La lluvia de meteoros Eta Acuáridas deslumbrará esta noche con hasta 50 estrellas fugaces por hora

Originada por fragmentos del célebre cometa Halley, el fenómeno astronómico será un espectáculo único para quienes estén bajo cielos despejados, sin contaminación lumínica y de smog. Cuándo y dónde observarla

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La lluvia de estrellas ‘Eta Acuáridas’ se podrá ver en cielo hoy y mañana con su máximo esplendor. (EFE)

Esta noche marcará el pico de una de las lluvias de meteoros más esperadas del calendario astronómico. Se trata de las Eta Acuáridas, una corriente de meteoros originada por fragmentos del célebre cometa Halley, que actualmente se encuentra a miles de millones de kilómetros de la Tierra, pero cuyo legado aún produce un espectáculo visible desde distintos puntos del planeta.

Este fenómeno se repite cada año entre abril y mayo, cuando la Tierra cruza la estela de partículas dejadas por el cometa. Aunque el evento tiene una ventana amplia de visibilidad que abarca desde el 19 de abril hasta el 28 de mayo, es en los primeros días de mayo cuando se alcanzan las mejores condiciones de observación.

El cometa Halley completa una órbita solar cada 76 años. Fue observado por última vez en 1986 y volverá a ser visible en 2061. Mientras tanto, su paso histórico dejó a su paso una corriente de escombros espaciales que colisiona regularmente con la atmósfera terrestre. Esa interacción genera destellos luminosos que pueden verse a simple vista desde la superficie terrestre, en forma de meteoros rápidos que cruzan el cielo a gran velocidad.

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El cometa Halley deja dos lluvias anuales de meteoros las Eta Acuáridas en mayo y las Oriónidas en octubre cuando la Tierra cruza su estela. (NASA)

“La lluvia de meteoros Eta Acuáridas ocurre cuando pequeñas partículas de polvo y escombros del cometa Halley ingresan a la atmósfera terrestre”, explica la NASA.

La agencia estadounidense indica que estas partículas alcanzan velocidades de hasta 66 kilómetros por segundo al entrar en contacto con la atmósfera. Ese choque produce calor por fricción y desintegra el material, generando luz visible desde el suelo. Algunos de esos meteoros dejan estelas que persisten unos segundos más, fenómeno conocido como tren luminoso.

La distribución geográfica del evento favorece especialmente al hemisferio sur, donde el radiante —punto del cielo desde el que parecen emanar los meteoros— se ubica en lo alto durante esta época del año. La constelación de Acuario se convierte en el marco ideal para observar el fenómeno en latitudes australes.

La Eta Acuáridas ofrece hasta
La Eta Acuáridas ofrece hasta 50 meteoros por hora en el hemisferio sur bajo cielos oscuros según estimaciones confirmadas por la NASA.

La NASA estima que en condiciones óptimas de cielo oscuro, allí se pueden ver hasta 50 meteoros por hora. En cambio, el hemisferio norte tendrá tasas menores, con promedios de entre 10 y 20 meteoros por hora. Aun así, los especialistas recomiendan no perder la oportunidad: “La NASA estima que los observadores de estrellas en el hemisferio norte aún pueden ver alrededor de 10 meteoros por hora en condiciones de cielo oscuro”.

La lluvia de estrellas del
La lluvia de estrellas del cometa Halley se denomina Eta Acuáridas. (Royal Museums Greenwich)

El momento óptimo para la observación será poco antes del amanecer del martes. En ese lapso, el radiante se encuentra cerca de la estrella Sadachbia, en el horizonte sudeste. La recomendación es mirar hacia una región amplia del cielo, sin enfocarse directamente en la constelación de Acuario.

“Nunca mire directamente al radiante. En su lugar, siga el consejo de la NASA y acuéstese boca arriba sobre algo blando con los pies apuntando hacia el este. Esto le permitirá contemplar una amplia franja del cielo, lo que le dará la mejor oportunidad de ver una Eta Acuárida surcando el firmamento”, recuerdan.

Un cometa histórico, un legado activo

Las partículas del Halley ingresan
Las partículas del Halley ingresan a 66 kilómetros por segundo generan fricción y se desintegran dejando estelas llamadas trenes luminosos. (Laboratorio de Propulsión a Chorro/NASA vía AP)

La historia del cometa Halley está entrelazada con los comienzos de la astronomía moderna. Fue Edmond Halley quien predijo con éxito su retorno en 1705, basándose en las leyes de movimiento planetario formuladas por Isaac Newton. Desde entonces, el cometa ha sido un objeto de interés sostenido.

