Dixon Manzano, el venezolano que rescató el bebé de un año de la avioneta que se accidentó en Ubaté

El joven de 24 años fue el primero en prestarle atención a Martín, el menor que lloraba tras el accidente y llevarlo al hospital municipal.

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El joven de nacionalidad venezolana
El joven de nacionalidad venezolana llegó al país cuatro años atrás en busca de una mejor calidad de vida.

Si los milagros fueran terrenales en lugar de ser producto de una intervención divina, como se cree, Dixon Gabriel Manzano ya tendría uno en su lista: haber rescatado a Martín, el menor de un año que sobrevivió al siniestro de una avioneta en Ubaté, Cundinamarca, el pasado 13 de octubre.

El migrante venezolano de 24 años, que había llegado al país cuatro años atrás en busca de mejores oportunidades de vida, según le contó a revista Semana, estaba en el lugar y el momento justo para apreciar una tragedia: la precipitación a la tierra de la avioneta HK 2335-G en la vereda Los Novilleros, en el municipio de Ubaté, Cundinamarca, y también para salvar la vida de uno de los cuatro pasajeros, la del bebé que aún no tiene 12 meses de nacido.

Dixon contó que alcanzó a decirle a Mayerly Díaz, la mamá del bebé, antes de que falleciera, que su hijo estaba a salvo. Luego, lo llevó al hospital de Ubaté, donde lo remitieron a la Fundación Santa Fe de Bogotá, con una parada previa en la clínica Marly de Chía, para estabilizar la salud del pequeño.

El joven es uno de los miles de venezolanos que ha llegado a Colombia durante los últimos años, debido a la crisis en el país vecino. Él, concretamente, lleva cuatro años Colombia, aunque solo hasta hace unos meses llegó al municipio de Ubaté, donde trabaja como empleado en un criadero de animales.

Conforme con su relato, Dixon se trasladó a ese municipio, ubicado a menos de dos horas en vehículo de Bogotá, por culpa de su tía. Ella, con mentiras, lo convenció de que enUbaté estaban buscando empleados; su intención era que Dixon dejara de trabajar en las calles de Apartadó, Antioquia, como ‘limpiavidrios’, y llegara a vivir cerca de Bogotá.

Siguiendo las recomendaciones de su tía, comenzó a buscar trabajo en lo que hubiera , sin importar que le tocara aprender nuevos oficios. Así terminó en la finca de Manuel Garzón, haciéndose cargo de los criaderos de los animales, donde, como parte de sus labores, limpia las pesebreras y les da de comer a los caballos.

En cuanto a los planes de volver a Venezuela, en la actualidad el rescatista del pequeño Martín lo descarta, aunque sí le gustaría, al menos, visitar a sus papás. Su sueño, dice, es el mismo que cuando salió de su país: tener un negocio propio.

Por ahora, “con tal que yo esté bien, tenga un techo para darle a mi hija y a mi esposa, yo estoy conforme. Muy pronto llegará ese momento en que podamos salir a comer, comprarnos unos zapatos, unos pantalones”, dijo Dixon Manzano a la revista Semana

Los tres fallecidos en el siniestro

Quien conducía la aeronave que se accidentó el pasado 13 de octubre era el médico Fabio Grandas Ramírez, egresado de la Universidad Nacional y miembro de la Patrulla Aérea Civil, organización humanitaria que lleva asistencia médica a las poblaciones más vulnerables del país, ganadora del Premio Rey de España a los derechos humanos en el 2017.

La madre del pequeño era la abogada Mayerly Díaz, quien laboró como directora de la Oficina de Vigilancia y Control del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones.

La otra víctima del siniestro fue Nuris Maza, quien trabaja para la familia como nana del sobreviviente.