Espía espacial: excluyeron de una misión a un astronauta ruso porque habría tomado fotos de SpaceX sin autorización

A tres meses de volar a la Estación Espacial Internacional, el experimentado cosmonauta Oleg Artemyev fue reemplazado. Con su celular habría fotografiado documentación privada y partes del cohete de Elon Musk

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El cosmonauta Oleg Artemyev es
El cosmonauta Oleg Artemyev es un experimentado viajero espacial que estuvo tres veces en la Estación Espacial Internacional (Reuters)

El experimentado astronauta ruso Oleg Artemyev formaba parte del núcleo duro de la élite espacial, con tres misiones de larga duración en la Estación Espacial Internacional, 560 días acumulados en microgravedad y el reconocimiento como Héroe de Rusia.

Su trayectoria había cultivado una reputación de confiabilidad dentro de la agencia espacial rusa llamada Roscosmos, algo que en el ecosistema espacial ruso representa mucho más que un logro técnico.

Sin embargo, la misión SpaceX Crew-12, prevista para febrero, cambió el curso de su carrera cuando la agencia espacial rusa comunicó de manera seca que el cosmonauta pasaba “a otro puesto”.

El astronauta ruso está acusado
El astronauta ruso está acusado de tomar fotografías y espiar los motores de la nave Crew Dragon de SpaceX (Mike Hopkins/NASA/Handout via REUTERS)

Se ha tomado esta decisión debido al traslado de Oleg Artémiev a otro puesto”, ha sido la breve explicación ofrecida por Roscosmos que anunció la sustitución de Artémiev por el cosmonauta Andréi Fediayev.

El anuncio descolocó incluso a observadores habituados al secretismo. Nada hacía prever que Artemyev quedaría fuera de su cuarto viaje orbital. Las dos agencias involucradas, Roscosmos y la NASA, habían avanzado sin sobresaltos en el anuncio. El grupo se encontraba en fase de entrenamiento intensivo para operar la cápsula Dragon, un vehículo estadounidense de la empresa de Elon Musk, que desde 2020 transporta astronautas a la Estación Espacial Internacional en el marco del programa de vuelos comerciales de la NASA.

A pesar de esta integración, un detalle rompió el equilibrio: la sospecha de un posible espionaje y la una violación de las ITAR, las regulaciones estadounidenses destinadas a proteger tecnologías sensibles asociadas a la industria aeroespacial y de defensa.

El incidente que cambió el rumbo de Crew-12

La sustitución rápida de Artemiev
La sustitución rápida de Artemiev por Andrey Fedyayev mostró la gravedad de las sospechas sobre el manejo de datos técnicos en los entrenamientos realizados en Hawthorne ( REUTERS/Steve Nesius)

El punto de quiebre surgió durante los entrenamientos en la sede de SpaceX en Hawthorne, California. Allí, Artemyev habría tomado fotografías con su teléfono celular de parte de la documentación técnica y partes de motores, todo sin autorización.

El experto espacial ruso Gueorgui Trishkin afirmó que el cosmonauta “presuntamente violó las restricciones de exportación de la ITAR al fotografiar documentación y otros artículos prohibidos que tenían relación con SpaceX, y al sacar información no autorizada en su teléfono”.

La declaración elevó el episodio a un plano crítico. Las ITAR colocan cualquier tecnología espacial de Estados Unidos al nivel de equipamiento militar, con restricciones estrictas de manipulación y divulgación. En ese contexto, una acción inapropiada no representa una simple falta administrativa. Puede constituir una infracción que compromete la seguridad nacional.

La investigación por presuntas violaciones
La investigación por presuntas violaciones a la normativa ITAR en una nave de Elon Musk, abrió interrogantes sobre los protocolos de seguridad que regulan la transferencia de información en la industria espacial (REUTERS/Mario Anzuoni)

Los indicios hicieron que las instituciones asociadas al proyecto activaran mecanismos de respuesta inmediatos. Trishkin señaló que “esto fue, por decirlo suavemente, una infracción grave”, y añadió que sus contactos confirmaron el inicio de una investigación interdepartamental. La frase dejó entrever el carácter excepcional de la decisión: expulsar a un cosmonauta experimentado de una misión en etapa final de preparación rara vez ocurre. Y cuando ocurre, las causas suelen ser de considerable peso.

Otro canal ruso especializado en el espacio, Yura, prostí, indicó que Artemyev fotografió motores y dispositivos sensibles durante su capacitación técnica. Ese dato coincidió con los reportes posteriores del medio ruso The Insider, que reveló que el cosmonauta incluso habría intentado transferir el material fuera del país. Para las autoridades estadounidenses, la combinación de fotografías no autorizadas y una posible exportación digital de contenido clasificado representa una infracción directa de la normativa ITAR.

La gravedad del episodio creció cuando se supo que la NASA estaba al tanto y que SpaceX había sido notificada. La cooperación entre Estados Unidos y Rusia en la Estación Espacial Internacional continúa siendo uno de los pocos espacios donde persisten acuerdos bilaterales de alto nivel pese al clima político adverso. Cualquier incidente que introduzca sospechas de espionaje o fuga de información adquiere un significado mayor.

Consecuencias inmediatas para la misión y para la cooperación espacial

La exclusión de Oleg Artemiev
La exclusión de Oleg Artemiev de la misión Crew 12 expuso tensiones sobre el acceso a tecnologías sensibles de SpaceX, un recurso clave para la cooperación internacional (Roscosmos/Handout via REUTERS)

Roscosmos reaccionó con celeridad. El organismo anunció que el cosmonauta Andrey Fedyayev ocuparía el lugar vacante, sin especificar motivo alguno. En paralelo, el hermetismo oficial reforzó la percepción de que la verdadera razón detrás del cambio se vinculaba con seguridad y no con reorganizaciones rutinarias.