En 1986, una misión internacional de sondas lo estudió en detalle durante su último paso por el sistema solar interior. Actualmente se encuentra en viaje de retorno hacia el Sol, trayectoria que inició en diciembre de 2023 y que tomará décadas en completarse. La NASA calcula que alcanzará su punto más cercano a la Tierra en 2061.

El cometa fue objeto de un intenso escrutinio por parte de una flota internacional de sondas espaciales durante su última visita al sistema solar interior en 1986, tras lo cual desapareció del cielo terrestre para continuar su trayectoria orbital de 76 años, que lo lleva a 5.280 millones de kilómetros de nuestro Sol.

El cometa Halley fue predicho
El cometa Halley fue predicho por Edmond Halley en 1705 su próxima aparición será en 2061 según cálculos actuales de la NASA.

El cometa Halley inició su viaje de regreso de 38 años hacia nuestra estrella el 8 de diciembre de 2023 y no se prevé que vuelva a pasar cerca de la Tierra hasta 2061, según la NASA.

Aunque el cometa permanece fuera del alcance visual, su presencia se manifiesta anualmente por medio de dos lluvias de meteoros. Las Eta Acuáridas, visibles en mayo, y las Oriónidas, que ocurren en octubre.

“Los aficionados a la astronomía podrán observar su legado en las lluvias anuales de meteoros Oriónidas y Eta Acuáridas, durante las cuales los restos del legendario cometa colisionan con nuestra atmósfera para crear espectaculares estrellas fugaces”, afirma la NASA.

Rastro de escombros dejados por
Rastro de escombros dejados por el cometa Halley en el sistema solar. (NASA)

Cada uno de estos eventos ocurre cuando la órbita de la Tierra intercepta los restos de la estela orbital del Halley. La Agencia Espacial Europea ha documentado este patrón y lo ha confirmado junto con el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian.

Los datos permiten anticipar la aparición y el comportamiento de las lluvias de meteoros con una precisión creciente.

Tras el pico de las Eta Acuáridas, el próximo evento de importancia será la lluvia de meteoros Delta Acuáridas del Sur, prevista para fines de julio, seguida por las Oriónidas en octubre.

Cómo ver una lluvia de estrellas

El hemisferio sur tiene la
El hemisferio sur tiene la mejor vista del fenómeno ya que el radiante de la lluvia se ubica alto en el cielo cerca de la constelación Acuario. (EFE/OAN)

Observar una lluvia de meteoros no requiere telescopios ni equipamiento complejo. Los especialistas recomiendan buscar cielos despejados, lejos de la contaminación lumínica, y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 30 minutos.

También aconsejan llevar ropa abrigada, ya que el fenómeno ocurre de madrugada, y avisar a alguien si se elige un lugar apartado para la observación. “Recuerda abrigarte bien para protegerte del frío del amanecer y avisar a un amigo o familiar adónde vas si decides observar desde un lugar remoto con cielo oscuro”.

Aunque el cielo nocturno pueda parecer constante, la presencia de fenómenos como las Eta Acuáridas recuerda que el espacio sigue en movimiento. Lo que hoy brilla sobre nuestras cabezas son fragmentos que dejaron su rastro hace cientos de años, restos diminutos que al entrar en la atmósfera terrestre dan lugar a uno de los espectáculos más antiguos y fascinantes de la astronomía.

Los meteoros son más fáciles
Los meteoros son más fáciles de ver en zonas rurales, en ausencia contaminación lumínica. (NASA)

La edición 2025 de esta lluvia de meteoros se verá parcialmente afectada por la presencia de la luna en fase creciente, con cerca de dos tercios de su superficie iluminada. Esta condición puede reducir la visibilidad de los destellos menos intensos. Sin embargo, los meteoros más brillantes siguen siendo visibles a simple vista.

La oportunidad de presenciar la Eta Acuáridas no solo convoca a entusiastas de la astronomía, también permite observar un fenómeno vinculado con una historia astronómica de largo aliento. Cada trazo de luz en el cielo no es solo una partícula encendida por fricción.

Es también una huella que dejó un cometa en su recorrido milenario, una prueba de que el espacio sigue en interacción con la Tierra. Aunque Halley no volverá a pasar cerca por varias décadas, su presencia se actualiza cada año con estos fuegos breves que cruzan el firmamento.