La nueva mega cárcel construida en El Salvador, la más grande de América, ya recibió a los primeros 2.000 presos de los 40.000 que puede alojar.
Así lo anunció con orgullo el presidente Nayib Bukele en su cuenta de Twitter este viernes, donde escribió que “esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”.

La construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), que ha levantado alertas entre múltiples organismos de derechos humanos, constituye el más reciente paso en la lucha contra las pandillas que El Salvador lleva encabezando desde hace meses.
Esta gigantesca prisión está ubicada en las afueras de la ciudad de Tecoluca -a 74 kilómetros al sureste de San Salvador- y destaca por sus rigurosos controles de ingreso y su alta tecnología para la vigilancia.
Todo ello quedó expuesto en un video que el mandatario compartió en sus redes sociales junto al mensaje antes mencionado, en el que mostró en detalle cómo fue el operativo de traslado realizado durante la madrugada de este viernes.

En las imágenes se puede apreciar a un grupo de pandilleros con el torso desnudo, vistiendo apenas pantaloncillos blancos y sin ningún tipo de calzado, custodiados por policías mientras se alinean en un gran patio de otra de las prisiones en el país.
Momentos más tarde, con las manos esposadas en sus espaldas, son subidos a autobuses y trasladados bajo fuertes medidas de seguridad hacia el nuevo centro penitenciario, a donde llegaron cerca del amanecer. Todo el trayecto estuvo custodiado por varios helicópteros militares que sobrevolaron los colectivos y contó con el apoyo de cientos de oficiales de la policía, agentes de seguridad de la Dirección de Centros Penales y hasta de soldados.

Una vez en el CECOT, los reos fueron ingresados de a grupos a las celdas.
“Célula a célula estamos eliminando este cáncer de la sociedad. Sepan que no volverán a salir caminando del CECOT, pagarán por lo que son… cobardes terroristas”, escribió por su parte el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
Según cifras oficiales, desde que Bukele dispuso el régimen de excepción y la lucha intensiva contra las pandillas -principalmente la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18- hace casi un año, el país ha experimentado un considerable descenso en los índices de crímenes y violencia.

La medida surgió como una respuesta urgente al alto grado de criminalidad que se registraba entonces y que alcanzó un máximo peligroso entre el 25 y el 27 de marzo del último año, cuando se contabilizaron 87 muertes de esta índole.
Así, en 2022 se habrían reducido en un 57% los homicidios gracias a la detención de unos 64.000 supuestos pandilleros o sujetos posiblemente ligados a ello.
(Con información de AFP y Reuters)
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