Al menos ocho policías heridos en ataques de las disidencias de 'Iván Mordisco' en el sureste de Colombia

La destrucción sufrida por el hospital y la alcaldía de Buenos Aires, Cauca, impidió la continuidad de los servicios básicos de salud y administración pública, generando un vacío de atención que expuso a cientos de personas a una situación de emergencia sin precedentes. El episodio llevó al traslado por aire de pacientes hospitalarios y trabajadores sanitarios hacia otros municipios vecinos debido a la imposibilidad de mantener la atención y garantizar la seguridad en la zona. Este hecho marcó el momento más crítico de la ola de ataques perpetrados por disidentes de las FARC bajo el liderazgo de ‘Iván Mordisco’, quienes, según detalló Blu Radio, operaron de manera coordinada en la madrugada del 16 de diciembre y atacaron instalaciones clave de Buenos Aires, Cauca.

De acuerdo con la información difundida por Blu Radio, la ofensiva fue ejecutada por el Frente Jaime Martínez, una de las estructuras armadas subversivas alineadas con los mandos de ‘Iván Mordisco’, y se concentró en puntos estratégicos de la cabecera municipal. Durante el asalto, los atacantes emplearon explosivos y armas de fuego contra la estación de Policía, el hospital local, la alcaldía, oficinas administrativas municipales y la sucursal del Banco Agrario, además de otras áreas de interés institucional. La acción coordinada de los grupos armados derivó en la lesión de al menos ocho agentes de la Policía Nacional, quienes requirieron atención médica inmediata y se mantuvieron bajo amenaza directa por nuevas detonaciones posteriores.

Según la reconstrucción de Blu Radio, los daños infligidos durante la ofensiva destruyeron áreas esenciales del hospital municipal, así como equipamiento médico clave, incluyendo equipos biomédicos, puertas y ventanas, lo que imposibilitó la prestación de cualquier servicio sanitario. La secretaria de Salud del Cauca, Carolina Camargo, explicó al medio que la única alternativa para socorrer a los heridos y evacuar al personal consistió en organizar traslados aéreos hacia localidades con hospitales en funcionamiento. Estas evacuaciones, motivadas por la destrucción de la infraestructura y los riesgos de seguridad en el lugar, dejaron a la comunidad local sin acceso a atención médica inmediata.

La infraestructura administrativa también resultó seriamente comprometida, lo que, según consignó Blu Radio, obligó a la suspensión total de trámites y servicios públicos relacionados con la alcaldía y otras oficinas municipales. El ataque a la sucursal del Banco Agrario no solo produjo daños materiales, sino que se asoció con un robo reportado como de gran envergadura, forzando el cierre de operaciones financieras y dejando a la población sin acceso a servicios bancarios, salario y transacciones clave. La combinación de estos factores generó un escenario de incertidumbre entre los habitantes, quienes enfrentaron el desabastecimiento de insumos médicos y la imposibilidad de realizar diligencias cotidianas elementales.

Las acciones armadas, que según reportó Blu Radio se llevaron a cabo casi en simultáneo en distintos puntos de la localidad, alteraron de manera profunda la rutina diaria y truncaron el funcionamiento de servicios esenciales. El medio detalló que las consecuencias del evento desencadenaron una emergencia humanitaria, agravada por la ausencia de condiciones básicas para la vida comunitaria, lo que motivó la declaración oficial de este estado de excepción por parte de la Defensoría del Pueblo. La entidad exigió la suspensión inmediata de hostilidades y demandó respeto absoluto por la vida y la integridad de la población civil.

Las autoridades nacionales, encabezadas por el Ministerio de Defensa, atribuyeron la responsabilidad de los hechos a grupos criminales ligados al narcotráfico bajo el liderazgo de ‘alias Mordisco’. El titular de la cartera de Defensa, Pedro Sánchez, aseveró a través de Blu Radio que detrás de los ataques se encuentran recursos derivados del narcotráfico y expresó: “verdaderos ‘gestos de paz’ de quienes viven del narcotráfico”. Ante la magnitud del daño y la persistencia del riesgo, el gobierno dispuso el despliegue conjunto de Fuerzas Armadas y Policía Nacional para restaurar el control territorial y avanzar en la identificación y captura de los autores intelectuales y materiales de la ofensiva terrorista.

En cuanto al proceso de reparación de los estragos causados, Blu Radio informó sobre la lentitud de los avances, condicionados por la inseguridad reinante y la complejidad de los daños. Las instituciones priorizan la rehabilitación de instalaciones críticas, la protección de los habitantes, la atención médica y el resguardo del personal hospitalario y de la fuerza pública afectada. El seguimiento a las investigaciones busca delimitar responsabilidades y desmantelar las redes que impulsaron la ola reciente de violencia en la región.

El medio enfatizó que el departamento del Cauca afronta desde hace años la presencia de grupos armados ilegales y elevados índices de conflictividad, situación que dificulta los esfuerzos de reconstrucción y el restablecimiento de la normalidad. Organismos estatales y organizaciones civiles mantienen debates en busca de estrategias que permitan reforzar la seguridad y prevenir reincidencias de este tipo de ataques.

Entre las acciones inmediatas vigentes, Blu Radio describió la restauración de servicios sanitarios, atención psicosocial a víctimas, apoyo a uniformados lesionados y acompañamiento a la población vulnerable. La emergencia propició una respuesta coordinada entre entidades estatales, autoridades locales y organismos comunitarios, dedicada a restablecer las condiciones mínimas para el funcionamiento social y la vida cotidiana.

La presencia de operativos de seguridad se mantiene en el municipio, según reportó Blu Radio, mientras la población reorganiza actividades bajo severas restricciones y amenazas. El restablecimiento de los servicios avanza bajo vigilancia reforzada, dirigido a garantizar la protección y a posibilitar la reconstrucción de áreas devastadas.

El éxito de la respuesta oficial ante la emergencia, detalla el medio, está vinculado no sólo a la gestión del riesgo inmediato sino también a la capacidad para restituir las dinámicas de convivencia, la administración de justicia y la sanción judicial de los responsables de la agresión. Las próximas fases en Buenos Aires dependerán de los recursos y de la articulación institucional para superar las secuelas del ataque y orientar la reactivación de la vida comunitaria ante condiciones persistentes de violencia y amenaza.