Despega el Ariane 6 con dos satélites Galileo a bordo

La entrada en fase de pruebas de los satélites SAT 33 y SAT 34 marca un punto de transición para el programa Galileo, coincidiendo con la preparación para retirar el primer satélite operativo de la Unión Europea previsto para abril de 2025. Según consignó el medio original, la llegada de estos nuevos dispositivos se produce en un momento clave para la infraestructura europea de navegación, ya que su incorporación busca asegurar el mantenimiento y refuerzo de los servicios globales de geolocalización y sincronización temporal que utilizan más de 5.000 millones de dispositivos en todo el mundo.

De acuerdo con lo publicado, el lanzamiento de los satélites SAT 33 y SAT 34 se llevó a cabo mediante el lanzador Ariane 6, que realizó su quinta misión orbital desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. Esta operación tuvo lugar a las 02:01 hora local (06:01 en España) y representó la primera vez que dicho cohete transportó satélites del sistema Galileo. El medio señaló que la secuencia de vuelo incluyó la separación de los propulsores, el desprendimiento de la cofia protectora y, más adelante, la división de la etapa central del lanzador. El motor superior Vinci se activó en dos ocasiones: primeramente, orientó la carga en la dirección requerida y posteriormente, a las 09:40, realizó la inserción de los dispositivos en la órbita deseada.

A las 10:00 se registró la separación definitiva de los satélites SAT 33 y SAT 34, lo que activó una primera evaluación funcional de entre cuarenta y cincuenta minutos. Tras este paso inicial, comenzó un periodo de pruebas técnicas más exhaustivo bajo la dirección de la Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA), que coordina un proceso de validación de tres a cuatro meses. Durante este tiempo, especialistas analizan el comportamiento, la compatibilidad y la integración de los nuevos equipos en comparación con el resto de la constelación activa, indicó el medio en su reporte. Solo tras superar todas las evaluaciones técnicas y de seguridad, SAT 33 y SAT 34 pasarán a formar parte oficialmente del servicio Galileo.

El medio original informó que, al término de la misión, la etapa superior del Ariane 6 fue dirigida a una llamada órbita cementerio, una maniobra destinada a evitar la acumulación de restos en las rutas espaciales frecuentadas, en línea con las mejores prácticas de sostenibilidad y mitigación de riesgos en el sector espacial europeo.

El director del proyecto, citado por el medio, explicó que la entrada en servicio de SAT 33 y SAT 34 otorgará al sistema Galileo una reserva estratégica complementaria. Esto permite aumentar la capacidad de respuesta ante eventuales fallos en los equipos actuales, al tiempo que facilita la sustitución de aparatos antiguos cuyo ciclo operativo ha finalizado, específicamente el primer satélite cuya retirada ha sido planificada por la administración europea para abril de 2025. Estas decisiones se ajustan a las políticas de la Unión Europea en materia de consolidación y actualización de infraestructuras tecnológicas críticas.

A partir de 2016, el sistema Galileo ofrece servicios de localización con una precisión inferior al metro en la mayor parte de las aplicaciones, superando requerimientos técnicos de distintos sectores. Según detalló el medio original, la regulación comunitaria establece que todos los teléfonos móviles disponibles en el Mercado Único Europeo deben tener interoperabilidad con Galileo, lo que ha incrementado la penetración de este sistema entre usuarios y empresas.

El impacto de Galileo se extiende a múltiples áreas: la agricultura utiliza la red para supervisión remota de cultivos y maquinaria, mientras que el sector logístico y de transporte la emplea en la planificación eficiente de rutas marítimas y ferroviarias. Asimismo, reportó el medio original, entidades financieras dependen de la alta precisión que ofrece Galileo para el sincronismo en transacciones electrónicas y otras operaciones críticas. Los servicios de emergencia recurren a las capacidades de localización inmediata en contextos de gestión de crisis o atención de urgencias.

La estructura administrativa del programa Galileo involucra distintas entidades, describió el medio. La Comisión Europea se responsabiliza de la supervisión estratégica y la asignación de recursos presupuestarios. Paralelamente, la Agencia Espacial Europea (ESA) asume el desarrollo e implementación de infraestructuras, además de gestionar el diseño de los satélites, las campañas de lanzamiento y los procesos de innovación tecnológica. La Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA) garantiza la validación técnica y la administración regular de los servicios. En cuanto a su utilización, Galileo respalda procesos que van desde la autenticación de operaciones electrónicas, la prevención de fraudes, y la verificación de identidad, según informaron fuentes del medio original.

En el plano técnico, el Ariane 6 integra una serie de componentes que, de acuerdo a lo publicado por el medio, permiten controlar de forma precisa la colocación de los satélites en órbita. Cuenta con una etapa central impulsada por un motor Vulcain 2.1 que utiliza oxígeno e hidrógeno líquidos, así como una etapa superior con motor Vinci capaz de volver a encenderse en vuelo. A esto se suman dos propulsores sólidos P120C que otorgan la aceleración inicial.

Galileo desempeña un papel fundamental tanto para fabricantes de dispositivos como para operadores de telecomunicaciones y organismos públicos en Europa. Tal como consignó el medio original, los servicios proporcionados por la constelación son esenciales para gestionar procesos logísticos, operaciones administrativas, transferencias comerciales y sistemas de seguridad en todo el continente, lo que subraya su relevancia estratégica y la necesidad de mantener actualizada la plataforma tecnológica.

El programa mantiene una política de mejora continua: la primera etapa del despliegue de Galileo finalizará este año con los cuatro satélites iniciales. Posteriormente, comenzará una segunda etapa que traerá innovaciones como la introducción de sistemas de propulsión eléctrica, redes de antenas optimizadas, comunicación entre satélites y la adopción de nuevos relojes atómicos, avances que ya atraviesan distintas fases de prueba en vuelo. Según precisó el medio, estos desarrollos tienen el objetivo de sostener la autonomía tecnológica europea frente al resto de competidores internacionales y de asegurar la robustez de los servicios de navegación y cronometraje en el futuro próximo.