En distintos lugares, animales y plantas buscan refugio en sitios donde antes no podían vivir debido a múltiples factores ambientales.
Ahora, un grupo de científicos descubrió que en las montañas de México y Centroamérica, los árboles están subiendo mucho más rápido hacia la cima que en otras partes del mundo, aunque no pueden atribuir este fenómeno únicamente al cambio climático.
Esta tendencia sorprende porque antes se pensaba que el gran cambio ocurriría cerca de los polos, donde el frío se ha reducido más fuerte.
El hallazgo se publicó en la revista Biogeosciences, editada por la Unión Europea de Geociencias.

Allí presentaron las pruebas que demuestran que los bosques tropicales avanzan por las laderas de las montañas varios metros cada año.
“Es un poco aterrador lo rápido que van. Es a nivel de varios metros por año. Es demasiado rápido”, dijo Townsend Peterson, ecólogo de la Universidad de Kansas y uno de los autores principales, que fue entrevistado por la revista Science.
El equipo responsable del estudio incluye científicos de la Universidad de Kansas y la Universidad Autónoma de Puebla. Trabajaron junto a investigadores de Estados Unidos, Canadá, México y varios países de Centroamérica.
Por qué suben los árboles en los trópicos

Durante años, los expertos analizaron cómo el cambio de temperatura afecta a los bosques de montaña. Muchos pensaban que, con más calor, los árboles comenzarían a crecer más alto donde antes solo había pasto o roca.
Esta idea explica que los árboles buscan climas más frescos para poder sobrevivir, por eso algunos avanzan por las laderas en busca de mejores condiciones.
Al analizar estudios previos, el equipo notó que no había muchos datos sobre los bosques de los trópicos, es decir, cerca del Ecuador terrestre. La mayoría de las mediciones provenían de montañas en Europa y Norteamérica.
Daniel Giménez-García, uno de los coautores, que trabaja en el Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y en el Laboratorio Nacional CONAHCYT de Biología del Cambio Climático en México, comentó que varios años atrás, encontraron que “las líneas arbóreas de quince volcanes mexicanos subieron casi 500 metros en tres décadas”.

Los científicos se preguntaron si ese fenómeno rápido era una excepción en México o un patrón global. También quisieron saber si el calentamiento es la única causa o si hay otros motivos, como la humedad o cambios provocados por personas.
El trabajo no fue sencillo. Hubo que separar el efecto humano, como la agricultura, del efecto natural, porque algunos parámetros pueden confundirse.
Además, existen diferentes maneras de definir dónde termina el bosque, un detalle que complica las mediciones y hace que el debate siga abierto entre científicos.
Bosques tropicales y su avance en la montaña

Para llegar a estos resultados, el grupo utilizó imágenes del satélite Landsat, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos. Usaron el programa Google Earth Engine.
Los investigadores analizaron imágenes satelitales de 115 montañas desde Canadá hasta Panamá, entre 1984 y 2017, y observaron que los bosques en las regiones tropicales, principalmente en México y Centroamérica, avanzan varios metros por año hacia zonas más altas.
En cambio, en las montañas de Estados Unidos y Canadá casi no detectaron cambios en la altitud de la frontera del bosque durante el mismo período.
Los bosques “suben” de esta manera: las semillas llegan a sitios más altos gracias al viento, el agua o los animales, y cuando encuentran condiciones adecuadas, comienzan a crecer allí.
Esa expansión ocurre generación tras generación, lo que lleva a la rápida subida de los árboles en las montañas tropicales. El fenómeno ocurriría por distintos factores.

La combinación de mayor humedad en altitud y el aumento de la temperatura permite que las semillas germinen y crezcan en alturas donde antes no sobrevivían, según los científicos.
El estudio también sugiere que algunas de estas zonas altas estuvieron sin árboles por actividades humanas pasadas como el pastoreo, y ahora los bosques recuperan terreno perdido.
El hallazgo revela que los ecosistemas de alta montaña se están reduciendo de tamaño porque el bosque avanza sobre ellos. Esto afecta a plantas y animales únicos que solo viven en esas alturas, según los investigadores.
La comunidad científica sugiere monitorear de cerca estos cambios y comparar imágenes recientes con fotos antiguas para entender el alcance real del fenómeno.
También plantean usar inteligencia artificial para analizar más datos y anticipar cómo seguirán cambiando los bosques de montaña.
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