El Congreso de EEUU pone fin a las sanciones contra Siria para favorecer las inversiones

El presidente interino de Siria, ‘Abú Mohamed al Golani’, cuyo liderazgo surgió después de la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024, lleva meses solicitando el levantamiento de sanciones internacionales como parte de los esfuerzos del nuevo gobierno para atraer inversiones extranjeras y reactivar la economía nacional. Según consignó el medio que reportó la noticia, el Congreso de Estados Unidos resolvió la derogación total de la Ley Caesar, instrumento legal que desde 2019 había impuesto amplias sanciones financieras y comerciales sobre Siria, dificultando la participación de bancos, empresas e instituciones internacionales en el proceso de reconstrucción del país.

De acuerdo con la información difundida por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, la eliminación de las sanciones económicas quedará “garantizada” a partir del inicio del nuevo año fiscal. El medio detalló que la votación en el Congreso finalizó con 77 votos a favor y 20 en contra, concluyendo así un ciclo de restricciones sancionadoras instauradas bajo la gestión de Bashar al Assad y fundamentadas en denuncias de violaciones a los derechos humanos y acciones represivas. La decisión legislativa se consolidó tras meses de intercambios políticos en Washington, los que tuvieron lugar tras la conformación del gobierno de transición sirio, presidido interinamente por Ahmed al Shara.

El cambio normativo, según publicó el medio, elimina los principales obstáculos legales que hasta ahora restringían el acceso de capital y tecnología internacionales a proyectos de reconstrucción, con especial énfasis en los sectores de infraestructura y energía. Ambos rubros han sido definidos por las autoridades transitorias como áreas prioritarias para la recuperación económica y social. La apertura coincide con la definición de planes de inversión y cooperación internacional, facilitados por el nuevo marco jurídico aprobado por el Congreso estadounidense.

El establecimiento del gobierno de transición sucedió a la ofensiva militar que derrocó al régimen anterior, operación donde fuerzas yihadistas y grupos rebeldes como Hayat Tahrir al Sham (HTS) —encabezados por ‘Abú Mohamed al Golani’— tuvieron un papel destacado, según informó el medio. La instauración del nuevo liderazgo determinó un cambio en la postura diplomática de Estados Unidos hacia Siria, con Washington orientando su política exterior al acompañamiento del proceso transicional y la promoción de la reconstrucción.

Durante los debates legislativos reflejados por el medio, se subrayó la trascendencia de esta supresión de restricciones para atraer capital extranjero y tecnología, herramientas que —sostuvieron los legisladores— pueden impulsar la revitalización económica de Siria y la estabilización de la región. Según argumentaron congresistas a favor de la medida, la derogación de la Ley Caesar potenciará la participación de compañías e inversores internacionales, facilitando la recomposición del tejido productivo nacional y el acceso a circuitos de financiamiento global.

La Ley Caesar, sancionada en 2019 e inspirada en fundamentos humanitarios y de presión política, había recibido dos suspensiones parciales bajo el mandato del expresidente Donald Trump, pero solo consiguió su anulación total después de solicitudes reiteradas de Ahmed al Shara, actual presidente interino sirio, según reportó el medio. La entrada en vigor de la nueva normativa solo requiere la ratificación ejecutiva definitiva, procedimiento que completa el proceso legislativo iniciado por las cámaras parlamentarias estadounidenses.

En una declaración citada por el medio, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado afirmó: “Apoyamos el desarrollo económico y las inversiones en Siria para favorecer la estabilidad del país”, calificando la medida como un “paso decisivo para que el pueblo sirio tenga una oportunidad real de reconstruir el país tras décadas de un sufrimiento inimaginable”. El senador responsable del comunicado remarcó que la política busca estimular la consolidación de la paz y la cooperación internacional.

La anulación de las sanciones representa la culminación de un periodo de aislamiento financiero y comercial que restringió severamente la operatividad de entidades foráneas en territorio sirio. El medio consignó que la nueva legislación permitirá elaborar y ejecutar planes internacionales de inversión en sectores clave para la reconstrucción, tales como infraestructura, suministro energético y proyectos sociales vinculados al proceso de recuperación nacional.

El proceso de aprobación de la medida involucró a múltiples sectores políticos estadounidenses, tal como detalló el medio, y fue precedido por la aprobación del proyecto en la Cámara de Representantes, donde ya se habían alcanzado consensos bipartidistas en favor de la apertura económica de Siria. El acuerdo se consolidó y aceleró tras el cambio de régimen en Damasco, lo que dio pie a una redefinición de las relaciones entre Estados Unidos y el nuevo gobierno sirio.

El medio resaltó que este giro legislativo coincide con un periodo de cooperación reforzada entre actores internacionales interesados en participar de la reconstrucción siria y la reactivación económica y social. Los planes diseñados tras la anulación de las restricciones contemplan inversiones en principales áreas estratégicas, en el contexto del acompañamiento global y bajo el monitoreo de agencias internacionales.

Durante las discusiones parlamentarias documentadas por el medio, surgieron opiniones divergentes sobre los posibles riesgos y desafíos asociados a la apertura. Algunos congresistas señalaron la importancia de establecer mecanismos estrictos de supervisión internacional para garantizar la transparencia de los flujos de capital y la viabilidad del proceso de transición política, teniendo en cuenta los antecedentes de conflicto y las dificultades inherentes a la recomposición institucional del país.

El texto del comunicado oficial del Senado, citado por el medio, establece que la evolución de la política económica y la inserción de inversores extranjeros en Siria se mantendrá bajo vigilancia de la comunidad internacional, a fin de preservar la estabilidad y la seguridad durante el proceso de reconstrucción. La noticia pone término a años de sanciones, redefine el acceso de Siria a los canales de comercio y financiamiento global e introduce un nuevo escenario de cooperación internacional en el país.