
La faceta preferida por el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset para esconderse es la de jugador de fútbol. Bajo el nombre de Luis Amorín, y estando prófugo de la Justicia, el delincuente montó un cuadro en la divisional B en Santa Cruz de la Sierra, hasta que se fugó tras ser descubierto. La semana pasada, Estados Unidos anunció que pretende que Marset abandone la camiseta de fútbol para vestir un uniforme carcelario.
Literalmente así lo planteó Cartwright Weiland, un alto funcionario de la Oficina de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos y Aplicación de la Ley. Lo hizo en una conferencia de prensa, luego de que Estados Unidos ofreciera una recompensa de USD 2 millones por información para atraparlo.
El funcionario detalló que Marset se esconde “vergonzosamente” en su aspecto de “villano de cine mientras compite en carreras de coches deportivos y se compra un cuadro de fútbol”. “Su riqueza está manchada de sangre y del sufrimiento que ha regado desde Montevideo hasta Miami. Su zoológico privado incluye decenas de animales, pero Marset y sus matones asesinos son las verdaderas bestias”, aseguró Weiland, según consignó el semanario uruguayo Búsqueda.
La Administración de Control de Drogas (DEA) anunció que Marset pasó a integrar su lista de fugitivos más buscados. “La búsqueda continúa para uno de los narcotraficantes más notorios de Sudamérica”, dice el comunicado de esa oficina. El narcotraficante uruguayo está en el cuarto lugar de la lista de los fugitivos más buscados de la agencia antidrogas.
La transferencia a China que fue clave
Uno de los principales cómplices de Sebastián Marset transfirió cerca de USD 32 millones desde un banco de Portugal a otro en China. La operación tuvo como intermediario a una institución financiera de Estados Unidos, que la aprobó mediante un servidor ubicado en Richmond (Virginia). Es una transferencia de un monto muy bajo para el mundo del narcotráfico, pero fue clave en la investigación que vino después.
La transferencia de Portugal a China fue una de las transacciones utilizadas por Estados Unidos para acusar formalmente a Marset de lavado de activos. La acusación fue presentada la semana pasada por el Departamento de Justicia a través de los fiscales federales del Tribunal de Distrito del Este de Virginia, que tiene jurisdicción en Richmond.

Los fiscales alegan que Marset es el líder de una organización de narcotráfico a gran escala, que distribuyó miles de kilogramos de cocaína desde América del Sur a Europa y que tuvo operaciones en Bolivia, Paraguay, Brasil, Bélgica, Países Bajos y Portugal. Por ejemplo, sostienen que fue el responsable del envío vía marítima, en abril de 2021, de 11 toneladas de cocaína al puerto de Amberes (Bélgica), que salieron desde Paraguay e hicieron escala en Buenos Aires.
Los fiscales también apelaron a pruebas de un caso ejecutado recientemente contra Federico Santoro, uno de los laderos de Marset. Tras su detención, él reveló detalles de la estructura financiera y de las rutas de lavado de activos vinculadas a la organización criminal. Era el encargado de blanquear las ganancias de los cargamentos de drogas y lavó al menos cinco millones de euros provenientes del pago por otro negocio. La mayor parte de esos negocios fueron canalizados a través del sistema financiero de Estados Unidos.

Santoro y otros miembros se dedicaban a recolectar las ganancias del narcotráfico, generalmente en euros, informó Búsqueda a partir de documentos oficiales de Estados Unidos. Ellos se encargaban de que ese dinero ilícito luego ingresara en el sistema bancario global, generalmente a través de transferencias bancarias. Para justificarlas, creaban facturas falsas y utilizaban empresas en distintas partes del mundo que no estuvieran relacionadas entre sí.
Una logística de lavado de película
La investigación en Estados Unidos revela que Marset y Santoro tenían una estructura para el blanqueo de activos. Empleaban, entre otras plataformas, Sky ECC, un servicio de mensajería encriptada creado por una empresa canadiense en 2021. Los fundadores de la empresa debieron retirarla del mercado por el uso popular que estaba teniendo en el mundo criminal.

