Cuándo será la luna negra de agosto, un fenómeno tan invisible como fascinante

Si bien no se considera un evento astronómico formal, este particular suceso llega justo para apreciar mejor la lluvia de meteoros Perseidas

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La Luna Negra ocurrirá el
La Luna Negra ocurrirá el 23 de agosto de 2025, será invisible en el cielo y coincidirá con el final de la famosa lluvia de Perseidas - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Agosto siempre se distingue en el calendario astronómico por ofrecer espectáculos que capturan la atención de observadores en todo el planeta. Y este 2025 no será la excepción.

El día 23 marcará la llegada de un evento poco común: la llamada Luna Negra. Aunque no podrá observarse directamente en el cielo, será uno de los hitos más comentados del año por las implicancias científicas, culturales y hasta espirituales que se le atribuyen.

Lo interesante de esta cita no radica en lo que veremos, sino en lo que dejará de mostrarse.

Para comenzar a describir qué es una Luna Negra corresponde mencionar primero a la Luna Nueva, que es una fase particular dentro del ciclo lunar en la que el satélite terrestre se ubica exactamente entre la Tierra y el Sol. Esa disposición impide que la cara iluminada del astro se perciba desde la superficie terrestre. La oscuridad resultante es absoluta, sin el resplandor característico de otras fases.

Este tipo de Luna Negra
Este tipo de Luna Negra se clasifica como estacional, se da cuando en una estación hay cuatro Lunas Nuevas en lugar de las tres habituales (Imagen Ilustrativa Infobae)

En agosto de 2025 esta oscuridad tendrá un plus inesperado. La fecha coincide con el cierre de la lluvia de meteoros. Si bien no es un evento astronómico formal, este particular suceso llega justo para apreciar mejor la lluvia de meteoros Perseidas, considerada la más famosa del calendario anual.

El cruce de ambos fenómenos transformará la noche en un escenario perfecto: sin la interferencia de la luz lunar, las trazas brillantes de los meteoros podrán observarse con mayor intensidad, ofreciendo un espectáculo de primer nivel para quienes se animen a mirar hacia arriba en busca de las llamadas “estrellas fugaces”.

Un fenómeno que no se ve, pero se estudia

La denominación Luna Negra no forma parte del vocabulario oficial de la astronomía. Es una expresión popular que intenta explicar ciertas irregularidades del ciclo lunar.

Lo que sucederá en 2025 corresponde a lo que se conoce como Luna Negra estacional.

La Luna Negra de 2025
La Luna Negra de 2025 será la tercera Luna Nueva del verano boreal, fenómeno que volverá a repetirse recién en agosto de 2027 (Imagen Ilustrativa Infobae)

En condiciones habituales, cada estación del año tiene tres Lunas Nuevas. En cambio, cuando se producen cuatro, la tercera recibe ese nombre. Se trata de un evento que ocurre cada 33 meses, por lo que su carácter poco frecuente la vuelve aún más atractiva.

Este 2025, la primera Luna Nueva del verano boreal se dio el 25 de junio. Luego se repitió el 24 de julio y volverá a presentarse el 23 de agosto. Lo excepcional llega porque habrá una cuarta Luna Nueva el 21 de septiembre, todavía dentro de la misma estación astronómica. Así, la tercera del ciclo, la de agosto, es la que entra en la categoría de Luna Negra.

Existen otras variantes de este fenómeno. La llamada Luna Negra calendárica sucede cuando un mismo mes incluye dos Lunas Nuevas, lo cual es posible por la duración del mes sinódico, de 29,5 días. En esos casos, la segunda Luna Nueva se considera “negra”. También hay meses sin Luna Nueva, algo todavía más extraño y que ocurre en algunos febreros debido a la extensión del ciclo lunar en relación con la cantidad de días del mes.

Luna llena (izquierda) y luna
Luna llena (izquierda) y luna nueva (derecha). Los efectos de estas fases lunares, combinadas con la gravedad del Sol, sobre las mareas en la Tierra

En todos los casos, el resultado es el mismo: un cielo en el que la Luna desaparece de la vista humana. Sin embargo, esa invisibilidad no significa irrelevancia. Para la astronomía, cada una de estas fases sirve para refinar los cálculos orbitales y confirmar la precisión con que se miden los movimientos celestes.

