
A los 69 años murió la escritora y activista estadounidense bell hooks (seudónimo de Gloria Jean Watkins), autora de ¿Acaso no soy yo una mujer? Mujeres negras y feminismo, un libro emblemático que analiza el impacto histórico del sexismo y el racismo recorriendo la historia del feminismo negro a través de la influencia de los medios de comunicación y del sistema educativo en la representación de la mujer negra.
La noticia fue confirmada por su sobrina Ebony Motley, quien aseguró que la intelectual estaba en su casa de la ciudad de Berea acompañada por amigos y familiares.
Nacida en 1952 en Hopkinsville, una pequeña ciudad de la comunidad de Kentucky, hooks se licenció en literatura inglesa en la Universidad de Stanford en 1976 y más tarde hizo un doctorado en la Universidad de California pero fue en este libro publicado por primera vez en inglés hace 40 años y recién en 2021 traducido al español, en el que encontró el tono y el eje de la que sería su producción intelectual, también integrada por El feminismo es para todo el mundo.
¿Acaso no soy yo una mujer? Mujeres negras y feminismo es el primer libro de la autora feminista y activista que decidió firmar en minúscula y a partir de una combinación de los nombres y apellidos de su madre y su abuela. Dedicado precisamente a su madre, este trabajo fue publicado originalmente en 1981 y recuperado por el sello español Consonni, el mismo que viene publicando a autoras como Donna Haraway, Octavia Butler y Marge Piercy.

“Mi intensa implicación en la difusión de la conciencia feminista me obligó a plantearme la realidad de la diferencia de raza, clase y género. Y, así, tal como me había rebelado contra las nociones sexistas del lugar que ocupa la mujer, también cuestioné los planteamientos del lugar que ocupan las mujeres y de su identidad que propugnaban los círculos de liberación de la mujer, porque no encontraba mi hueco en el seno del movimiento. Mi experiencia como mujer negra no estaba reconocida”, escribió en el prefacio a la edición de 2015.
hooks también es autora de los libros Teoría Feminista: del margen al centro (Feminist Theory: From Margin to Center), publicado en 1984, y Enseñar a transgredir. La educación como práctica de la libertad.
En 2010, en Kentucky se inauguró el bell hooks Institute, espacio que contiene su colección de arte afroamericano contemporáneo, objetos personales y copias de sus libros publicados en otros idiomas.
En ese primer trabajo, hooks escribió: “La libertad (y por dicho término no querría evocar un mundo insípido y holgazán en el que cada cual hace lo que le place) en tanto que igualdad social positiva que garantiza a todos los humanos la oportunidad de moldear sus destinos del modo productivo más saludable y común solo podrá ser una realidad completa cuando nuestro mundo deje de ser racista y sexista”.
Fuente: Télam
SEGUIR LEYENDO
Últimas Noticias
La polémica entre la Real Academia Española y el Instituto Cervantes se trasladó al Congreso de la Lengua Española
En Arequipa, los directores de ambas instituciones Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero, compartieron una presentación y potenciaron el enfrentamiento con varias frases sugestivas

El paraíso según Diane Keaton: de su incredulidad con el infierno a la fascinación por el más allá
La emblemática actriz recientemente fallecida dirigió en 1987 un documental titulado “Heaven”, en donde confrontó con sus propias creencias sobre la vida y la muerte

Murió D’Angelo, ícono del neo-soul en el siglo XXI
El cantante y compositor estadounidense, autor del icónico álbum “Voodoo” que marcó a la música afroamericana contemporánea, murió a los 51 años, según informó su familia

Qatar reveló ser el propietario del famoso autorretrato de Courbet
La obra “El hombre desesperado”, de Gustave Courbet, será exhibida en el Museo de Orsay durante cinco años, tras confirmarse que pertenece a Qatar Museums, según autoridades francesas

Mariana Enriquez: “No tengo ganas de escribir literatura que se parezca a la realidad”
En París, la escritora y periodista argentina reflexionó sobre la extraña sensación de convivir con algoritmos, inteligencia artificial y redes sociales. “Es claramente terrorífico”, afirmó
