La justicia chilena mantuvo la prisión preventiva para el exsubsecretario de Interior acusado de violar a una subalterna

Manuel Monsalve trató de acreditar privación de conciencia la noche de los hechos, pero su teléfono terminó por delatarlo

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Monsalve lleva 134 días en
Monsalve lleva 134 días en prisión preventiva.

Tras dos jornadas de maratónicas audiencias, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decidió este miércoles mantener la prisión preventiva para el exsubsecretario de Interior Manuel Monsalve, acusado de violación y abuso sexual por una subalterna, asunto que se convirtió en la peor crisis política en lo que va del gobierno de Gabriel Boric.

La defensa de Monsalve, quien lleva 134 días tras las rejas en el anexo carcelario Capitán Yáber -la cárcel para “delincuentes de cuello y corbata”-, buscaba que el tribunal lo dejara esta vez con arresto domiciliario argumentando una supuesta “privación de conciencia”, tras la regada comida que ambos tuvieron en un restaurante peruano del centro de Santiago en la que ambos bebieron una ingente cantidad de pisco sour.

Sin embargo, un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) presentado por el Ministerio Público, el que da cuenta que la exautoridad consultó su teléfono celular al menos en 100 oportunidades en el hotel al que fueron tras la cena, dio por tierra con sus pretensiones.

Así las cosas, Monsalve deberá esperar tras las rejas lo que resta del proceso en su contra.

Su defensa sostuvo que el
Su defensa sostuvo que el exsubsecretario no estuvo en control de los hechos denunciados.

Los argumentos de la defensa

Entre los antecedentes entregados por la defensa para pedir el arresto domiciliario de Monsalve se contaron sus tres declaraciones previas y varios informes que aseguraban que el exsubsecretario tiene familia y, por ende, es bien difícil que intente huir de la justicia.

Víctor Providel, defensor público jefe de Santiago, sostuvo además que Monsalve habría perdido la conciencia la noche de ese 22 de septiembre del año pasado debido a la ingesta de alcohol, y trató de desacreditar el informe del Servicio Médico Legal (SML), argumentando que las muestras biológicas periciadas eran insuficientes para establecer su culpabilidad.

Finalmente, sostuvo que ambos tenían una relación “afectiva” y que el exsubsecretario jamás estuvo en control total de la situación, tal como sostiene el Ministerio Público.

La fiscalía presentó un informe
La fiscalía presentó un informe que acredita que Monsalve usó en repetidas ocasiones su teléfono celular la madrugada en que ocurrieron los hechos.

Las pruebas de la Fiscalía

Sin embargo, las pruebas presentadas por la fiscalía terminaron por hundir a Monsalve, sobre todo el informe de la PDI que dejó en claro que el hombre fuerte del Gobierno de Gabriel Boric estaba en pleno uso de sus facultades, pues abrió en más de 100 oportunidades su celular esa noche poniendo música en Spotify, revisando sus aplicaciones de mensajes y para peor, usando en dos oportunidades la cámara del teléfono,

Debido a esto, María Elena Santibáñez, abogada de la presunta víctima, anunció peritajes para conocer qué fue lo que Monsalve grabó o fotografió esa madrugada.

El fiscal Francisco Jacir recordó además que las conversaciones con la presunta víctima fueron borradas del dispositivo, por lo que pidió mantener a Monsalve en Capitán Yáber ya que su libertad representa un peligro para la investigación.

Monsalve deberá esperar tras las
Monsalve deberá esperar tras las rejas lo que resta de la investigación en su contra.

La vuelta a Capitán Yáber

Una vez escuchados los alegatos, la jueza Carla Capello sostuvo que “los nuevos antecedentes perjudican al imputado, entregando más indicios de la existencia del delito y de su participación”, según consignó BBCL Investiga.

“Las nuevas diligencias realizadas por el Ministerio Público demuestran que el denunciado tuvo abundante actividad en su teléfono celular, lo que desvirtúa la hipótesis de su alteración de conciencia”, planteó.

Tocante al informe del SML, la magistrada señaló que “si bien no es concluyente por sí mismo, la perito ha aclarado que toda la evidencia (…) es compatible con el ADN del encartado, descartando la presencia de material genético de otra persona de sexo masculino”.

Finalmente, argumentó que “si bien el imputado goza de irreprochable conducta anterior, el hecho tiene asignada pena de crimen y su conducta posterior al hecho, consistente en manipular cierta evidencia y borrar el contenido de sus celulares, negando, además, la existencia de los otros aparatos que le fueron después incautados, configuran peligro para la seguridad de la sociedad y de la investigación, por lo que se resuelve mantener la prisión preventiva”, remató.