EEUU exige al M23 que culmine su retirada de Uvira como mínimo a 75 kilómetros de la estratégica ciudad

Funcionarios estadounidenses presionan para una salida efectiva de combatientes en el este del Congo, advirtiendo que solo una reubicación lejos de Uvira garantizaría seguridad y cumplimiento de los acuerdos internacionales, según informaron durante sesiones del Consejo de Seguridad

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Representantes provinciales de Kivu Sur detectaron que los convoyes utilizados por el M23 para salir de Uvira estaban casi vacíos, conformados solo por conductores y un escaso número de combatientes. Esta observación generó sospechas sobre el cumplimiento del compromiso de retirada, ya que, de acuerdo con las autoridades locales citadas por Europa Press, la mayor parte de los combatientes podría permanecer cerca de la ciudad o estar preparándose para un nuevo despliegue. El tema de la evacuación del M23 de esta área estratégica del este de la República Democrática del Congo ha ocupado un lugar central en las recientes discusiones ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Según publicó Europa Press, la representante de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad remarcó que el alejamiento del M23 de Uvira no satisface ni los estándares internacionales ni lo acordado previamente en las negociaciones multilaterales. La delegación estadounidense demandó explícitamente que el M23 traslade a sus miembros al menos a 75 kilómetros de Uvira, una distancia considerada indispensable para disminuir la presión militar sobre la ciudad y resguardar la estabilidad territorial de esta región de Kivu Sur.

Durante esas sesiones, la portavoz estadounidense enfatizó que la presencia del M23 en los alrededores de Uvira contraviene los acuerdos en vigor. En palabras recogidas por Europa Press, manifestó: “El compromiso del M23 de retirarse de Uvira, la ciudad, no es suficiente. Debe retirarse inmediatamente al menos 75 kilómetros de Uvira y volver a cumplir con todas las obligaciones asumidas en el marco de negociación”. La funcionaria señaló además la preocupación por el incumplimiento repetido de estos compromisos y criticó la falta de avances verificables sobre el terreno.

Las declaraciones estadounidenses incluyeron nuevas acusaciones dirigidas al gobierno de Ruanda, a quien responsabilizaron de entregar apoyo militar y financiero al M23, situación que según Europa Press agrava las tensiones en la región de los Grandes Lagos. Estos señalamientos reflejan la persistente desconfianza entre los gobiernos de la República Democrática del Congo y Ruanda y la dificultad para consolidar un proceso de paz sostenible.

Paralelamente, fuentes oficiales congoleñas han puesto en duda la autenticidad de la retirada anunciada por el M23. Patrick Muyaya, portavoz del gobierno central congoleño, calificó el movimiento del grupo armado como una “maniobra de distracción” e indicó que el M23 notificó su retiro de cualquier proceso de negociación, entre ellos el conocido como “acuerdo de Washington”. Ese pacto, alcanzado previamente entre autoridades de la República Democrática del Congo y Ruanda, implicaba un cese al fuego y una hoja de ruta para el retiro de los grupos armados.

Por su parte, voces del gobierno de Kivu Sur afirmaron que la salida comunicada por el M23 respondería a una estrategia destinada a evadir el monitoreo internacional y a preparar futuras ofensivas. Didier Kabi, portavoz de la provincia, explicó a Europa Press que el grupo parece estar trasladando combatientes hacia las mesetas de Uvira, donde entrarían en contacto con facciones locales concentradas en la región de Ninembwe. Las autoridades sospechan que estas acciones podrían preludiar tanto una reconfiguración de fuerzas como el inicio de nuevos ataques, especialmente después de los recientes enfrentamientos en los que la coalición militar entre la República Democrática del Congo y Burundi atacó posiciones rebeldes en la zona.

El peso internacional del tema se reflejó en el contexto de la renovación del mandato de la misión de paz de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO). Según informaciones recogidas por Europa Press, los representantes diplomáticos y especialistas en seguridad dedicaron buena parte del debate a estudiar mecanismos para fortalecer la vigilancia y la capacidad de respuesta ante incursiones irregulares en Kivu Sur.

El M23 sostiene, por su lado, haber respetado los compromisos de retirada de la ciudad de Uvira. No obstante, reportó Europa Press, la organización política vinculada al grupo, identificada como la Alianza del Río Congo (AFC), emitió un comunicado en el que denuncia a las autoridades de Burundi por bloquear el retorno voluntario de refugiados congoleños a sus localidades de origen, entre las que se encuentran Uvira, Sangé, Luvungi, Kamanyola y otras zonas próximas. El mensaje, difundido en la cuenta oficial de X del grupo, sostiene: “Los numerosos intentos de los congoleños de regresar voluntariamente a sus hogares, en particular en Uvira, Sangé, Luvungi, Kamanyola y las zonas circundantes, están siendo obstaculizados ahora mismo por las autoridades burundesas”.

La Alianza del Río Congo subraya en su declaración que mujeres, niños y hombres continúan privados de la posibilidad de regresar a sus comunidades en condiciones seguras, lo que agrava la crisis humanitaria en la zona este del país. El comunicado recalca la postura del grupo respecto a la complejidad de la situación en la frontera y llama a que se facilite la repatriación de desplazados internos y refugiados afectados por la inseguridad.

La posición del gobierno de Kinshasa, ratificada según Europa Press, insiste en que tanto la completa retirada del M23 como el cese de los apoyos externos resultan condiciones indispensables para avanzar hacia una solución pacífica en Kivu Sur. Sin la verificación efectiva de estos procesos y la limitación de las influencias extranjeras, las autoridades nacionales consideran que los intentos de estabilización regional enfrentarán dificultades para prosperar.

Mientras parte de la comunidad internacional, bajo el paraguas de la ONU, busca reorientar los esfuerzos de la MONUSCO hacia la protección efectiva de la población civil y el respaldo a las instituciones congoleñas, el contexto sigue marcado por la incertidumbre respecto al próximo movimiento del M23 y las respuestas de los diferentes actores involucrados en el conflicto. Según señaló Europa Press, la prolongación de la presencia de grupos armados en la zona norte y este de la República Democrática del Congo representa una amenaza constante para la seguridad y la vida de miles de personas desplazadas a causa de la violencia prolongada.

La coordinación diplomática, la vigilancia sobre el terreno y la interlocución con actores armados y gobiernos vecinos siguen integrando la agenda de las discusiones multilaterales y regionales, en tanto la población civil de Uvira, así como de otras áreas afectadas, continúa expuesta a la inestabilidad que se deriva de la incapacidad de implementar íntegramente los acuerdos previos, de acuerdo con la cronología y los términos exigidos desde instancias internacionales y nacionales.