Las misiones tripuladas requieren un nivel de coordinación internacional que no admite incertidumbres. Una investigación en curso, sobre todo relacionada con regulaciones de seguridad nacional, coloca al astronauta bajo un estatus incompatible con la operación.

Expertos rusos subrayaron la rareza del caso. Trishkin sostuvo: “Es muy difícil imaginar una situación en la que un cosmonauta experimentado pudiera cometer inadvertidamente una infracción tan grave”. Esa observación abrió un debate sobre si Artemiev actuó por descuido o si hubo intención.

Oleg Artemyev, trabaja en la
Oleg Artemyev, trabaja en la instalación del experimento de rastreo de animales Ícaro en el módulo de servicio Zvezda. (NASA/Dominio Público)

La comunidad espacial suele coincidir en algo: los cosmonautas y astronautas atraviesan controles rigurosos que evalúan desde la estabilidad psicológica hasta el cumplimiento estrictísimo de protocolos. Por eso, una violación tan explícita generó sorpresa e inquietud.

Para SpaceX y la NASA, el caso plantea desafíos diplomáticos y operativos. Desde el punto de vista estadounidense, la protección de tecnología crítica ocupa un lugar central desde hace décadas. La propia existencia de las ITAR refleja la convicción de que la industria aeroespacial y militar no admite filtraciones.

La compañía de Elon Musk opera bajo esos lineamientos, no sólo por obligación legal sino porque la cápsula Dragon concentra innovaciones estratégicas que sostienen el liderazgo estadounidense en vuelos tripulados comerciales.

El caso generó preocupación en
El caso generó preocupación en agencias internacionales, que evalúan reforzar los controles para evitar filtraciones durante la preparación de futuras misiones tripuladas ( NASA/Handout via REUTERS)

Artemyev llegó a esta situación con una historia personal marcada por logros, pero también por episodios que generaron controversias. En 2022, Roscosmos publicó fotografías de él y dos colegas sosteniendo banderas de territorios separatistas prorrusos en la Estación Espacial Internacional.

La NASA y la Agencia Espacial Europea repudiaron el hecho, recordando que la estación no debe transformarse en un espacio de propaganda política. Ese antecedente no explica este caso, pero sí mostró que su figura ya había quedado bajo cierta tensión diplomática.

La exclusión del cosmonauta aparece entonces como un hito más dentro de un escenario geopolítico donde cada detalle técnico se encuentra bajo escrutinio. Para Rusia, la situación implica un golpe en un momento crítico.

La polémica se sumó al
La polémica se sumó al deterioro del vínculo entre Moscú y Washington, mientras persisten dudas sobre la continuidad plena de la cooperación en la Estación Espacial Internacional (Reuters)

Roscosmos enfrenta dificultades logísticas y operativas en el cosmódromo de Baikonur, donde una falla reciente dañó parte de la plataforma de lanzamiento del Área 31.

Ese lugar es el único punto desde donde Rusia puede enviar las últimas versiones de la nave Soyuz capaces de transportar astronautas.

Con reparaciones urgentes en curso y dudas sobre los plazos, la agencia busca sostener su ritmo de lanzamientos sin ceder terreno frente al avance de SpaceX.

Una nueva misión a la estación orbital

La misión Crew 12 mantiene
La misión Crew 12 mantiene su cronograma para febrero, aunque el episodio impulsó debates sobre la necesidad de revisar los mecanismos de seguridad en programas conjuntos (NASA)

La misión Crew-12 sigue adelante. El equipo actual lo integran Fedyayev, la representante de la Agencia Espacial Europea (ESA) Sophie Adenot y dos astronautas estadounidenses que aún no fueron anunciados.

El lanzamiento permanece programado para una fecha no anterior al 15 de febrero, con una estadía de aproximadamente seis meses en la Estación Espacial Internacional. De momento, ni la NASA ni SpaceX brindaron comentarios públicos. El silencio institucional indica que la investigación continúa y que cualquier pronunciamiento debe esperar resultados concretos.

En la comunidad espacial internacional existe preocupación por las derivaciones que podría generar este episodio.

La cooperación entre Estados Unidos y Rusia en la estación siempre se sostuvo sobre un delicado equilibrio. A pesar de las tensiones globales, la ISS demostró ser un espacio donde las rivalidades políticas cedieron frente a la ciencia y la ingeniería.

Sin embargo, incidentes que involucran posibles filtraciones de tecnología sensible tensionan ese pacto y abren el interrogante sobre futuros protocolos de control. Es posible que a partir de este caso se impongan restricciones adicionales para especialistas extranjeros que accedan a instalaciones estadounidenses.

Expertos destacaron que las normas
Expertos destacaron que las normas ITAR restringen la difusión de tecnologías críticas, un marco legal que abarca equipos espaciales considerados estratégicos por Estados Unidos SpaceX)

El futuro de Artemyev también queda en suspenso. Su exclusión afecta su carrera dentro de Roscosmos y podría limitar su participación en programas internacionales.

La investigación en Estados Unidos continúa, y cualquier confirmación de infracción endurecerá las consecuencias. Para un cosmonauta con un historial tan extenso, este episodio podría marcar un final inesperado.

La misión Crew-12 despegará sin él, mientras las agencias intentan contener el impacto político y tecnológico. La carrera espacial contemporánea combina cooperación, competencia y vigilancia estricta sobre cada transferencia de conocimiento. En ese escenario, un teléfono móvil dentro de un centro técnico puede convertirse en el punto de partida de una crisis internacional.

El caso Artemyev confirma que, incluso en un ámbito donde la precisión domina cada operación, un error humano o una acción deliberada pueden alterar la órbita de toda una alianza.