El opositor José Daniel Ferrer aseguró que la resistencia cubana seguirá desde el exilio tras su expulsión de la isla

El líder disidente destacó que la ola represiva y la persecución a su entorno obligaron a los activistas a buscar nuevas formas de sostener la oposición desde el exterior

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El disidente cubano José Daniel
El disidente cubano José Daniel Ferrer habla sobre su experiencia al salir de Cuba (AP Foto/Marta Lavandier)

José Daniel Ferrer, líder de la disidencia cubana, anunció que la lucha contra el régimen de La Habana continuará desde el exterior, luego de que fuera forzado a dejar el país tras años de persecución, hostigamiento y prisión.

Ferrer, que encabezó durante décadas a uno de los principales movimientos opositores en Santiago de Cuba, llegó a Miami este mes junto a su familia y bajo la mediación de autoridades estadounidenses.

En su primer pronunciamiento tras el exilio, Ferrer describió las circunstancias que lo llevaron a tomar la decisión de abandonar Cuba.

Mi detención me convirtió en un símbolo de resistencia, pero entendí que, para proteger a mi familia y asegurar la continuidad de la lucha, mi papel debía continuar desde el extranjero”, declaró el activista.

Explicó que, si bien considera que la defensa de la democracia es más efectiva dentro de la isla, la actual represión ha dejado a los disidentes sin posibilidades reales de organizarse en territorio cubano.

La salida de Ferrer se inscribe en un contexto de represión intensificada tras las protestas masivas de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles en reclamo de libertades civiles, alimentos y servicios mínimos.

Ferrer, que encabezó durante décadas
Ferrer, que encabezó durante décadas a uno de los principales movimientos opositores en Santiago de Cuba, llegó a Miami este mes junto a su familia y bajo la mediación de autoridades estadounidenses

Desde entonces, el régimen cubano incrementó los arrestos domiciliarios, las detenciones sin juicio y la criminalización de los opositores.

El líder disidente relató que la seguridad cubana actuó no solo contra él, sino contra su entorno más cercano, incluyendo amenazas para arrestar a su pareja. “Salir del país era mi única opción. No podía permitir que la represión alcanzara aún más a mi familia”, expresó.

Durante los años en prisión, Ferrer asegura que fue objeto de torturas físicas y psicológicas, incluyendo golpizas, alimentación forzada con carne en mal estado y presión constante para negociar condiciones de su liberación bajo demandas de la dictadura.

Intentaron obligarme a buscar un acuerdo con funcionarios de la embajada estadounidense y la Iglesia. No acepté condiciones ni negociaciones”, manifestó.

El régimen cubano lo liberó tras requerimientos formales de las autoridades estadounidenses, pero insiste en que no hubo negociaciones entre ambos países, versión ratificada por el Departamento de Estado en Washington.

Representantes de organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos han condenado sistemáticamente el endurecimiento represivo en la isla. En diciembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció la escalada de hostigamientos y agresiones contra periodistas, activistas y opositores cubanos por parte del régimen comunista.

Durante los años en prisión,
Durante los años en prisión, Ferrer asegura que fue objeto de torturas físicas y psicológicas, incluyendo golpizas, alimentación forzada con carne en mal estado y presión constante para negociar condiciones de su liberación

La estrategia actual de Ferrer, según sus palabras, consiste en mantener la cohesión y el vínculo con los activistas dispersos por el exilio, brindar apoyo a los familiares de los presos políticos y continuar denunciando las violaciones de derechos humanos ante la comunidad internacional.

El contacto y la coordinación con quienes permanecen dentro de la isla es esencial. Solo así podemos ayudar a aliviar la falta de recursos y sostener viva la resistencia”, explicó.

Ferrer, cuya trayectoria fue celebrada en un comunicado por el senador estadounidense Marco Rubio, también de origen cubano, expresó su convicción de que el exilio tiene ahora un rol más importante que nunca ante el deterioro social, la crisis económica y la reducción de espacios de protesta efectiva dentro de Cuba.

Espero regresar algún día a una Cuba libre. Pero mientras tanto, no pienso abandonar la lucha por la libertad y los derechos civiles”, concluyó.

El escenario de la oposición cubana queda, así, abierto a nuevas estrategias para resistir la dictadura y mantener vivo el reclamo democrático, ahora con un liderazgo más disperso, pero decidido a operar desde fuera de la isla.

(Con información de The Associated Press)