon pacientemente en las escalinatas de la barroca Iglesia de San Antón, donde sacerdotes católicos les otorgaron su bendición en el Día de San Antón, patrón de los animales.

Dentro de la iglesia “San Antón”, ubicada en la calle Hortaleza, se llevó a cabo una misa y las mascotas también escucharon las eucaristías dedicadas a ellas. “Las mascotas son la felicidad de la casa”, afirmó el Ángel García, el cura, durante la ceremonia.

Como es costumbre en cada festividad de San Antón, una cola de personas y mascotas se formó a la salida de la iglesia para que sus mascotas sean bendecidas. Alguns dicen que es por salud, otros para sentir más conexión con ellos y compartir la religión.

Valentin Bravo, un sacerdote español, confesó: “Los animales, como los perros, dan mucha compañía a las personas, sobre todo a las que están solas. Son muy leales, así que se merecen esta bendición, por supuesto”.

La bendición de los animales no solo brindó protección y buena salud para el próximo año, sino también un momento de alegría y gratitud compartido entre las mascotas y sus dueños.

San Antonio Abad es el patrón de los animales y es recordado cada 17 de enero. Nació en el siglo III en Egipto, se retiró al desierto para llevar una vida ascética.

Según la tradición, San Antonio fue tentado por demonios en diversas formas, pero resistió con valentía y fe. Durante estas tentaciones, se dice que los animales del desierto, como los leones y los lobos, se acercaron a él pacíficamente y lo acompañaron. A su vez, también se dice que se dedicaba a cuidar a los animales y tenía el milagro de poder curar a aquellos que estaban enfermos.

Como resultado, San Antonio Abad se convirtió en el patrón de los animales domésticos. Es común que en la festividad de San Antón los fieles lleven a sus animales domésticos, como perros, gatos, aves y otros, a la iglesia para recibir la bendición. Se realiza una ceremonia especial en la que el clero bendice