La producción de vehículos europeos caerá un 2% este año pero subirá en 2026, según Crédito y Caución

El informe de Crédito y Caución subraya el impacto que tendrá la imposición de aranceles del 15% por parte de Estados Unidos a sus principales socios automovilísticos, como la Unión Europea, Japón y Corea, especialmente en la industria europea. La noticia principal gira en torno a la previsión de una caída del 2% en la producción de vehículos europeos este año, atribuida a estas presiones comerciales y a una disminución en la demanda, según detalló el medio citado.

Según el estudio de Crédito y Caución, consignado por las principales agencias noticiosas del sector, la contracción prevista de la fabricación automovilística en Europa se produce en un contexto dominado por múltiples desafíos. Entre estos, se destacan además de los aranceles estadounidenses, las dificultades para captar compradores y la lenta transición de la industria hacia los vehículos eléctricos. De acuerdo con la información publicada, se espera que tras dos años consecutivos de retrocesos —una caída del 5,1% registrada en 2024 y un 2% proyectado para 2025— la producción en la región recién alcance un crecimiento del 1,6% en 2026.

Crédito y Caución también reportó que la presión sobre los volúmenes de venta continúa, principalmente por el bajo ritmo del gasto de los hogares en bienes de alto valor, como los coches nuevos. Este escenario, junto con la incertidumbre en el suministro de semiconductores y recursos estratégicos como las tierras raras, configura un entorno de costos crecientes para los fabricantes europeos. Las restricciones comerciales forzaron a las automotrices a ajustar sus estrategias tanto en el abastecimiento como en las inversiones, en un intento por acomodarse a las nuevas condiciones.

La lenta transición hacia los vehículos eléctricos representa otro obstáculo relevante, según expone Crédito y Caución. En el periodo entre enero y agosto de 2025, la cuota de automóviles eléctricos sobre el total de nuevas matriculaciones alcanzó apenas el 15,8%, lo que evidencia rezagos en la competitividad de la región europea respecto a esta tecnología. El mercado alemán siente particularmente el impacto, dado que Estados Unidos figura como uno de sus destinos centrales para las exportaciones del sector. En 2024, las firmas alemanas registraron ventas al mercado estadounidense de automóviles valorados en 33.000 millones de dólares (28.070 millones de euros), aunque se anticipa una contracción de la producción para el año siguiente cercana al 2,7% debido a la menor demanda internacional, a la reducción de márgenes y al efecto de los mencionados aranceles.

El informe también puntualiza que “la situación de insolvencia sigue siendo tensa y los impagos se han acercado al nivel observado en 2024. Además, los bancos son cada vez más restrictivos a la hora de conceder préstamos a los proveedores del sector automovilístico”, de acuerdo a lo indicado por Crédito y Caución. Este deterioro en las condiciones financieras limita la capacidad de reacción del sector, ya que los proveedores afrontan más dificultades para acceder al crédito necesario para sostener las operaciones y adaptarse a las nuevas exigencias de la industria.

En cuanto al impacto global, Crédito y Caución indicó que las tensiones geopolíticas y la menor demanda influirán en una contracción del 1,2% en la producción mundial de automóviles en 2026. No obstante, el análisis del grupo sugiere que la industria automotriz todavía puede encontrar oportunidades para elevar la producción, fundamentadas en la baja densidad de automóviles y el aumento de la clase media en mercados emergentes. Esta tendencia impulsa una demanda creciente de vehículos, que podría verse reforzada por el lanzamiento de nuevos modelos, reducciones en los precios, incentivos para la compra y políticas de recorte en las emisiones de CO2.

El contexto de presión sobre las compañías también lleva a que los fabricantes de equipos originales reconsideren criterios de inversión y abastecimiento, en respuesta al encarecimiento provocado por disputas comerciales y a la volatilidad en la cadena de suministros. El desarrollo de automóviles eléctricos, si bien se percibe como una prioridad estratégica, enfrenta dificultades derivadas de la falta de infraestructuras adecuadas y de la demanda moderada que impide acelerar la transición hacia tecnologías menos contaminantes.

Según la información proporcionada por Crédito y Caución y replicada por las plataformas noticiosas especializadas, la industria del automóvil en Europa mantendrá un escenario de restricciones y ajustes, a la espera de que una combinación de estímulos de mercado y cambios estructurales permitan revertir las tendencias negativas evidenciadas en 2024 y previstas para los próximos dos años. Los desafíos que imponen las políticas de Estados Unidos, sumados a la debilidad en las ventas y a la necesidad de modernización tecnológica, configuran un entorno en el que los fabricantes se ven obligados a buscar alternativas para contener los costos y fortalecer su posición frente a condiciones de financiación cada vez más exigentes.