
Todas las civilizaciones del mundo que han tenido lugar a lo largo de la historia comparten características en común; una de ellas es la celebración del año nuevo. Sin embargo, no para todas llega (o llegó) el mismo día del calendario.
Y es que, en realidad, pese a que en la actualidad el mundo occidental comparte el calendario gregoriano (de origen romano), cada pueblo logró desarrollar su propio sistema para contar el tiempo con base en la observación de los astros; ejemplo de ello es el calendario lunisolar chino, o el calendario solar mexica.
Por ello, el año nuevo en China se celebra entre el 20 de enero y el 21 de febrero (en relación al almanaque gregoriano), mientras que en la antigua Tenochtitlan dicha celebración caía cada 12 de marzo, de acuerdo con la Instituto Nacional de la Pueblos Indígenas (INPI).

Sin embargo, en la actualidad no hay información precisa o comprobable sobre el cómo se celebraba la llegada de un nuevo año para los mexicas, pues a la llegada de los españoles, diversos elementos culturales, tradiciones y costumbres fueron eliminadas, sustituidas o recombinadas.
Gracias a los que escritos que se tienen actualmente (obra de frailes misioneros), hoy en día se sabe que los también llamados aztecas medían el tiempo con la Piedra del Sol, con la cual se dividía un año en 18 meses de 20 días, mientras que para completar los 365 días se agregaba un mes corto de 5 días.
De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de la cosas de la Nueva España, el año nuevo mexica se celebraba el 2 de febrero, aunque otros cronistas consideraron que pudo ser el 12, 13 o 23 de febrero o el 11, 12 o 13 de marzo.
No obstante, el 12 de marzo ha sido tomado como la fecha correcta por las comunidades nahuas que en la actualidad siguen la tradición mexica.

En cuanto al cómo se celebraba, dicho festejo no debe ser confundido con la Ceremonia del Fuego Nuevo, la cual llegaba cada 52 años, justo el día en que coincidían el tonalpohualli (calendario de 20 trecenas que sumaba 260 días) y el almanaque de 365 días.
Cada año nuevo se dedicaba una ofrenda al dios Xiuhtecuhtli, también conocido como el dios viejo, Huehuetéotl, el señor del fuego, señor del año. “Este dios del fuego llamado Xiuhtecuhtli tiene también otros dos nombres, el uno es Ixcozauhqui, que quiere decir “cariamarillo”; y el otro es Cuezaltzin, que quiere decir “llama de fuego”, escribió Bernardino de Sahagún.
En dicha celebración participaba toda la comunidad. Según algunos cronistas, al fin de cada ciclo anual se acostumbraba a limpiar las casas y limpiar los cuerpos; también se cocinaban platillos especiales y los jóvenes salían de caza para entregar sus recompensas a los sacerdotes, quienes lo ofrendaban al dios del fuego. A los más pequeños se les estiraban para ser más grandes, se les perforaban las orejas y se les daba pulque en una especie de “bautizo”.

Cada celebración se hacía más grande año con año hasta llegar a la gran Ceremonia del Fuego, la cual era la fiesta más grande del siglo. Dicho evento tenía lugar en el cerro de la Estrella, en Iztapalapa. Ahí, los sacerdotes ofrecían diversos tributos a Huehuetéotl: esclavos, animales de caza, esculturas, entre otras.
SEGUIR LEYENDO:
Más Noticias
La mujer que dobló al sistema y llevó el feminicidio a la SCJN para hacer justicia por su hija, que no se suicidó
La incansable lucha de Irinea Buendía hizo que las autoridades judiciales reconocieran la negligencia del caso de su hija Mariana Lima, pero además la gravedad del problema y las omisiones de las autoridades

David Alfaro Siqueiros en la prisión de Lecumberri: vida y obra del muralista en el “Palacio Negro”
El artista fue detenido acusado de disolución social y del intento de asesinato de Trotski. Esta es la historia poco conocida de su etapa como interno en una de las prisiones más duras en la historia

Qué es la meningitis, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla
En algunos casos, esta enfermedad mejora sin tratamiento en algunas semanas, pero en otros pueden poner en riesgo la vida y requerir tratamiento con antibióticos de emergencia

Hermila Galindo: sufragista mexicana, activista feminista y primera candidata a diputada federal
La histórica activista feminista fue clave en la reforma al artículo 34 de la Constitución que permitió a las mujeres votar y ser votadas
