Mónica Garza denunció agresiones contra su padre e hijo tras burlarse de “La Joven de Amajac”

El pasado 12 de octubre, Día de la Nación Pluricultural, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dio a conocer que “La joven de Amajac” será la escultura que sustituirá la estatua de Colón en Paseo de la Reforma, luego de la polémica surgida días antes, cuando se anunció que “Tlali” sería el monumento que sería colocado.

Tras el anuncio de la mandataria capitalina, varias fueron las personas que no estuvieron conformes con la sustitución de la imagen de Colón, pues, a su parecer, también representaba parte de la historia de México, aunque haya sido el inicio de un proceso de conquista e imposición de ideales europeos.

Una de las voces que mostró su descontento fue la periodista Mónica Garza, quien desde su cuenta de Twitter dio a conocer la noticia, aunque agregó una burla en la que se “disculpó” con los visitantes extranjeros que la vean durante su estancia en la CDMX.

“‘La Joven de Amajac’ es la estatua que reemplazará a la de Cristóbal Colón en el espacio que ocupaba en Paseo de la Reforma. (De antemano una disculpa a las visitas)”, escribió al mediodía del 12 de octubre.

Este comentario fue recriminado por usuarios de redes sociales, los cuales cuestionaron su “disculpa” y la comenzaron a criticar. Algunos la llamaron “ignorante”; otros comenzaron a compartir información sobre el origen de la escultura elegida; mientras que un sector diferente “pidió disculpas” por el tuit de la comunicadora.

No obstante, este jueves realizó una denuncia pública desde su perfil en la que, dijo, su padre e hijo fueron agredidos después de publicar su polémico comentario.

“A todas las personas a quienes molestó mi comentario en esta red sobre la escultura de la ‘Mujer de Amajac’, me voy a permitir puntualizar algunas cosas, y lo hago por agresiones que aquí ya alcanzaron a mi padre y a mi hija, lo cual es injusto”.

De acuerdo con su hilo, desde el pasado martes leyó todos los comentarios de las personas “incluso aquellos innecesariamente violentos”, los cuales, indicó, está dispuesta a recibir, aunque pidió que no se involucren con su familia.

Posteriormente mencionó que el arte prehispánico “no tiene que ser del gusto de todos”, por lo cual dio su opinión en Twitter. Su comentario, aseveró, estuvo centrado únicamente en la “estética” de la estatua “que libremente a cualquiera le puede gustar o no y expresarlo”.

También le respondió a aquellas personas que catalogaron su tuit como discriminatorio, pues “nada tiene que ver con una postura ni racista ni clasista. Eso es la interpretación de algunos. No la realidad”, ya que su “ironía” pudo resultar estridente para cierto sector de la población.

Asimismo, señaló que durante sus años de trabajo periodístico ha trabajado “en favor de la agenda de derechos humanos”, trabajos que pueden ser consultados en los distintos espacios donde ha publicado o transmitido programas.

“Le he dado voz muchas veces, a aquellos que difícilmente encuentran espacios donde amplificar sus mensajes o denuncias. Y lo seguiré haciendo”, escribió para justificar su molestia.

Finalmente resaltó que nunca ha utilizado su cuenta de Twitter para faltarle el respeto a alguien, sólo para “informar, cuestionar y opinar” por que, dijo, es su trabajo y derecho, por lo cual no dejará de hacerlo a pesar de las críticas.

“Seguiré recibiendo con atención todos sus comentarios, pero no las agresiones, y menos aquellas posiblemente ‘programadas’ por alguien más. Agradezco mucho su lectura a este hilo. Muy buenas noches”, sentenció la periodista.

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