Jordania confirma su participación en los bombardeos de represalia contra Estado Islámico sobre Siria

En las semanas previas, el monitoreo y la vigilancia sobre movimientos de grupos armados yihadistas en las zonas fronterizas del sur de Siria se habían vuelto una prioridad para las autoridades jordanas, debido a señales de reorganización de células radicales y el riesgo creciente de tráfico de armas. Estos esfuerzos de seguridad desembocaron en una operación militar de gran escala, confirmada el viernes 15 de diciembre, tras el ataque perpetrado el 13 de diciembre en la provincia de Palmira, donde murieron tres ciudadanos estadounidenses —dos miembros de la Guardia Nacional de Iowa y un traductor civil—. Según informó la agencia oficial jordana Petra y retomaron medios internacionales, Jordania formalizó su participación en los bombardeos de represalia realizados sobre territorio sirio, en coordinación estrecha con Estados Unidos y aliados de la coalición internacional.

En un comunicado difundido por Petra y recogido por medios especializados, las Fuerzas Armadas de Jordania detallaron que la incursión nocturna involucró la movilización de aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería de precisión. Durante la madrugada del viernes, el despliegue alcanzó el lanzamiento de más de cien equipos de munición guiada contra objetivos asociados al Estado Islámico en el sur de Siria. El Gobierno jordano reconoció que esta acción responde directamente a la escalada de amenazas derivada de la expansión y reorganización de Daesh en áreas consideradas estratégicas para la seguridad nacional y la estabilidad regional.

La agencia Petra consignó que la política exterior jordana ha adoptado un enfoque más proactivo en entidades multinacionales de combate tras detectar un incremento sostenido en la actividad yihadista cerca de sus fronteras terrestres. Según el comunicado oficial, la intensificación de operaciones conjuntas, bajo la coordinación con Washington y la coalición internacional, apunta a interrumpir las capacidades logísticas y operativas de Daesh. Los bombardeos buscaron dificultar la consolidación de nuevas bases, redes logísticas y células activas que podrían representar una amenaza para la estabilidad tanto de Jordania como de los países vecinos.

El mando central de las fuerzas estadounidenses (CENTCOM), citado por Petra, precisó que se emplearon distintos tipos de armamento para neutralizar infraestructuras y depósitos de armas operados por actores vinculados a Estado Islámico en territorio sirio. En su comunicación, la institución castrense jordana remarcó que sus objetivos principales consisten en proteger de forma eficaz las fronteras y mantener vigilancia estricta sobre rutas susceptibles de ser utilizadas para el paso de extremistas y tráfico ilícito de armas.

Petra detalló que, dentro de la estrategia nacional, las Fuerzas Armadas jordanas buscan anticipar y neutralizar cualquier intento de organizaciones yihadistas de aprovechar vacíos de poder en Siria con retaguardias logísticas, con la finalidad de extender su rango o preparar futuros atentados en la región. El mismo medio indicó que, hasta la fecha, la coalición internacional optó por no emitir cifras oficiales sobre las bajas entre militantes o los daños materiales causados por los ataques recientes. No obstante, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó a diversos medios internacionales que al menos cinco presuntos integrantes del Estado Islámico habrían fallecido durante esas operaciones.

El gobierno jordano, según publicó Petra, subrayó que la amenaza persistente de Daesh conduce al fortalecimiento de la implicación directa en la campaña internacional contra el grupo. Aunque existían antecedentes de cooperación con fuerzas estadounidenses y de otros países de la coalición, Jordania ha incrementado su participación visible y activa en misiones de represalia ante la consolidación del Estado Islámico en el sur sirio.

De acuerdo con la agencia Petra, los acontecimientos recientes reflejan el endurecimiento de una política de seguridad que incluye la monitorización permanente de movimientos inusuales y la prevención del tráfico ilegal de armas, en coordinación con aliados internacionales. Petrasubrayó la importancia de impedir que Daesh aproveche el contexto sirio para planificar ataques o establecer rutas de contrabando dirigidas tanto hacia Jordania como hacia Estados vecinos.

Esta serie de operaciones y la colaboración estrecha con la coalición internacional se enmarcan, reportó Petra, en la estrategia oficial de priorizar la prevención de cualquier intento de reorganización yihadista en los sectores fronterizos. Tanto el gobierno jordano como los países aliados, según consigna la agencia estatal, no descartan la realización de nuevas operaciones conjuntas si se detectan amenazas persistentes de que redes radicales logren establecerse en el sur de Siria o utilicen este entorno para proyectar ataques transfronterizos.

La coalición internacional declaró, en palabras recogidas por Petra, la necesidad urgente de impedir que Daesh recupere posiciones de control en Siria o expanda su radio de acción hacia territorios vulnerables. Históricamente, el Estado Islámico ha capitalizado los vacíos generados por los conflictos armados en el país, lo que ha presionado tanto a Jordania como a sus socios globales a sostener presencia militar activa y tareas de inteligencia en la región.

Fuentes militares citadas por Petra afirman que la última ofensiva representa un esfuerzo renovado y coordinado entre Jordania y sus aliados para reforzar la estabilidad regional y actuar ante las amenazas derivadas del atentado mortal en Palmira. La vigilancia y la cooperación internacional seguirán ocupando un papel central en la estrategia oficial, mientras la evolución del escenario sirio mantenga en vilo la seguridad de las fronteras jordanas.