Tailandia dice que el conflicto con Camboya "no se alargará" pero ve necesario imponer restricciones

El Ejército tailandés anunció la toma del control del templo jemer Ta Kwai, ubicado en el distrito de Phanom Dong Rak, aunque reconoció que la situación sigue siendo inestable. Según informó el medio The Nation, las fuerzas tailandesas indicaron que tras asegurar el área y desalojar a las tropas camboyanas cercanas, la parte camboyana respondió con diversos ataques para intentar recuperar el territorio disputado. Estos enfrentamientos se enmarcan en una semana de violencia en la zona fronteriza, donde, según consignó la prensa tailandesa, los enfrentamientos han resultado en más de treinta víctimas mortales.

El ministro de Defensa de Tailandia, Natthaphon Narkphanit, afirmó que el conflicto con Camboya no se prolongará, aunque justificó la necesidad de imponer limitaciones a la entrada de suministros esenciales y combustibles en la región. De acuerdo con The Nation, el ministro sostuvo que este tipo de medidas buscan "poner fin a las hostilidades" entre ambos países y restringir las capacidades operacionales de Camboya frente a Tailandia. Explicó que el bloqueo no pretende la utilización de la fuerza o destrucción por medios militares, sino alcanzar un objetivo pacífico bloqueando recursos claves que podrían alimentar la intensificación del enfrentamiento.

Narkphanit declaró que las armas incautadas durante las operaciones fronterizas quedan bajo custodia de las Fuerzas Armadas tailandesas. Aclaró que estas se mantienen bajo un proceso de inspección y que Tailandia puede decidir conservarlas o destruirlas tras los exámenes pertinentes. El ministro puntualizó que el país solo considerará un alto el fuego cuando observe una clara señal de cese de las agresiones por parte de Camboya. Sostuvo que "cualquier aproximación pacífica que pueda utilizarse para garantizar el fin de la hostilidad de Camboya es el mejor camino a seguir", según citó The Nation.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Camboya comunicó que sus fuerzas han lanzado ataques a posiciones tailandesas en la frontera, con el objetivo de frenar lo que describen como una invasión territorial por parte del Ejército tailandés y responder a acciones percibidas como violaciones a su soberanía e integridad territorial. Según el comunicado difundido por la cartera camboyana, las tropas se mantienen alertas y persistentes en todas las zonas de conflicto, y aseguraron que "el enemigo trate de disparar y atacar con sus fuerzas de infantería" no lograrán penetrar "las murallas de la soberanía camboyana".

El portavoz del Ejército tailandés, Winthai Suvaree, señaló al medio The Nation que, tras asegurar el templo Ta Kwai, la zona continúa bajo constante supervisión, dado que la parte camboyana continúa empleando tácticas ofensivas para recuperar lugares estratégicos. Suvaree admitió que la situación en la frontera es volátil, con episodios recurrentes de hostilidades e intercambios de fuego, al tiempo que subrayó la intención de mantener la seguridad en esa área de manera preventiva.

La confrontación en la frontera entre ambos países ha derivado en una escalada de la tensión y la aplicación de medidas extraordinarias. Según lo publicado por The Nation, la decisión de Tailandia de restringir el acceso a recursos esenciales persigue, según las autoridades de Bangkok, debilitar la capacidad logística y militar del lado camboyano sin recurrir a un aumento de la violencia directa. No obstante, la respuesta oficial de Camboya a través del Ministerio de Defensa reafirmó su determinación de mantener posiciones y no ceder en la defensa de su territorio.

Durante la última semana, la cifra de víctimas reportadas asciende a más de treinta, lo que da cuenta de la magnitud de los choques armados y la peligrosidad persistente en la zona limítrofe. Las operaciones militares, tanto de defensa como de ataque, se han concentrado en áreas de significación estratégica y valor simbólico, incrementando la preocupación regional por una posible prolongación del conflicto. Sin embargo, las autoridades tailandesas insisten en que no anticipan una extensión prolongada de la confrontación, siempre que las condiciones para una tregua sean respetadas por ambas partes.

El desarrollo del conflicto mantiene la atención sobre la frontera y las posibilidades de diálogo entre las fuerzas enfrentadas. La administración tailandesa, según informó The Nation, condiciona cualquier acuerdo de alto el fuego a señales inequívocas del cese de hostilidades por parte de Camboya, reiterando que la finalidad del bloqueo es propiciar las condiciones para el diálogo y la desescalada. Mientras tanto, el mando militar tailandés sostiene el despliegue en puntos sensibles, a la espera de una resolución política y militar al impasse fronterizo.