Marset enviaba a través de esa aplicación fotos de ladrillos de cocaína para comunicarle a Santoro que un cargamento estaba en camino a Europa. Luego mandaba otros mensajes para que recaudara el dinero una vez que la carga había arribado. Uno de los mensajes decía: “Tengo Holanda lista 10 mil eu”. Este texto indicaba que 10 millones de euros en ganancias del narcotráfico estaban listos para ser recogidos en Países Bajos.
Marset, Santoro y los otros integrantes del grupo se aseguraban que ese dinero fuera entregado correctamente a través de un sistema de verificación basado en algunos números de serie de los billetes que servían como “token de autenticación”.
La logística incluía escenas de película, según el medio uruguayo. “En algunos casos, los mensajeros de la red recogían maletas llenas de euros a la vera de caminos públicos en Europa, y el dinero era ocultado en compartimentos secretos de vehículos para facilitar su transporte sin ser detectado”, de acuerdo a los textos presentados al tribunal.
Marset prefería que la moneda final de la operación fuera el dólar. Para esto, le proporcionaba a Santoro y a otros cómplices cuentas bancarias de empresas ubicadas principalmente en Chile o China.
Uno de los miembros del esquema es mencionado por los fiscales como co conspirador. Detallan que tenía vínculos con aproximadamente siete empresas en Europa que estaban dispuestas a aceptar ganancias ilegales del narcotráfico y luego realizar transferencias a cuentas determinadas por Santoro. Para facilitar estas transacciones, se creaban facturas falsas con el fin de hacer parecer que el movimiento estaba vinculado a negocios legítimos.
El grupo también compraba y vendía oro con los euros cobrados a sus socios europeos.
El “game changer” de Marset
Después del escape de Santa Cruz de la Sierra, el gobierno de Luis Lacalle Pou instó a la Embajadora de Estados Unidos en Montevideo a que su país se involucrara en el caso. Cuando asumió como ministro del Interior, Nicolás Martinelli se reunió con la embajadora Heide Fulton, que recién acababa de llegar al país.
“Para ese momento Marset no estaba en el radar de Estados Unidos. En algunos casos, personal de sus agencias ni sabían quién era o lo catalogaban como alguien de muy baja monta”, declaró Martinelli, quien dejó en febrero por el cambio del gobierno en Uruguay, a Búsqueda.
El ex jerarca de Luis Lacalle Pou cree que hay un cambio con la intervención de la DEA en el caso Marset. “Esto es un game changer, modifica completamente las reglas de juego”, señaló. “Lo peor que le podía pasar a Marset era que ingresara Estados Unidos a buscarlo, porque es el país que tiene los resortes más importantes para encontrarlo. Más allá de la propia capacidad operativa y de inteligencia de Estados Unidos, países que antes hacían la vista gorda ahora van a colaborar más. Además, el monto de la recompensa puede ser muy tentador para muchas personas que conocen su estructura. Sumado a todo, su mujer está detenida en Paraguay y Santoro en Estados Unidos. Es un testigo clave”, dijo Martinelli.

En la Policía Nacional de Uruguay consideran que el cerco sobre Marset se cerró y un comisario, citado por ese medio uruguayo, sostuvo que “tiene los días contados”.
Últimas Noticias
Los damnificados más prominentes del escándalo de las licencias médicas en Chile
Cercanos al presidente Boric y altas autoridades se cuentan entre los más de 1.000 estatales que ya renunciaron a sus cargos tras un lapidario informe de la Contraloría

De poeta a “copresidenta” de Nicaragua: quién es Rosario Murillo, la poderosa mujer que busca heredar la dictadura de Daniel Ortega
La esposa del líder sandinista tejió una malla protectora que le permita sobrevivir a una eventual caída del régimen una vez que el dictador ya no esté para sostenerla en el poder

Escándalo en Bolivia: el hijo menor del presidente Arce violó una ley de su padre para quemar tierras protegidas y cultivarlas
Una investigación periodística revela que Rafael Arce Mosqueira compró miles de hectáreas por más de tres millones de dólares. Ante el silencio del Gobierno, el ministro de Obras Públicas se refirió al tema con una insólita respuesta

Una ONG nicaragüense exigió justicia por los menores asesinados durante la represión del régimen de Ortega en 2018
El Colectivo de Derechos Humanos para la Memoria Histórica acusó a la dictadura sandinista de implementar una política de terrorismo de Estado, mediante una violencia que no distingue edades ni derechos

El Ejército de Guyana encontró el cuerpo sin vida de uno de sus soldados en la frontera con Venezuela
Stefon Tudor había desaparecido durante una operación de patrullaje en la zona el pasado jueves, lo que derivó en un importante operativo de búsqueda
