
Antes de la llegada de los españoles a la gran ciudad de Tenochtitlan, la sociedad mexica estaba perfectamente organizada. Había desde personas que conformaban la sociedad común, hasta los nobles, que eran gobernantes, sacerdotes y algunas otras personas.
Desde su fundación, hasta su caída, había tlatoanis que lideraban a la sociedad. El primer tlatoani de la gran Tenochtitlan fue Acamapichtli, y el último fue Cuauhtémoc. También destacan otros nombres como Moctezuma, que fue quien recibió a Hernán Cortés y sus hombres, o Cuitláhuac, quien lideraba al pueblo mexica cuando ganaron la batalla conocida como La noche triste a los españoles.
Sin embargo, hubo algunos otros tlatoanis que destacaron por diversas cosas. En total, en Tenochtitlan, hubo 11 tlatoanis, desde su fundación en 1325, hasta su caída en 1521.
Tízoc fue uno de los tlatoanis de Tenochtitlan. Su nombre quiere decir “el que hace sacrificio”, aunque también puede interpretarse como “el que hace penitencia” o “el que sangra”. Comúnmente es representado con una pierna que muestra cicatrices, aunque también se le encuentra como una piedra atravesada por una púa de maguey o un hueso. No se tiene registro de su fecha de nacimiento. Fue nieto de Moctezuma I, o Moctezuma Ilhuicamina, pues su madre era hija de ese tlatoani, y su padre, Tezozómoc, era hijo de Itzcóatl, el cuarto gobernante mexica. También era hermano de Axayácatl, su antecesor, y de Ahuízotl, quien lo reemplazó en el trono tras su muerte.

A pesar de haber recibido de su antecesor un imperio pujante y en plena expansión, Tízoc es considerado el menos eficaz de los tlatoque mexicas en cuanto a éxitos militares se refiere. No solo realizó pocas y limitadas campañas, sino que sufrió derrotas inconcebibles en épocas previas. Fue tanto el descontento con la pobreza de los resultados, que su reinado resultó el más corto de los señores anteriores a la llegada de Cortés, con una duración de únicamente cinco años.
Según algunas versiones, tras la muerte de su hermano Axayácatl, el trono de Tenochtitlan fue ofrecido a Tlacaélel, pero este lo rechazó. Que eso haya pasado es poco probable, pues su influencia había decaído un tanto desde el reinado de Axayácatl, y era muy viejo para el momento de la elección del nuevo tlatoani. Tízoc, que como algunos de sus antecesores, había ostentado el cargo de Tlacochcálcatl bajo el mando del rey fallecido, parecía una mejor opción por su ascendencia, ya que era hermano mayor de Axayácatl, y por su experiencia en asuntos militares.
Tízoc emprendió una campaña inaugural en la región de Itzmiquilpan y Metztitlan, cuyo propósito principal era la captura de enemigos que se sacrificarían durante la ceremonia de investidura. La elección del objetivo no fue la adecuada; esos pueblos gozaban de una posición que no obstante su inferioridad, les permitía resistir adecuadamente, y al final de cuentas, aunque los mexicas proclamaron su victoria, perdieron 300 guerreros y regresaron con 40 prisioneros a Tenochtitlan.
Dos años después de su coronación, Tízoc emprendió una campaña hacia la costa del Golfo para someter a pueblos que se habían rebelado, una situación que se repetiría, pues los tributarios buscaban sacar ventaja de la aparentemente escasa capacidad militar de Tízoc.

En contraparte a sus escasos blasones militares, Tízoc introdujo algunas reglas respecto a la obtención de méritos; por ejemplo, en adelante sólo recibirían la máxima insignia guerrera quien capturara a un soldado de Huexotzingo, famosos por su destreza. En realidad era una manera de controlar el creciente aumento de guerreros que ascendían en la escala social merced a sus méritos en batalla.
Claramente, la política de Tízoc, dirigida más a someter rebeliones que a acrecentar el poderío mexica, causó el descontento de la nobleza de Tenochtitlan. El gobernante murió antes de sobrepasar los cinco años de su reinado, con mucha probabilidad a manos de su propia corte, cuyos miembros lo habrían envenenado. Algunas fuentes, señalan que su hermano y sucesor, Ahuízotl, quien fue padre de Cuauhtémoc, fue el instigador del complot que lo llevó a la muerte por envenenamiento.
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