Cultura adquiere nueve 'enconchados' para el Museo de América por 2,2 millones de euros, la compra más alta de 2025

La técnica de incrustar nácar en pinturas, conocida como "enconchado," surgió en el virreinato de la Nueva España y solo se practicó durante un siglo, lo que limita el número de obras existentes a una estimación de alrededor de 300 piezas a nivel global. El Ministerio de Cultura español ha completado la adquisición de una serie de nueve enconchados, obras realizadas en óleo sobre tabla y con incrustaciones de nácar, por un importe de 2,2 millones de euros. Este conjunto, conformado entre finales del siglo XVII y los primeros años del XVIII, formará parte del Museo de América, que actualmente custodia la mayor colección de este tipo en el mundo, según informó El País.

La operación representa la mayor compra de bienes culturales por parte de Cultura en el año 2025. Tal como publicó El País y confirmó el Ministerio dirigido por Ernest Urtasun, esta serie, de temática mariana, se encuentra bien conservada y es muestra representativa de las expresiones artísticas características del barroco novohispano. El Ministerio detalló que los enconchados sólo se produjeron durante aproximadamente un siglo, especificando que existen poco más de 300 ejemplos conservados de este formato, lo que incrementa su valor histórico y artístico.

El conjunto adquirido incluye ocho tablas que relatan episodios de la vida de la Virgen María: "La Natividad de la Virgen", "La Presentación de la Virgen Niña en el Templo", "La Educación de la Virgen", "La Anunciación", "La Visitación de la Virgen a Santa Isabel", "El Bautismo de la Virgen y San José", "La Dormición y el Entierro de la Virgen" y "La Asunción y la Coronación de la Virgen". A estas piezas se suma una pintura de técnica similar titulada "La Virgen de Guadalupe", que probablemente también perteneció al mismo conjunto, recogió El País.

Entre los aspectos distintivos de estas obras sobresale la singularidad iconográfica: la serie representa episodios no habituales en la pintura virreinal, como la escena del bautismo simultáneo de la Virgen y San José, oficiado por Jesús de Nazaret, de acuerdo con la información aportada por El País. Además, en varias tablas aparece el Espíritu Santo, representado con una paloma realizada en nácar. Entre las composiciones se encuentran pinturas que combinan más de un episodio en una sola escena, como sucede en "La Dormición y el Entierro de la Virgen", así como en "La Asunción y la Coronación", lo cual no resulta común en este contexto artístico.

El medio El País señaló que en la decoración de estas obras se aprecian influencias orientales, expresadas en detalles como las nubes delineadas con oro en las escenas exteriores o en la técnica de ejecución de los marcos, que imitan la laca japonesa negra y dorada, identificada como urushi, e incluyen motivos como rosetas y puntas de diamante. En la pintura de "La Virgen de Guadalupe" destacan los claveles y las rosas de Castilla, que evocan el relato de las apariciones a Juan Diego en el cerro del Tepeyac en 1531.

En las escenas representadas, la decoración de los atuendos y el ajuar doméstico y ceremonial también llaman la atención por su minuciosidad y la suntuosidad de las vestimentas, ejemplos de la preferencia estética barroca en el virreinato, publicó El País. El conjunto adquirido se conserva en muy buen estado, hecho poco frecuente para series completas de esta técnica, y se suma acervo del Museo de América en Madrid, donde casi un centenar de enconchados integran la colección institucional.

La producción de enconchados se desarrolló en el virreinato de la Nueva España, centrada entre finales del siglo XVII y los primeros años del siglo XVIII. El País reseñó que este fenómeno artístico se distingue por su brevedad temporal y su exclusividad, ya que solo existen unos 300 en todo el mundo. El Museo de América sobresale por albergar la mayor colección de pinturas enconchadas, con ejemplos de alta calidad y series completas como las dedicadas a la Conquista de México, incluidas piezas depositadas a largo plazo por instituciones como el Museo Nacional del Prado y el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

El enconchado surge como consecuencia de la fascinación por el lujo asiático entre los siglos XVI y XVIII en el virreinato. Esta técnica consistía en incrustar finas láminas de nácar en la superficie de la tabla pintada al óleo, lo que brindaba a las obras un brillo y un acabado singular apreciados tanto en Europa como en Asia, refirió El País. Los marcos originales de las pinturas están realizados con el mismo método y reproducen el estilo de la laca japonesa.

El Museo de América se consolida así como referente internacional en el arte virreinal y en particular en la conservación y estudio de los enconchados, al sumar a su colección esta serie íntegra, representativa de una tendencia artística que fusiona influencias europeas, asiáticas y americanas, tal como subrayó El País. La adquisición destaca tanto por su relevancia económica en la política cultural del año como por el valor histórico y artístico de las piezas, que aportan al conocimiento y preservación de una de las manifestaciones más significativas del arte colonial novohispano.