Desde una perspectiva más simbólica, distintas comunidades espirituales le otorgan a la Luna Negra un significado de introspección y renovación. La ausencia de luz se interpreta como un momento de pausa, de preparación para un nuevo ciclo. Estas interpretaciones, aunque no tienen base científica, refuerzan la fascinación cultural que rodea al fenómeno.

Una coincidencia con las Perseidas

Lo que diferencia a la Luna Negra de agosto de 2025 de otras anteriores es su coincidencia con el final de las Perseidas. Esta lluvia de meteoros se produce todos los años cuando la Tierra cruza la estela de polvo y fragmentos dejada por el cometa Swift-Tuttle. El resultado son partículas que ingresan a gran velocidad en la atmósfera y se desintegran, generando destellos luminosos que suelen describirse como “estrellas fugaces”.

La coincidencia de la Luna
La coincidencia de la Luna Negra con la última noche de Perseidas permitirá un cielo oscuro ideal para la contemplación del espectáculo lumínico ( Carlos Barria/Reuters)

El pico de actividad de esta lluvia fue entre el 11 y el 13 de agosto, con una frecuencia que llegó hasta los 200 meteoros por hora. Sin embargo, el espectáculo continúa varios días más y recién concluye el 24 de agosto. Justo una noche antes, el cielo estará libre de la luz lunar, lo que incrementará la visibilidad de cada trazo luminoso.

Para los observadores, la recomendación es clara: buscar un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, recostarse y dejar que la vista se acostumbre a la penumbra. Sin Luna visible, cada destello resultará más nítido y el contraste será mayor. De esa manera, el cierre de las Perseidas tendrá un condimento especial y se convertirá en una oportunidad única de contemplar el cielo en su máxima expresión.

Este cruce de fenómenos no se da todos los años. La última Luna Negra estacional ocurrió el 19 de mayo de 2023, pero sin una coincidencia relevante en el calendario de lluvias de meteoros. La próxima será recién el 20 de agosto de 2028. En cambio, las Lunas Negras mensuales, más conocidas en el mundo anglosajón como la contracara de la “Blue Moon”, no volverán a repetirse hasta agosto de 2027.

La fecha de este 23 de agosto, entonces, se destaca por unir en un mismo cielo dos eventos distintos: la invisibilidad del satélite terrestre y la última oportunidad de ver un espectáculo de meteoros antes de que finalice la temporada de verano.

La última Luna Negra estacional
La última Luna Negra estacional fue el 19 de mayo de 2023 y la próxima se dará el 20 de agosto de 2028, lo que resalta su rareza astronómica - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un marco de observación privilegiado

Aunque la Luna Negra no se perciba directamente, su aporte al escenario astronómico de 2025 será clave. La oscuridad total que genera actúa como un telón de fondo ideal para otros fenómenos. En este caso, las Perseidas ganan protagonismo. El contraste ayuda a comprender cómo distintos ciclos celestes se entrelazan y modifican la experiencia visual de los observadores.

Para la comunidad científica, la importancia radica en la precisión con la que pueden calcularse los intervalos entre Lunas Nuevas y la confirmación de la mecánica celeste. Que se registren cuatro Lunas Nuevas en una estación no altera las leyes astronómicas, pero sí permite constatar la exactitud del conteo de días y la alineación de cuerpos. En paralelo, la coincidencia con las Perseidas refuerza el valor divulgativo, ya que multiplica el interés del público en mirar hacia el cielo y aprender más sobre sus ritmos.

La Luna siempre ocupó un lugar central en la cultura humana. Su presencia regular marcó calendarios, inspiró relatos y definió rituales. En ese contexto, no sorprende que una fase tan inusual como la Luna Negra despierte interpretaciones diversas.

Diversas comunidades espirituales asocian la
Diversas comunidades espirituales asocian la Luna Negra con introspección y renovación, mientras que para la ciencia es un ciclo natural preciso - REUTERS/Antonio Bronic

El carácter invisible del fenómeno refuerza la idea de misterio. Sin embargo, desde un punto de vista astronómico, no hay nada inexplicable. El satélite simplemente se ubica en una posición que impide ver su cara iluminada.

Lo extraordinario está en la acumulación de cuatro Lunas Nuevas en un mismo período estacional, algo que no se da con frecuencia.