El Mercosur aprobó una ampliación de las listas de excepciones arancelarias

La medida da mayor margen de maniobra a los países miembros ante los vaivenes suscitados por la guerra comercial global

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El presidente Javier Milei preside
El presidente Javier Milei preside la cumbre de Mercosur celebrada este 3 de julio de 2025 en Argentina (Infobae)

El Mercosur aprobó una resolución que amplía temporalmente las listas de productos en los que cada país del bloque puede hacer excepciones al arancel externo común que aplica la unión aduanera a las importaciones, según anunció este jueves el canciller argentino, Gerardo Werthein.

La resolución fue aprobada por el Consejo Mercado Común (CMC), órgano de decisión política del Mercosur, en la víspera de la cumbre semestral de jefes de Estado del bloque que acoge Buenos Aires.

El Consejo del Mercado Común decidió ampliar las listas nacionales de excepciones al arancel externo común de los Estados partes signatarios del Tratado de Asunción”, anunció Werthein, quien destacó, al inicio de la cumbre, que “se trata de una decisión de gran relevancia porque introduce flexibilidad, manteniendo un esquema compartido”.

“Se habilita de ese modo la adaptación de cada país, según sus prioridades, a las nuevas realidades del comercio internacional, sin perder un horizonte común”, añadió el canciller anfitrión de la cumbre.

La medida da mayor margen de maniobra a los países miembros del Mercosur ante los vaivenes suscitados por la guerra comercial global.

El comercio del bloque —fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— se rige por un arancel externo común (AEC), con alícuotas (proporciones) que van desde el 0 al 35%, pero desde 2010 cada miembro del Mercosur cuenta con una Lista Nacional de Excepciones (LNE) al AEC en una cantidad limitada de productos que puede cambiar cada seis meses, previa notificación a sus socios.

Actualmente, Argentina y Brasil pueden incorporar hasta finales de 2028 un total de hasta 100 códigos en sus respectivas LNE, mientras que Uruguay puede llegar a tener en su lista 225 productos hasta finales de 2029, y Paraguay, 649, pero con un plazo que vence a finales de 2030.

La resolución aprobada mantiene este esquema para aplicar aranceles mayores o inferiores al AEC, pero habilita a los países a añadir una LNE “temporaria” para “la adaptación al nuevo contexto internacional”.

FOTO DE ARCHIVO: Una vista
FOTO DE ARCHIVO: Una vista de dron muestra la obra de construcción de la terminal STS11 de COFCO International para el almacenamiento y exportación de soja en el puerto de Santos, estado de Sao Paulo, Brasil 31 de enero de 2025 (REUTERS/Roosevelt Cassio/Archivo)

En esas listas provisionales cada país tendrá la posibilidad de incluir 50 códigos arancelarios en los que se podrán reducir las alícuotas respecto al AEC.

Su vigencia también será diferente para cada socio: Argentina y Brasil podrán hacerlo hasta diciembre de 2028; Uruguay, hasta finales de 2029; y Paraguay, hasta que concluya 2030.

Esta ampliación dará mayor margen a países como Argentina, que han expresado su voluntad de negociar acuerdos de reciprocidad arancelaria con Estados Unidos.

Tratado de libre comercio con la UE

Por otra parte, el Mercosur reiteró este jueves que confía en firmar antes de que finalice este año el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE) para iniciar después el proceso de ratificación parlamentaria del acuerdo por cada uno de los países miembros.

Al presentar ante los jefes de Estado del bloque suramericano un informe de gestión del último semestre, el canciller argentino indicó que el Mercosur ha “promovido activamente los trabajos técnicos y jurídicos para alcanzar la pronta firma, en el próximo semestre, del Acuerdo de Asociación Estratégica entre el Mercosur y la Unión Europea, concluido en diciembre pasado”.

Tras múltiples rondas de negociaciones iniciadas en 2000, el Mercosur —bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— y la UE llegaron a un acuerdo político para lograr un TLC a finales de 2024.

Ahora se espera la presentación del texto jurídico definitivo y su traducción a los idiomas oficiales de la UE para luego firmar el acuerdo y remitirlo después a las instancias parlamentarias para su ratificación, requisito para que el pacto entre en vigor.

En algunos países europeos, como Francia, persisten las resistencias a validar el pacto, en particular, en lo relativo al capítulo agrícola, donde los suramericanos son altamente competitivos.

(Con información de EFE)