Ecuador: las bases indígenas de Imbabura desconocen el fin del paro nacional y mantienen la movilización

Asambleas en Otavalo y otras comunidades rechazaron los acuerdos suscritos por dirigentes con el Gobierno

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Manifestantes protestan mientras organizaciones indígenas
Manifestantes protestan mientras organizaciones indígenas y otros movimientos sociales convocan a una marcha pacífica de resistencia, en Quito, Ecuador, el 12 de octubre de 2025. REUTERS/Karen Toro

En la provincia de Imbabura, el anuncio gubernamental de que el paro indígena había concluido no se tradujo en los hechos. Las comunidades de base, sobre todo en Otavalo, mantienen la movilización y desconocen los acuerdos alcanzados por los dirigentes. Mientras el ministro del Interior, John Reimberg, declaró que “Ecuador está en paz”, las asambleas locales ratificaron que la lucha continúa y que la decisión de suspender las protestas no fue consultada con las bases.

Infobae conoció que en varios grupos comunitarios de la Sierra Norte circulan mensajes en los que se cuestiona la falta de liderazgo de las estructuras nacionales. “La gente en Imbabura se siente abandonada, no sienten que ha habido una dirigencia firme de parte de la Conaie ni de la FICI. En Imbabura están tomando las decisiones las bases”, se lee en uno de los mensajes compartidos por dirigentes locales. En otro texto, una activista señaló que “a pesar de la débil dirección política de la Conaie y los desencuentros al interior de las direcciones de UNORCAC y FICI, la fuerza de las comunidades y uniones indígenas de Imbabura y parte de Pichincha norte sigue intacta”.

La información coincide con lo reportado por medios locales, que confirmaron que tras el acuerdo con el Gobierno, representantes de cinco pueblos de Imbabura —reunidos con el ministro Reimberg— anunciaron el “levantamiento del paro”. Sin embargo, esa decisión fue rechazada casi de inmediato por las bases, que la calificaron de inconsulta y se declararon en asamblea permanente.

El ministro del Interior, John
El ministro del Interior, John Reimberg. REUTERS/Karen Toro

La noche del 15 de octubre, cientos de personas se concentraron en el centro de Otavalo y en varias comunidades para exigir la derogatoria del Decreto Ejecutivo 126, con el que el presidente Daniel Noboa eliminó el subsidio al diésel: “Hay hermanos muertos, heridos, a quienes les cortaron el pelo, y por eso no se puede decir que aquí se acabó. La lucha tiene que seguir”, afirmó uno de los voceros durante una asamblea pública, en medio de gritos de “¡Que viva el paro!”, según se escucha en las grabaciones que se transmitieron por la red social TikTok.

Pacha Terán, dirigente indígena, declaró que las comunidades siguen “en pie de lucha” y que permanecerán en asambleas permanentes. “Cómo es posible que nos digan que nos vayamos a nuestro territorio. Aquí vivimos, el territorio es nuestro. Nadie ha secuestrado a Otavalo, nosotros somos de Otavalo”, manifestó al diario El Universo.

En la misma reunión participó la alcaldesa de Otavalo, Anabel Hermosa, quien intentó tender puentes entre los líderes locales y el Ejecutivo. La autoridad advirtió que las bases no pueden desconocer a sus dirigentes sin afectar la estructura organizativa del movimiento indígena, pero reconoció que el malestar es generalizado. Convocó a una nueva reunión con presidentes de comunidades para definir una posición común antes de retomar los diálogos.

Manifestantes protestan contra el aumento
Manifestantes protestan contra el aumento del precio del diésel y otras medidas económicas del gobierno del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, conmemorando 533 años de resistencia indígena, en Quito, Ecuador, el 12 de octubre de 2025. REUTERS/Karen Toro

Mientras el Gobierno celebraba el fin de los bloqueos, las organizaciones del norte insistían en que el proceso no ha concluido. Según los reportes edl ECU911, se conoció que los bloqueos en la Panamericana continuaban lel jueves 16, y que las comunidades de Peguche, Quinchuquí, Agato y otras zonas rurales mantenían presencia en los puntos de control. En varios sectores, los habitantes se organizaron para permitir el paso de ambulancias y vehículos de abastecimiento, pero no de transporte pesado ni funcionarios estatales.

El paro, que cumple 24 días, comenzó como una protesta por el retiro del subsidio al diésel, pero derivó en un reclamo más amplio contra la política económica del Gobierno. Las comunidades exigen, además, la revisión del costo de los combustibles, la libertad de los detenidos durante las protestas y una investigación independiente por los enfrentamientos del 14 de octubre, en los que, según la dirigencia local, hubo jóvenes muertos y heridos.