Bolivia elimina cuatro impuestos y anuncia reformas en el Presupuesto para reducir el 30% el gasto fiscal

El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, descartó modificaciones iniciales en el tipo de cambio y aseguró que se está “preparando el terreno” para retomar el control de la política cambiaria.

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José Gabriel Espinoza usa su
José Gabriel Espinoza usa su teléfono tras jurar como ministro de Economía y Planeamiento de Bolivia, en La Paz, Bolivia, el 9 de noviembre de 2025. REUTERS/Claudia Morales

El presidente Rodrigo Paz y el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, anunciaron las primeras medidas financieras para estabilizar la economía del país, entre ellas la eliminación de cuatro impuestos y reformas en el Presupuesto General del Estado (PGE) para reducir en 30% el gasto fiscal.

“Hemos decidido abrogar cuatro impuestos: el impuesto a las transferencias financieras (ITF), impuesto a las grandes fortunas, el impuesto al juego y el impuesto a las promociones empresariales”, señaló Espinoza.

Según el ministro, el ingreso por los cuatro impuestos no representa más del 1% de la recaudación fiscal. Sin embargo, informó que han generado una serie de problemas y contradicciones en el ámbito de negocios. “El impuesto a las grandes fortunas ha representado una salida de capitales de Bolivia, un desincentivo muy fuerte a las inversiones extranjeras en el país”, explicó.

El ministro también informó que se ha solicitado la devolución del proyecto de ley del PGE 2026 para incluir un artículo que permita su revisión hasta febrero del próximo año con el objetivo de reducir en 30% el gasto fiscal. “(El PGE) se había vuelto una herramienta de marketing político más que de planificación financiera, se ponían cifras infladas en términos de crecimiento y se manipulaban datos para que las cifras cuadren en el papel, pero en la realidad era muy distinto”, señaló el ministro.

Imagen de archivo
Imagen de archivo

También se anunciaron negociaciones para acceder a nuevos fondos de financiamiento externo que van a superar los 9 mil millones de dólares y que son adicionales al préstamo de “liquidez” de 550 millones de dólares de la CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, que deberían ser desembolsados “máximo en los primeros días de la semana que viene”.

“Estamos reconstruyendo las reservas del Banco Central”, señaló Espinoza, al indicar que cerca del 30% de los préstamos internacionales llegarán al país en los próximos 60 a 90 días.

En la conferencia de prensa se descartó modificar el tipo de cambio en el corto plazo porque se debe primero “preparar el terreno” para tomar control de la política cambiaria. “Primero hay que hacer varias cosas para estabilizar la economía, sería irresponsable arrancar con el tipo de cambio”, explicó el ministro y destacó que se logró controlar el aumento de la inflación desde la posesión del nuevo Gobierno a inicios de noviembre.

La economía boliviana atraviesa un periodo de menor dinamismo desde 2014, año en que comenzó a reducirse el ingreso fiscal por la caída de los precios internacionales del gas y la disminución de las exportaciones.

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Una mujer camina en un mercado de Cochabamba. 18 de agosto de 2025. REUTERS/Agustin Marcarian

Durante una década, el país había mantenido un modelo basado en la redistribución del excedente generado por el sector de los hidrocarburos, lo que permitió sostener el gasto público y los subsidios. Sin embargo, la reducción sostenida de las reservas de gas, el descenso de la producción y el aumento del déficit fiscal han limitado la capacidad del Estado para mantener el ritmo de inversión y transferencias, lo que ha generado un creciente desequilibrio en las finanzas públicas.

A partir del primer trimestre de 2023, los efectos de esta desaceleración comenzaron a sentirse en las calles cuando se limitaron las transacciones bancarias en dólares, surgió un mercado paralelo de divisas y aumentó sostenidamente el precio de los alimentos. En paralelo, surgieron periodos de escasez de combustible que provocaron largas filas en los surtidores de vehículos y afectaron industrias estratégicas como el transporte y la agricultura.

Estas señales reflejan el agotamiento de un modelo que durante años se apoyó en la bonanza gasífera, ahora enfrentado a un contexto de menor ingreso externo, mayores presiones inflacionarias y un mercado cambiario tensionado.

“Estamos abonando el camino para que la economía se recupere”, manifestó el ministro Espinoza y señaló que en las próximas semanas y meses se anunciarán nuevas medidas.