Recuperando el pulmón natural de Lima: así avanza el plan científico para salvar las Lomas de Mangomarca

Con el liderazgo del doctor Vladimir Camel, docente de la Universidad César Vallejo, un equipo busca restaurar las Lomas de Mangomarca, un ecosistema clave para Lima que enfrenta el impacto de la degradación ambiental y la pérdida de biodiversidad

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El Dr. Vladimir Camel, docente
El Dr. Vladimir Camel, docente Renacyt-UCV, lidera el plan científico de la UCV para salvar las Lomas de Mangomarca. Foto: Infobae Perú

Las lomas costeras forman parte de un ecosistema único en el mundo, presente en el desierto costero del Perú y el norte de Chile. Su importancia no solo radica en su biodiversidad, sino en los servicios ambientales que ofrecen al área metropolitana de Lima, donde actúan como verdaderos pulmones verdes al captar dióxido de carbono y contribuir a depurar la atmósfera. Sin embargo, este hábitat se encuentra hoy amenazado por el avance de la ocupación humana y la alteración de sus frágiles equilibrios.

Según advierte el doctor Vladimir Camel, docente de la Universidad César Vallejo y líder del Grupo de Investigación en Ecofisiología Vegetal y Restauración de Ecosistemas Degradados, el problema se agrava año tras año. “Las lomas costeras son ecosistemas estacionales; aparecen durante los periodos de mayor humedad y desaparecen en los más secos. La presión del hombre al invadir para la construcción de casas y carreteras está dañando de manera directa estos hábitats únicos”, afirma Camel.

Lomas de Mangomarca: un ecosistema amenazado en Lima

Las Lomas de Mangomarca, ubicadas en el distrito de San Juan de Lurigancho, al este de Lima, son el área focal de este esfuerzo de recuperación realizado por el Centro de Difusión Científica y Cultural de la UCV. Se extienden en unas 523 hectáreas, colindando con zonas como Campoy y el río Rímac. De acuerdo con Camel, la degradación afecta especialmente a los bordes del ecosistema, donde han sido identificadas situaciones críticas: “Uno de los estudios que hemos reportado es más de 15.000 cactáceas del género Ageocereus que han muerto. Nuestros estudios ahora se centran en evaluar cuál fue la causa que indujo a la muerte en masa de estas cactáceas”, señala.

El equipo liderado por Camel ha realizado un inventario exhaustivo durante más de dos años para dimensionar la magnitud del daño. Se trata, en especial, de la especie Ageocereus acrantus, una cactácea endémica y vital para el ecosistema de las lomas, debido a su capacidad para almacenar agua y servir de fuente de alimento y refugio para numerosas especies, como murciélagos, marsupiales, insectos y aves. Sobre su importancia ecológica, Camel explica: “Las cactáceas son nativas de América, no se distribuyen en otras partes del mundo; almacenan agua y, en periodos de invierno, captan la humedad ambiental con sus espinas, trasladándola hacia la raíz gracias a pequeños surcos en sus bordes. Además, sus flores y frutos son polinizados por murciélagos y alimentan a una variedad de animales”.

Recuperando el pulmón natural de Lima: así avanza el plan científico para salvar las Lomas de Mangomarca. Video: Infobae Perú

Restauración ecológica y labor científica en Mangomarca

Restaurar zonas degradadas es el objetivo central del proyecto científico encabezado por Camel, que cuenta con el apoyo de la comunidad universitaria y organismos como Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). La estrategia consiste en propagar especies nativas —tanto solanáceas como árboles y arbustos— y reintroducirlas en las áreas más afectadas, prestando especial atención a plantas perennes adaptadas al estrés hídrico y térmico. “Nuestro proyecto busca propagar especies nativas para recuperar estas áreas degradadas y, de tal forma, restaurar los servicios ecosistémicos que nos brindan. Prácticamente son el pulmón de toda Lima”, subraya el investigador.

El trabajo no se limita a la reforestación visible, ya que el equipo también explora la función crítica de los microorganismos asociados a las raíces, fundamentales para la resistencia y la salud del ecosistema. Camel detalla: “Estamos utilizando microorganismos nativos de las raíces de estas especies, propagados aquí en el laboratorio, y estamos secuenciando todo su material genético. Nos hemos dado cuenta de la gran importancia que tienen estos microorganismos, porque cuando se pierden las lomas no solo desaparecen plantas y animales, sino también toda esa riqueza invisible que hace posible su existencia”.

En paralelo, el proyecto incorpora actividades de compromiso social: capacitación a organizaciones y comunidades sobre técnicas de propagación y reforestación con especies autóctonas, y la organización de voluntariados para la limpieza y rescate de plantas en peligro. La participación estudiantil ha sido fundamental: “Es una alegría inmensa tener un ejército de estudiantes que hacen posible este proyecto. Los chicos me ayudan a repicar, a sembrar, a regar; es un trabajo muy pesado, pero su pasión y compromiso son clave para avanzar”.

Camel resalta que las lomas
Camel resalta que las lomas costeras son ecosistemas estacionales exclusivos del desierto costero de Perú y norte de Chile, de alto valor porque aparecen y desaparecen según la humedad, y brindan servicios ecosistémicos fundamentales para Lima, como captura de CO₂ y descontaminación atmosférica. Foto: Infobae Perú

El proceso de restauración ecológica tiene perspectivas a corto, mediano y largo plazo, dependiendo de la colaboración multisectorial y del respaldo de entidades gubernamentales, la comunidad y empresas privadas. “Un proyecto de restauración ecológica no solo es a largo plazo y demanda recursos humanos, recursos financieros, colaboración con la comunidad. Tenemos el apoyo de la Universidad César Vallejo que nos está brindando todas las facilidades para hacer realidad este proyecto”, manifiesta.

Proteger la biodiversidad: un reto para Lima y el Perú

La situación de las Lomas de Mangomarca no es aislada. El experto alerta sobre el estado vulnerable de otros sistemas similares en el país, como las lomas de Carabayllo y Lomas del Paraíso, así como aquellas ubicadas en el sur del Perú, todas bajo amenaza por invasiones y desconocimiento de la población. Camel sostiene la relevancia de un turismo responsable guiado y la sinergia entre universidad, ciudadanía, Estado y empresas como pilares para la protección y restauración de estos entornos.

Finalmente, el científico recalca la responsabilidad generacional en el tratamiento del problema ambiental: “No vamos a esperar que lleguen investigadores de otra parte del mundo a hacer lo que nosotros mismos hemos degradado. Si nosotros como peruanos no cuidamos, no protegemos nuestra biodiversidad... no lo va a hacer nadie. El siglo 21 es un siglo lleno de retos; hay que estudiar, hay que esforzarse y hay que cuidar nuestra naturaleza, hay que cuidar nuestro planeta”.