Maduro asegura que un gobierno impuesto en Venezuela "no duraría ni 47 horas"

Durante un acto televisivo transmitido a nivel nacional, Nicolás Maduro subrayó la imposibilidad de una administración impuesta en Venezuela, afirmando que cualquier gobierno considerado ilegítimo “no duraría ni 47 horas”, y enfatizó que el país rechazaría la entrega de su Constitución, soberanía y recursos a intereses extranjeros. Maduro manifestó esta posición mientras crece la presión internacional sobre su gobierno y en medio de una coyuntura marcada por un aumento en las sanciones económicas y estrategias externas para favorecer gobiernos alternativos. Según informó Europa Press, la situación se agravó con nuevas restricciones impuestas por Estados Unidos, incluyendo bloqueos a buques petroleros venezolanos y la exigencia de devolver cargamentos de crudo bajo la premisa de que constituyen activos estadounidenses.

Tan solo días antes, en una comunicación telefónica con António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Maduro expuso su preocupación por lo que definió como una agresión externa continuada contra Venezuela, refiriéndose a las últimas acciones del gobierno de Estados Unidos. En este contexto, Caracas solicitó de manera formal la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación, tal como detalló Europa Press. El mandatario describió las actuales políticas de Washington como una “agresión abierta y criminal”, en alusión tanto al aumento de sanciones como al bloqueo de la flota petrolera nacional y a la reciente catalogación del gobierno venezolano como “organización terrorista” por parte de las autoridades estadounidenses.

La crónica del canal estatal venezolano VTV, coincidió con la agencia europea en destacar que este panorama de confrontación diplomática ha impactado en las relaciones comerciales, con efectos directos sobre el flujo de hidrocarburos hacia mercados internacionales y sobre la estabilidad de los mercados en la región. Según consignó Europa Press, el gobierno venezolano ha calificado estas medidas como intentos de intervención foránea, que buscan modificar el sistema político del país mediante la presión económica y el respaldo de actores internacionales a una administración no reconocida internamente.

En respuesta, Maduro ha impulsado una serie de gestiones ante organismos multilaterales para exponer la postura oficial de Caracas y buscar el respaldo de la comunidad internacional frente al endurecimiento de las políticas estadounidenses. Según los informes de Europa Press y VTV, estas consultas reflejan la intención del ejecutivo venezolano de legitimar sus posiciones en escenarios multilaterales y reforzar los lazos diplomáticos regionales para enfrentar las presiones externas.

Durante su intervención pública, el presidente venezolano propuso la integración sudamericana como el principal mecanismo para contrarrestar cualquier posible intento de injerencia, instando a la cooperación de países vecinos, enfatizando la relación con Colombia. Según manifestó, solo una respuesta conjunta entre las naciones del sur del continente permitiría garantizar la existencia de gobiernos legítimos y preservar la paz regional. De acuerdo con lo reportado por Europa Press, Maduro hizo un llamado a la “unión perfecta” de las fuerzas armadas y los sectores sociales colombianos, extendiendolo también a las autoridades civiles y militares de otros países cercanos.

Maduro fundamentó este planteamiento en los principios de la doctrina bolivariana, argumentando que la “unión permanente” entre pueblos constituye un recurso esencial frente a desafíos externos. El canal VTV resaltó que el presidente citó la figura de Simón Bolívar como símbolo de solidaridad y defensa mutua en la región, subrayando la importancia de reforzar vínculos binacionales y prevenir cualquier fragmentación que pueda favorecer los intereses de potencias extranjeras.

Europa Press apuntó que el discurso de Maduro incluyó referencias específicas a la estrategia de “divide y vencerás”, advirtiendo que existe un riesgo real de que potencias ajenas a la región busquen aislar a Venezuela de sus aliados tradicionales, especialmente Colombia. Estas declaraciones también estuvieron dirigidas a movimientos sociales, ciudadanía y actores políticos de la nación vecina, reforzando la idea de una integración sólida como herramienta fundamental para disuadir posibles amenazas a la estabilidad sudamericana.

De acuerdo con la cobertura ofrecida por VTV y Europa Press, el entorno actual ha propiciado un aumento en las iniciativas del gobierno venezolano para obtener apoyos en encuentros diplomáticos multilaterales, con el objetivo de consolidar la defensa de la soberanía nacional y preservar la gobernabilidad ante los embates derivados de las sanciones económicas. El gobierno mantiene su énfasis en la vigencia de la doctrina bolivariana como fundamento principal para sostener la paz y la integridad en Sudamérica, resaltando su estrategia de movilización social y política interna como argumento ante la supuesta falta de legitimidad de cualquier gobierno externo que se intente instaurar en el país.

Según reportó Europa Press, la narrativa oficial de Caracas sostiene que la experiencia local y la participación social serían factores determinantes para rechazar cualquier administración política impulsada desde el exterior, insistiendo en la ausencia de respaldo suficiente para sostener tal proyecto. El discurso también destaca que las presiones estadounidenses, junto a la intensificación de controles comerciales y sanciones, se traducen en desafíos crecientes para la economía local y la estabilidad de los mercados energéticos.

Mientras estas restricciones inciden sobre los ingresos y capacidades de intercambio del sector petrolero, el canal VTV y Europa Press detallaron que la estrategia del gobierno venezolano se centra en fortalecer la unidad interna y regional como respuesta prioritaria ante la crisis. Caracas argumenta que una región cohesionada representa la barrera más efectiva ante cualquier escenario de intervención o desestabilización auspiciado por factores externos y reitera la invitación a los pueblos y gobiernos sudamericanos para rechazar cualquier política que propicie división o inestabilidad.

Al tiempo que la confrontación económica se intensifica, las posturas diplomáticas y los llamados a la integración han ocupado un lugar central en la agenda pública del ejecutivo venezolano. De acuerdo con la información proporcionada por VTV y Europa Press, la reivindicación permanente de la soberanía, la defensa colectiva y el rechazo a iniciativas consideradas injerencistas continúan guiando la estrategia de Caracas frente al escenario internacional.