
La percepción sobre el rumbo del país registró una mejora tras el cambio de gobierno en Bolivia, aunque el balance general sigue siendo mayoritariamente negativo. Según una encuesta Delphi elaborada por la fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung (FES) a 121 líderes de opinión, el porcentaje que considera que Bolivia va por “buen camino” pasó del 5% en febrero al 33% entre noviembre y diciembre. No obstante, la idea de que el país avanza por “mal camino” continúa siendo predominante, con un 40%, aunque por debajo del 90% registrado a inicios de año.
Las expectativas sobre el futuro son cautelosas. En el plano político, el 39,7% de los consultados cree que la situación se mantendrá igual el próximo año, mientras que el 33,9% considera que empeorará y solo el 25,6% espera una mejora.
En cuanto a la economía, el 36,4% prevé que no habrá cambios, el 33,1% anticipa un deterioro y el 29% confía en una mejora. Si bien estas cifras no reflejan un optimismo generalizado, representan un avance respecto a periodos anteriores, cuando apenas el 1% creía que la situación económica podía mejorar.

Este escenario se da en un contexto marcado por la crisis económica que atraviesa Bolivia desde hace más de dos años, vinculada al déficit fiscal, la escasez de divisas y la necesidad de ajustes para sostener el gasto público. El nuevo Gobierno asumió funciones el 8 de noviembre tras un periodo de desgaste institucional y conflictividad social, con demandas acumuladas en materia económica, social y de gobernabilidad.
En este contexto, las preocupaciones económicas continúan en el centro del debate público, destacando el aumento de los precios de la canasta familiar, los combustibles y el crecimiento de la pobreza y la desigualdad, en un escenario donde el 73,6% de los entrevistados anticipó un incremento de los conflictos sociales por las medidas económicas que asumiría el nuevo gobierno.
La encuesta también revela que la confianza institucional sigue siendo uno de los principales desafíos para el fortalecimiento de la democracia boliviana. Ninguna institución supera el 50% de credibilidad, siendo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) la mejor valorada con un 49%, seguido del Gobierno nacional (21%) y la Defensoría del Pueblo (20%). En contraste, la Policía, las Fuerzas Armadas y la Asamblea Legislativa se ubican entre las entidades que generan menor confianza.

Respecto a la administración de Rodrigo Paz, la mayoría de los encuestados considera que es “débil” (55,4%), frente a un 34,7% que la califica como regular y apenas un 6,6% que la percibe como fuerte.
El estudio se realizó entre el 25 de noviembre y el 13 de diciembre, antes de que el presidente emitiera el Decreto Supremo 5503 con el que se levantó el subsidio a los combustibles, se aumentó el salario mínimo nacional y se implementó un mecanismo exprés de aprobación de contratos sobre recursos naturales, entre otros aspectos. Las medidas adoptadas por el Gobierno antes de la encuesta, como la exoneración de algunos impuestos, recibieron una valoración mayoritariamente “regular”.
En términos generales, la incertidumbre sigue siendo el sentimiento dominante sobre el futuro del país con un 46,3%, aunque se registra un aumento de la esperanza en comparación con estudios anteriores.
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