Durante un evento en el Interamerican Institute for Democracy (IID) en Miami se presentó el libro “Guerra híbrida en las Américas (Crimen contra democracia)”, un análisis de Carlos Sánchez Berzaín que explora las formas contemporáneas de agresión no convencional contra las instituciones democráticas en el continente. El evento reunió a figuras de la política, el periodismo y la academia latinoamericana.
La ceremonia de apertura estuvo a cargo de Tomás Regalado, presidente del IID y exalcalde de Miami. Posteriormente, Diego Arria, expresidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, presentó la obra. Arria, quien ha sido distinguido recientemente por el IID con el premio “Caballeros y Damas de la República”, fue el encargado de introducir el análisis de Sánchez Berzaín sobre las amenazas a la democracia en la región.
El panel de comentarios contó con la participación de Ricardo Israel, académico y analista político chileno, reconocido por su trabajo en derecho constitucional y estudios sobre sistemas democráticos en América Latina. Junto a él estuvo Guido Añez, exministro boliviano, conocido por su protagonismo en debates sobre transición política y consolidación institucional, así como por sus aportes recientes al proceso democrático en Bolivia.

La perspectiva periodística estuvo representada por Iliana Lavastida, periodista cubanoamericana y directora de Diario Las Américas, quien se ha destacado en el análisis de regímenes autoritarios y el impacto del modelo cubano en los equilibrios regionales, además de su participación en la defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos.
El panel se completó con Robert Evan Ellis, politólogo e investigador especializado en seguridad hemisférica, crimen organizado y relaciones entre Estados Unidos y América Latina, autor de numerosos estudios sobre amenazas transnacionales y estrategias de injerencia.
Durante la presentación, Carlos Sánchez Berzaín detalló que su nuevo libro reúne ensayos escritos durante la última década, organizados en torno a la guerra híbrida en el continente.
Según Sánchez Berzaín, la evolución de los conflictos —desde la Segunda Guerra Mundial, pasando por la Guerra Fría y las guerras asimétricas, hasta la actual guerra híbrida— exige una reflexión profunda, que el autor desarrolla a través de la escritura y el ensayo, aprovechando las posibilidades que ofrecen las formas de comunicación actuales.

En su intervención, Sánchez Berzaín explicó conceptos fundamentales como la guerra, la migración, las pandillas, el asesinato, las noticias falsas, la creación de narrativas y el terrorismo de Estado.
Subrayó que la migración forzada es una consecuencia directa de la guerra híbrida, ya que el miedo inducido por el Estado obliga a las personas a abandonar sus países. Además, denunció que el socialismo del siglo XXI ha instrumentalizado el narcotráfico estatal, dando lugar a narcoestados como Bolivia y Venezuela, donde los jerarcas políticos se enriquecen y financian campañas en otras naciones.
Para revertir esta situación, propuso fortalecer los partidos políticos y destacó la relevancia de la política exterior de la administración de Donald Trump, en particular el operativo “Lanza del Sur”, que combate al Cártel de los Soles en Venezuela. Sánchez Berzaín afirmó que todos estos temas se abordan en detalle en su libro.
Beatriz Rangel aportó que aunque el término de la guerra híbrida se ha popularizado recientemente, no es un fenómeno nuevo y ha sido utilizada en distintos países a lo largo de la historia.
Rangel enfatizó que, en la actualidad, la guerra híbrida apunta directamente a la vida cotidiana de los ciudadanos, afectando lo que consumen, sus actividades y sus comunicaciones.
Por su parte, Ricardo Israel resaltó la importancia del libro de Sánchez Berzaín y su capacidad para definir conceptos como el castro-chavismo y las dictaduras electoralistas, ejemplificadas por Venezuela, donde “se vota, pero no se elige”.
Israel también abordó la tragedia del uso de la violencia como método de silenciamiento en el marco de la guerra híbrida, citando los asesinatos de candidatos presidenciales en países como Colombia y Ecuador.
Añadió que la guerra híbrida no se limita a Ucrania, sino que los casos de Cuba y Venezuela, con sus vínculos con Irán, Hamas y Hezbollah, constituyen ejemplos paradigmáticos.
Francisco Andara introdujo el evento y explicó la misión del IID, destacando su fondo editorial, que ya supera los cien libros publicados.
Tomás Regalado definió al IID como “un faro para la democracia en América Latina” y compartió su experiencia como periodista en Cuba, donde denunció la ausencia de libertad de expresión y el uso sistemático de la guerra híbrida desde la instauración del régimen dictatorial en 1959.
Diego Arria reflexionó sobre los cambios constantes en el mundo y los desafíos que enfrenta Ucrania en su conflicto con Rusia. Arria sostuvo que Estados Unidos tiene una oportunidad histórica para contribuir a la salida de la crisis venezolana, lo que genera esperanza en que la dictadura llegue a su fin.
Expresó su optimismo en que, una vez conquistada la libertad, los venezolanos podrán ayudar a otros países en situaciones similares, como el caso de Cuba.
El IID, a través de su labor editorial y de análisis, continúa promoviendo el debate sobre los mecanismos de la guerra híbrida y la defensa de la democracia en la región.
Guido Añez sostuvo que el exilio puede ofrecer una perspectiva más clara sobre la importancia de la democracia. Añez destaca conceptos del libro como el de las oposiciones funcionales, que afectan a varios países latinoamericanos, y plantea la paradoja de la dominación política en la región, donde un país rico como Venezuela es sometido por uno más pobre como Cuba.
Iliana Lavastida subrayó la dimensión informativa y la relevancia pública de la obra. En sus palabras: “Este libro tiene alcance periodístico, y lo digo con conocimientos de causa, porque son publicados en medios de comunicación; entre ellos y a partir de los niveles de audiencia que alcanza, podemos decir que tienen la capacidad de alcanzar una connotación periodística, es decir, puede llegar a todos los públicos”.

