Hegseth afirmó que EEUU mantiene una estrategia de planificación flexible en sus operaciones en el Caribe: “Nada está descartado”

Según secretario de Guerra, el objetivo de la política estadounidense es dejar claro que el hemisferio occidental “no estará controlado por el narcoterrorismo, los cárteles o regímenes ilegítimos”

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Pete Hegseth reitera que “nada está descartado” sobre Venezuela

El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó que la próxima inclusión del Cartel de los Soles en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), vigente a partir del 24 de noviembre, otorgará al gobierno estadounidense “un amplio abanico de nuevas opciones” para intensificar las acciones frente al régimen de Nicolás Maduro.

En declaraciones a One America News, el titular del Pentágono enfatizó en que el Departamento de Guerra mantiene una estrategia de planificación flexible, asegurando que “nada está descartado, pero tampoco nada está automáticamente sobre la mesa”, en referencia al análisis permanente de las opciones de respuesta del despliegue militar en el Caribe.

El titular del Departamento militar reiteró que Washington considera que el dictador chavista “no es un líder legítimamente electo” y recordó que enfrenta acusaciones formales de narcotráfico ante la justicia estadounidense.

“Estas herramientas legales adicionales ofrecen más alternativas a nuestro Departamento para presentarle opciones al presidente Donald Trump”, afirmó. Entre las medidas posibles, mencionó la ampliación de operaciones en la lucha contra el narcoterrorismo.

Hegseth subrayó que Maduro sigue siendo activamente buscado por Estados Unidos, administración que mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura. El funcionario también mencionó que el líder del régimen venezolano “mintió a la administración anterior sobre su intención de dejar el cargo”, incumpliendo compromisos con la Casa Blanca.

Pete Hegseth habló sobre las opciones militares contra el narcoterrorismo

Según el allegado a Trump, el objetivo de la política estadounidense es dejar claro que el hemisferio occidental “no estará controlado por el narcoterrorismo, los cárteles o regímenes ilegítimos”. En ese sentido, insistió en que las nuevas herramientas legales facilitarán la expansión de la misión antidroga ya existente en la región, enfocada en los cárteles vinculados al régimen venezolano.

En otro tramo de la entrevista, estableció un paralelo directo entre las operaciones estadounidenses en el Medio Oriente y la capacidad operativa disponible en el hemisferio occidental. Hegseth subrayó que Estados Unidos perfeccionó durante dos décadas su capacidad para “alcanzar a narcoterroristas en Irak, Siria y Afganistán”, y advirtió que de ser necesario aplicar esa fuerza en la región—en tierra o en el mar—“nadie lo haría mejor” que el país norteamericano.

En relación con la “Operación Lanza del Sur”, Hegseth describió la misión actual como un esfuerzo principalmente marítimo dirigido contra los cárteles, y lanzó una advertencia explícita a quienes participan en el tráfico de drogas: "No se suban a un bote porque va a terminar mal para ustedes“.

El funcionario concluyó que el Departamento de Guerra prioriza la planificación estratégica avanzada, con el objetivo de proveer opciones diversas al líder republicano.

El ataque de Estados Unidos
El ataque de Estados Unidos a una narcolancha en el Caribe (Europa Press)

Las declaraciones del funcionario fueron emitidas luego de que cinco aeronaves militares de Estados Unidos fueran detectadas de forma simultánea y pública en radares de seguimiento aéreo sobre el Caribe, frente a las costas de Venezuela.

El monitoreo realizado por FlightRadar24 registró el episodio este jueves, el cual refleja un viraje en la estrategia operativa de Washington, que hasta ahora mantenía sus vuelos de inteligencia en modo de sigilo, con los sistemas de rastreo apagados.

El grupo aéreo estuvo liderado por un RC-135W Rivet Joint (matrícula 62-4132), aeronave especializada en reconocimiento estratégico electrónico, que operó bajo el indicativo ALBUS39 al este del delta del Amacuro. Es la primera vez durante la presente crisis que este modelo de avión de espionaje activa sus transpondedores en la zona del Caribe, permitiendo la visualización pública de su ruta y posición.

A la operación se sumaron posteriormente cuatro aviones militares más, identificados en los sistemas de rastreo con los códigos de llamada PARTY11 (AE58BC), FELIX12 (AE1ABF), LION11 (AE53C0) y LION12 (AE53C1).

(Con información de REUTERS)