El IPC de Reino Unido se moderó al 3,2% en noviembre y abre la puerta a una bajada de tipos

El debate interno en el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra sobre un posible recorte en las tasas de interés evidenció recientemente las tensiones entre el control de la inflación y la respuesta ante señales de debilitamiento económico, incluyendo la caída del producto interior bruto y un aumento en las cifras de desempleo registradas en octubre. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONS), la inflación general en Reino Unido registró en noviembre un nivel de 3,2%, cifra que representa el menor incremento anual desde marzo y un alivio para las familias, aunque el índice sigue por encima del objetivo oficial de 2%, lo que mantiene vigente el desafío de encontrar el equilibrio entre la contención de la inflación y el crecimiento económico.

El organismo oficial detalló que en noviembre la inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y de los alimentos frescos, descendió hasta situarse en 3,2%, dos décimas menos que en octubre. Los bienes de consumo mostraron un avance interanual del 2,1%, dato también inferior al del mes anterior. Esta moderación en los incrementos sectoriales impulsó las perspectivas de un posible ajuste en los tipos de interés. Según reportó la ONS, el avance anual de la inflación general en noviembre supuso una desaceleración de cuatro décimas respecto al 3,6% de octubre.

La variación en los productos que componen el índice de precios al consumidor fue notable, según detalló la ONS en su publicación. Alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron en noviembre una subida interanual del 4,2%, siete décimas menos que en octubre, lo que representa un menor impacto sobre los presupuestos familiares. Otros sectores presentaron diferencias significativas: los precios en educación aumentaron un 7,6% respecto al año precedente, mientras que el transporte marcó un incremento de 3,7%, mostrando una leve reducción en su ritmo de alza. Suministros para el hogar se aumentaron 5,1% y ocio y cultura subieron 2,9%, tasas que, de acuerdo con la ONS, se mantuvieron casi sin cambios frente al mes anterior.

La ONS reportó que, en comparación con el mes previo, los precios registraron una caída mensual del 0,2% en noviembre, contrastando con el incremento del 0,1% observado en el mismo mes de 2022. Este descenso refleja el impacto de la contención en el coste de los alimentos y suministros, que contribuyeron decisivamente al menor ritmo de inflación. Esta tendencia representó un quiebre con la secuencia alcista que predominó durante la mayor parte de 2023.

El precio de los servicios continuó por encima de otras ramas, con un crecimiento interanual del 4,4%, solo una décima menos que la tasa exhibida en octubre. Pese a la desaceleración, la inflación subyacente y el índice general de precios mantienen una distancia considerable respecto a la meta del Banco de Inglaterra, que se ubica en 2%. Este escenario implica que la política monetaria aún enfrenta retos para asegurar que la baja en la inflación no ponga en riesgo la reactivación de la economía ni agrave posibles fragilidades en el mercado laboral.

La tasa principal de interés del Banco de Inglaterra permanece en el 4%, aunque las deliberaciones recientes en su comité directivo no arrojaron consenso. Según informó la ONS, cuatro de sus nueve miembros propusieron reducir la tasa en un cuarto de punto porcentual, dejándola en 3,75%. Esta división interna refleja la dificultad de encontrar el balance adecuado ante la desaceleración inflacionaria, el estancamiento del crecimiento y un desempleo creciente.

El contexto económico se complica a raíz de dos indicadores recientes destacados por la ONS: la reducción del PIB en octubre y el aumento en la tasa de paro. Ambos factores inciden directamente en el debate sobre la conveniencia de adelantar un recorte en el tipo de interés, al tiempo que los datos de inflación alimentan la posibilidad de un próximo giro en la política monetaria del banco central.

En su balance, la ONS indicó que el menor ritmo de subidas en los precios de los bienes de consumo, en particular alimentos, desempeñó un papel clave en la desaceleración registrada. A juicio del organismo, el riesgo de que la inflación se sitúe persistentemente por encima del objetivo se ha reducido desde el máximo alcanzado en septiembre. “El riesgo de una mayor persistencia de la inflación se ha atenuado”, aseguró la ONS en su reporte oficial.

El seguimiento y análisis de los próximos datos de inflación e indicadores macroeconómicos serán fundamentales para las decisiones venideras, según consignó la ONS. El objetivo central para las autoridades del Reino Unido sigue siendo recuperar la inflación al rango del 2%, adaptando la política monetaria en función de la evolución de la economía y de las condiciones del empleo. Así, el panorama vigente refleja un alivio parcial para los hogares ante las subidas más moderadas de precios, pero también evidencia la persistencia de desafíos estructurales que condicionan la capacidad de recuperación económica y la toma de decisiones de los responsables de la política monetaria.