Las autoridades de Gaza denuncian seis muertos en ataques israelíes durante las últimas 48 horas

Setenta mil novecientas veinticinco personas han fallecido desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, mientras que los registros oficiales del Ministerio de Salud del enclave sitúan el número de heridos en 171.185. Esta información, divulgada por el propio ministerio y reproducida por medios internacionales, revela la magnitud alcanzada por el conflicto y su impacto sobre la población civil y la infraestructura hospitalaria de la Franja.

Según informes consignados por el Ministerio de Salud de Gaza, operado por la administración de Hamás, solo en las últimas 48 horas los hospitales locales han recibido los cadáveres de seis personas que murieron tras recientes ataques aéreos israelíes. A estos se suman otros 20 heridos vinculados a los mismos incidentes. De acuerdo con el balance difundido este sábado y recogido por agencias internacionales, ese recuento incluye además los restos de siete personas recuperados entre los escombros de bombardeos previos, lo que eleva a 13 el total de cuerpos ingresados en los centros médicos durante el periodo considerado.

El medio responsable de la información detalla que, aunque el alto el fuego fue anunciado el 10 de octubre, los registros oficiales muestran un incremento significativo de muertes y heridos, con 401 fallecimientos y 1.108 personas lesionadas desde la declaración. Pese a la paralización formal de hostilidades, los equipos de rescate han continuado localizando cadáveres en varias áreas del enclave, recuperando los restos de 641 personas en el lapso en cuestión. Esta dinámica, según sostiene el Ministerio de Salud, evidencia la persistencia de la violencia, con consecuencias directas y sostenidas en la vida cotidiana de los habitantes de Gaza.

Reportó el Ministerio de Salud local que el sistema hospitalario se encuentra al límite de su capacidad, debido al flujo constante de pacientes que llegan diariamente por nuevas heridas, sumado a la dificultad de identificación y atención de personas atrapadas bajo escombros o que presentan lesiones de variada gravedad. Las instalaciones hospitalarias trabajan bajo presión constante desde el inicio de la ofensiva, lo que ha generado una sobrecarga que pone en riesgo la respuesta sanitaria. De acuerdo con el medio, la crisis humanitaria alimentada por la escasez de medicamentos, suministros y dificultades logísticas complica aún más la situación para profesionales y pacientes.

Las autoridades sanitarias del enclave, citadas en informes y recopilaciones periódicas realizadas por el Ministerio de Salud y medios locales, subrayan que muchas personas continúan desaparecidas o sin ser localizadas después de los bombardeos más recientes. Esta circunstancia añade dificultad a las tareas de rescate y recuperación, muchas veces obstaculizadas también por la inseguridad derivada de la continuidad de acciones militares en diferentes áreas de la Franja. Según publicó el medio encargado del seguimiento, el personal de emergencias y rescate trabaja en condiciones peligrosas, enfrentando riesgos elevados durante el traslado de heridos y cadáveres, mientras el acceso a los servicios de atención primaria y urgencias permanece obstaculizado para grandes segmentos de la población.

El informe oficial, reproducido por diversas agencias, indica que la documentación sobre el número de víctimas, lesionados y cadáveres recuperados se actualiza y comunica públicamente de manera diaria, permitiendo trazar la evolución de la emergencia sanitaria y social en el enclave. Las autoridades insisten, a través de declaraciones formales recogidas por la prensa, en la urgente necesidad de una entrada inmediata de recursos médicos y ayuda humanitaria internacional para hacer frente al volumen de heridos y la persistencia de nuevos casos.

El Ministerio de Salud de Gaza reafirmó que el recuento periódico de víctimas busca visibilizar el efecto acumulativo de las operaciones militares en la infraestructura hospitalaria y en la vida de los habitantes. Los últimos informes reflejan no solo las cifras de muertos y heridos, sino también la continuidad de la presión sobre hospitales y el desafío que supone la localización e identificación de personas desaparecidas, que perpetúan la emergencia en todo el territorio.

De acuerdo con las cifras mencionadas en los balances difundidos, la guerra en Gaza mantiene un ritmo elevado de víctimas, tanto mortales como lesionadas. La crisis resultante afecta tanto al personal sanitario como a los equipos de rescate, que se enfrentan a limitaciones materiales y logísticas en un escenario de alta vulnerabilidad. Según advirtieron voceros del Ministerio de Salud en declaraciones recogidas por medios locales, la situación de los hospitales y servicios de emergencia ha permanecido sin variaciones positivas desde el inicio del conflicto, pese a los anuncios y expectativas en torno al alto el fuego.

Sumado al elevado volumen de afectados y a la escasez de suministros esenciales, la concentración de personas heridas, fallecidas y desaparecidas agrava el panorama sanitario, ante la imposibilidad de responder de manera adecuada a las demandas de una población civil que sufre las consecuencias continuas de los bombardeos y la inseguridad. La información oficialmente publicada describe una situación caracterizada por la continuidad de las hostilidades, el colapso de recursos hospitalarios y la imposibilidad de atender plenamente a los damnificados, indicó el medio responsable del balance.

Las fuentes oficiales remarcaron además que la publicación regular de estadísticas cumple la función de documentar la evolución de la crisis y servir como base para el reclamo de mayor apoyo internacional, en vista de la gravedad sanitaria y social prevaleciente. Las tareas de búsqueda y recuperación, junto con la atención hospitalaria de urgencia, continúan marcadas por la inestabilidad del entorno y la insuficiencia de medios, que desafían tanto la capacidad técnica como la operatividad de los servicios en el enclave.