
En agosto, el cielo nocturno se convierte en escenario de uno de los eventos más esperados por astrónomos y aficionados: la lluvia de meteoros Perseidas.
Qué es la lluvia de meteoros Perseidas
Este fenómeno, que tiene lugar todos los años cuando la Tierra cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, promete una de sus mejores ediciones en 2025, con múltiples motivos para mirar hacia arriba y dejarse sorprender.
Aunque la Luna llena de principios de mes puede dificultar la visibilidad de los meteoros más débiles, las Perseidas mantienen intacta su reputación como una de las lluvias más espectaculares del calendario astronómico.
Cuándo y de qué forma se podrá ver<b> </b>
El fenómeno ya está en marcha desde el 17 de julio y se extenderá hasta el 23 de agosto. Sin embargo, las noches del 12 y 13 de agosto marcarán el pico de actividad. En esas horas, quienes se encuentren en zonas alejadas de la contaminación lumínica y cuenten con cielos despejados, podrán observar entre 50 y 100 meteoros por hora.
La NASA confirmó que, pese a la proximidad con la luna llena, el fenómeno mantiene su intensidad, especialmente gracias a la aparición de los llamados bólidos o “fireballs”, explosiones brillantes que dejan rastros visibles durante varios segundos.

“Las Perseidas se distinguen por producir numerosas bolas de fuego, lo que vuelve único el evento”, expresó la agencia espacial en sus informes. Esta característica convierte a la lluvia de agosto en una de las favoritas no solo por su magnitud, sino también por el dramatismo visual que ofrecen sus destellos, que pueden observarse sin necesidad de equipos especializados.
Los meteoros que surcan el cielo durante las Perseidas no son otra cosa que pequeños fragmentos de escombros dejados por el cometa Swift-Tuttle. A medida que la Tierra se desplaza por esta nube de residuos cósmicos, las partículas ingresan en la atmósfera y se calientan por fricción. La mayoría se desintegra a unos 100 kilómetros de altura, generando los trazos luminosos que pueden verse desde la superficie. En casos más raros, algunos fragmentos de mayor tamaño pueden sobrevivir a su paso atmosférico y caer como meteoritos.
La NASA aclara que el mejor momento para observar la lluvia es entre la medianoche y el amanecer. A esa hora, el radiante —punto del cielo del cual parecen surgir los meteoros— se encuentra más alto, lo que mejora la visibilidad. En ciertas ubicaciones y bajo condiciones óptimas, también es posible comenzar a percibirlos desde las 22:00.

Las recomendaciones para disfrutar al máximo del evento no requieren conocimientos técnicos ni instrumental sofisticado. Basta con alejarse de las luces artificiales, acostarse en una manta o tumbona y mantener la mirada dirigida al cielo.
“Alejarse de fuentes urbanas de luz, utilizar una manta o una silla para descansar mirando hacia arriba y mantener la vista dirigida al cielo durante al menos 30 minutos”, sugirió la NASA, al explicar que ese es el tiempo que necesita la vista humana para adaptarse a la oscuridad y captar mejor los meteoros. También se aconseja evitar el uso de celulares, linternas o cualquier tipo de iluminación que interrumpa la adaptación visual.
Cómo sigue el calendario astronómico de agosto 2025

La actividad celeste de agosto no se limita a la lluvia de meteoros. La misma noche del 12 de agosto, el cielo ofrecerá otra postal notable: la conjunción entre Júpiter y Venus. Ambos planetas aparecerán excepcionalmente cerca uno del otro, lo que genera gran expectativa entre los observadores. Estos encuentros visuales, conocidos como conjunciones, permiten ver dos cuerpos celestes alineados desde la perspectiva terrestre, aunque en realidad estén separados por millones de kilómetros.
“La conjunción será visible antes del amanecer y ambos planetas serán especialmente brillantes”, informó la NASA. Para captar esta alineación planetaria, se recomienda mirar hacia el horizonte oriental en las primeras horas del día. El mejor momento, según los expertos, será después de las 4:00 a.m. La observación no requiere telescopios, pero el uso de binoculares puede aportar mayor detalle y profundidad. En un cielo limpio, la cercanía visual de Venus y Júpiter suele ser tan impactante que puede confundirse con una doble estrella.
Las conjunciones como esta son valiosas para quienes inician su camino en la astronomía. Su facilidad de identificación a simple vista y la belleza de los cuerpos planetarios reflejando la luz solar convierten la experiencia en una oportunidad educativa y visual. Para los astrónomos profesionales, ofrecen además una ocasión para afinar mediciones, observar interacciones ópticas y registrar datos sobre la trayectoria orbital de los planetas.

