Una noche de terror en Ecuador: doble crimen en un parque de Manabí y otro en un bus en Guayaquil

Las víctimas fueron atacadas en espacios públicos y la Policía investiga vínculos con bandas criminales

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Las autoridades asistieron al llamado
Las autoridades asistieron al llamado de los testigos que presenciaron el sicariato. (X/ La Historia Ec)

La noche del sábado 31 de mayo de 2025, la ciudad de Portoviejo, capital de la provincia costera de Manabí, fue escenario de un nuevo hecho de violencia que dejó dos personas muertas y otras dos gravemente heridas. El ataque ocurrió alrededor de las 23:45 en el parque Saavedra, ubicado en la ciudadela Los Olivos, cuando un grupo de amigos fue sorprendido por sicarios que se movilizaban en bicicletas. La irrupción de los atacantes dejó una escena de pánico y muerte que, según testigos, se desató en cuestión de segundos, según reportó Ecuavisa.

De acuerdo con dicho medio, una de las víctimas falleció en el sitio tras recibir varios impactos de bala. Otro hombre intentó huir corriendo, pero cayó sin vida a unos 50 metros del lugar. Los dos heridos fueron trasladados de urgencia a casas de salud cercanas, donde permanecen en estado crítico. El ECU 911 recibió la alerta e inmediatamente despachó ambulancias y unidades policiales a la zona. Al llegar, los socorristas constataron los decesos y procedieron al traslado de los heridos.

La Policía Nacional inició las investigaciones para dar con los responsables del crimen, quienes escaparon del lugar sin dejar rastros. Las autoridades manejan varias hipótesis sobre el móvil del ataque, aunque aún no se ha confirmado si se trató de un ajuste de cuentas, una disputa entre grupos criminales o una acción aleatoria. La escena fue acordonada para el levantamiento de indicios balísticos y toma de testimonios.

Imagen de archivo y referencial
Imagen de archivo y referencial de una zona acordonada por la policía tras un asesinato. REUTERS/Vicente Gaibor del Pino

Este crimen ocurre en un contexto de creciente violencia en Portoviejo, que ha visto dispararse las cifras de homicidios en el último año. Según datos del Ministerio del Interior citados por Ecuavisa, entre enero y abril de 2025 se registraron 110 asesinatos en la ciudad, un aumento significativo si se compara con los 70 homicidios contabilizados en el mismo periodo de los dos años anteriores. La tendencia al alza preocupa a los habitantes, quienes señalan que los parques, calles y espacios públicos ya no ofrecen garantías mínimas de seguridad.

El doble homicidio en el parque de Portoviejo no fue el único crimen que estremeció al país ese sábado. Horas antes, a las 18:30, en la parroquia Chongón, perteneciente a Guayaquil, otro ataque armado dejó dos muertos dentro de una unidad de transporte público. En este caso, un sicario subió al bus y disparó en reiteradas ocasiones contra un joven de 21 años que tenía antecedentes penales. Las balas también alcanzaron a un segundo pasajero, un hombre de 50 años que fue identificado como víctima colateral.

La Policía presume que este asesinato está relacionado con disputas entre bandas delictivas que operan en la zona. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Guayaquil mientras continúan las pericias para identificar al responsable del ataque. El distrito Progreso, al que pertenece Chongón, ha registrado un incremento preocupante de muertes violentas: en el primer cuatrimestre de 2025, se reportaron 32 asesinatos, muy por encima del promedio histórico de menos de 10 crímenes en ese mismo periodo, según el medio ecuatoriano.

El sicariato de Chongón sucedió
El sicariato de Chongón sucedió dentro de un bus. Imagen referencia/ ARCHIVO/ REUTERS/Henry Romero

Ambos episodios reflejan la magnitud de la crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, especialmente en sus zonas urbanas y costeras, donde el control territorial de bandas vinculadas al narcotráfico ha generado un clima de temor e incertidumbre. La violencia ya no se circunscribe a determinados sectores, sino que irrumpe en espacios cotidianos, como buses y parques, afectando tanto a objetivos directos como a víctimas colaterales.

Aunque el Gobierno ha anunciado medidas para contener la ola de crímenes, como el fortalecimiento de la presencia policial y la intervención en territorios dominados por mafias, los resultados siguen siendo insuficientes. La Policía y las Fuerzas Armadas continúan desplegadas y realizan allanamientos en zonas de alto riesgo.