Además, explicó que, en el marco de la convocatoria realizada por el instituto, se llevó a cabo un análisis del concepto de guerra híbrida y su implementación concreta. Detalló que este fenómeno no solo afecta a la democracia en general, sino que también se usa como un método para debilitar y desestabilizar la democracia en Estados Unidos. Además, indicó que se identificaron ejemplos concretos de este tipo de acciones a lo largo del estudio.
En esa línea, Lavastida ilustró el impacto de este tipo de conflictos en América Latina: “La expansión del sistema dictatorial implantado en La Habana y su expansión en los países de Latinoamérica es una de las manifestaciones más evidentes de cuán eficaces han sido las guerras híbridas, con las que se invaden las sociedades, se agreden y penetran, sin necesidad de intervenciones armadas”.
Al referirse al caso cubano, Lavastida señaló la diferencia entre una invasión militar y otros métodos de injerencia: “Aunque no pueda hablarse de una invasión militar convencional contra otras naciones, sí se puede corroborar que se han ejecutado prácticas como el entrenamiento de grupos armados, que alimentaron guerrillas y movimientos insurgentes, así como la colocación de subagentes de influencia en diferentes esferas de la política y la economía en países como Perú, El Salvador, Chile, Nicaragua, Colombia, Bolivia y más recientemente Venezuela.
Robert Evan Ellis, profesor e investigador en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra de Estados Unidos, señaló que el libro ofrece un marco fundamental para comprender la guerra híbrida en la coyuntura actual, especialmente en relación con las amenazas que enfrentan países como Venezuela.
Por otro lado, valoró frases como “votar no es siempre es elegir”, asociándola a casos históricos en Europa, y subrayó la importancia de no confundir procesos electorales con democracia real. Remarcó también el valor del Estado de derecho y la ley internacional, y destacó el llamado a fortalecer la cooperación con países aliados para promover prosperidad y seguridad.
Por último, resaltó el llamado del libro a la cooperación internacional, mencionando la oportunidad de colaboración entre Estados Unidos y los gobiernos de países como Bolivia, Chile, Argentina, Honduras, Trinidad y Tobago y República Dominicana. Según Ellis, es fundamental que aquellos países que colaboran con Estados Unidos puedan alcanzar prosperidad y seguridad gracias a esa asociación.
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