
Los e-mails anónimos con denuncias por recurrentes faltas de ética entre sus ejecutivos parecen estar a la orden del día dentro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Luego de que uno de ellos desencadenara una serie de investigaciones y provocara la expulsión del último presidente de la entidad bancaria, Mauricio Claver-Carone, otro correo electrónico al que accedió Infobae explicita más situaciones irregulares entre directores ejecutivos y empleados jerárquicos.
Anónimo, el e-mail fue redactado por “un grupo de mujeres” que dicen “amar la institución” y están “furiosas” con la forma en que se inició el proceso interno contra el norteamericano Claver-Carone a quien va dirigida la nota desde la casilla “The Pandora Box”.
“Ahora que se ha abierto la Caja de Pandora, y que todo está en los medios de comunicación, nos gustaría llamar su atención sobre otras situaciones que también deberían ser objeto de escrutinio e investigación por parte de la administración, la Junta y la oficina de ética, y que creemos que pueden ayudarle a contextualizar las acusaciones y potencialmente atenuar su caso, aportando más información de la realidad organizativa, de la cultura, y aportando algo de equidad e igualdad”, dice el texto.
Las mujeres redactoras del correo electrónico señalan que otros hechos similares a los que se le imputaron a Claver-Carone suceden aún en la actualidad en el BID y protagonizadas por quién -de acuerdo a fuentes de la institución- habría impulsado la denuncia contra el ex presidente. “Creemos que la investigación debe ser lo suficientemente amplia como para abarcar otros casos que ocurren en los niveles más altos de la institución”, dice la nota anónima similar a la que sepultó la última administración.

“Por ejemplo, una situación similar a la alegada entre usted y la Sra. Jessica Bedoya, es la del Sr. James Scriven y la Sra. Sofía Peña. Ambos trabajaron juntos en sus anteriores empleos, tienen una relación muy estrecha más allá del trabajo, y la Sra. Peña ha recibido importantes y constantes beneficios en su situación salarial desde su contratación en la institución”, denuncia The Pandora Box.
Scriven es el actual Gerente General de BID Invest, la institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo. Posee doble nacionalidad: es argentino y británico. Y tiene -de acuerdo a la biografía de la institución- una cartera de US$13.100 millones en activos bajo administración y 385 clientes en 25 países. Es una de las personas más poderosas dentro de la entidad. Peña -también argentina- depende de él y trabaja en las oficinas de Washington desde 2016.
Para muchos dentro de la institución regional, el argentino Scriven habría tenido una participación muy activa en la la salida de Claver-Carone, enfrentado desde todo momento con el gobierno de Alberto Fernández y Gustavo Béliz, ex secretario de Asuntos Estratégicos hasta fines de julio último y quien aspiraba a ser el presidente del BID. Sobre Scriven algunos ironizan puertas adentro y lo llaman “El Ghostwriter”, en referencia al primero de las cartas sin firma que sacudió la institución.
El actual gerente general de BID Invest estudió Administración de Empresas en la Universidad Católica Argentina (UCA) y trabajó en el Banco Hipotecario cinco años en los 90. En 2002 inició su carrera fuera del país en la International Finance Corporation (IFC) dependiente del Banco Mundial a escasas manzanas del BID en Washington. A esta última organización financiera ingresó en 2015.

La explosiva nueva carta que llegó a los miembros de la Junta de Directores de la institución panamericana no se detuvo sólo en esas acusaciones. También reveló que Scriven habría extendido sus debilidades con otras empleadas. “Además, la Junta no es ajena a la contravención de las normas éticas y a los riesgos para la reputación, y una investigación debería contribuir a aportar transparencia a un conocido caso de relación íntima entre un miembro junior de la Junta, J.T., y el jefe de IDB Invest”, remarca la nota. Ese “J.T.” es en referencia a Jade Tjon, representante de Surinam.
“En lo que respecta a la malversación de fondos en IDB Invest, esto no se limita al caso del salario de la Sra. Peña. Los aumentos salariales significativos y discrecionales pagados a los miembros de la Alta Dirección carecen de transparencia y ética, y potencialmente violan las normas de la institución”, profundiza el texto y agrega: “Sospechamos que estas subidas salariales en la cúpula de la organización esconden algún tipo de favores, o silencio a cambio. Sería relevante entender esto, y quiénes son los principales beneficiarios de esas importantes subidas salariales”.
Para algunos empleados del BID sólo resta conocer el énfasis que los miembros de la Junta pondrán sobre estas supuestas irregularidades que fueron enumeradas en un correo tal como hicieron con el e-mail anónimo que ingresó a las mismas casillas a fines de marzo pasado. ¿The Pandora Box tendrá nuevos correos para compartir con la Junta?
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