La tercera cita astronómica destacada del mes ocurre apenas unos días antes, el 9 de agosto, cuando se espera la Luna Llena del Esturión. Este nombre particular no surge de un fenómeno astronómico en sí, sino de una tradición cultural. Antiguas comunidades nativas de América del Norte bautizaron así a la luna llena de agosto, ya que coincidía con el periodo de mayor captura del pez esturión en ríos y lagos. Con el tiempo, esa denominación se incorporó a los calendarios lunares agrícolas y se mantuvo como parte del folklore lunar.
La Luna del Esturión alcanzará su punto máximo de brillo a las 3:55 a.m. EDT o 4.55 hora argentina, pero se verá casi completamente iluminada durante varias noches. Su presencia, aunque visualmente atractiva, puede dificultar la observación de los meteoros más tenues durante los días cercanos al pico de las Perseidas. Sin embargo, para muchos aficionados, representa una oportunidad más para conectar con el cielo nocturno y explorar fenómenos naturales con raíces tanto científicas como culturales.
Para optimizar la experiencia general, se recomienda acceder a recursos en línea como TimeandDate, que ofrece mapas de visibilidad adaptados a diferentes regiones geográficas. Estos datos permiten anticipar el ángulo de observación ideal, estimar el momento de mayor actividad y conocer las condiciones locales del clima, un factor decisivo para disfrutar de eventos astronómicos al aire libre.

El atractivo de las Perseidas no reside solo en la cantidad de meteoros, sino también en su capacidad de reunir ciencia, naturaleza y contemplación. Cada destello que cruza el cielo recuerda que nuestro planeta orbita en un sistema dinámico, lleno de restos cósmicos, interacciones gravitacionales y fenómenos que ocurren más allá del alcance diario de nuestros sentidos.
Agosto, con su tríada astronómica compuesta por meteoros, conjunciones planetarias y Luna llena, ofrece una rara coincidencia de eventos que invitan a salir al exterior, mirar hacia lo alto y participar, aunque sea por unos minutos, del movimiento del cosmos.
Las Perseidas permiten comprender, además, el vínculo que une los eventos astronómicos con la historia humana. Los antiguos miraban el cielo para anticipar cosechas, marcar fechas rituales o navegar. Hoy, la astronomía moderna utiliza tecnología avanzada para observar esos mismos cuerpos, pero el asombro se mantiene intacto.
En 2025, ese asombro vuelve con fuerza en las noches de agosto. Aunque la luna llena puede opacar parte del espectáculo, los meteoros más brillantes seguirán atravesando el cielo y cada uno de ellos representará una partícula milenaria que dejó el cometa Swift-Tuttle en su paso por el Sistema Solar.
La lluvia de estrellas no solo es un fenómeno óptico. También es un evento de conexión. Una invitación a pausar la rutina, apagar las luces y reencontrarse con el cielo. Aunque el tiempo de visibilidad sea breve, la experiencia suele ser intensa y memorable. Y, como cada año, los astrónomos reiteran que no se necesitan instrumentos ni conocimientos específicos para participar. Basta con mirar, esperar y dejarse impresionar por la danza de partículas cósmicas que, por unas horas, convierte la atmósfera terrestre en escenario de luces fugaces.

Recomendaciones para ver la lluvia de estrellas Perseidas, según la NASA
- Selecciona una ubicación remota, lejos de la contaminación lumínica urbana, y prioriza entornos rurales o zonas sin alumbrado público para obtener una visión clara del fenómeno.
- Consulta el pronóstico del tiempo y elige noches con cielos despejados, evitando aquellas áreas donde sea probable que se presenten niebla o precipitaciones.
- Mantente alejado de luces intensas entre 15 y 20 minutos antes de la observación, para que tus ojos se ajusten a la oscuridad y puedas distinguir detalles tenues.
- Considera utilizar binoculares o un telescopio compacto; estos equipos, aunque no indispensables, facilitan observar texturas y aspectos de la Luna que no se distinguen a simple vista.
- Observa el cielo en el momento oportuno y sigue cada una de estas sugerencias para experimentar por completo este fenómeno astronómico.
Últimas Noticias
Eje intestino-cerebro: una intervención alimentaria demostró que puede reducir la frecuencia y severidad de la migraña crónica
Un estudio clínico internacional que abarcó a 7.677 personas evidenció que una dieta antiinflamatoria baja en carbohidratos disminuye las crisis de este trastorno neurológico. Facundo Pereyra, gastroenterólogo y líder de la investigación explicó a Infobae los detalles

El sorprendente secreto detrás de las bandadas de aves: cómo se forman los bordes perfectos en el cielo
Un análisis de los patrones colectivos en la naturaleza abrió nuevas preguntas sobre el papel de la selección natural y la geometría en la organización animal

Hallan una bacteria que causó la muerte masiva de estrellas de mar en la costa del Pacífico
Un equipo internacional de científicos identificó uno de los agentes que provocó que miles de ejemplares de distintas especies se transformaran en materia viscosa en regiones de América del Norte

Descubren que un caracol puede regenerar sus ojos tras una amputación
Así lo halló un equipo de expertos que trabajó con la especie Pomacea canaliculata. El proceso se documentó en la revista Nature

Cómo seguir la dieta DASH que ayuda a reducir la presión arterial alta y el riesgo cardiovascular
Optar por el enfoque nutricional avalado por investigaciones científicas permite controlar los factores de riesgo como el colesterol elevado y la glucemia
