Indra pierde 466 millones de capitalización bursátil tras los comentarios de Trump sobre la paz en Ucrania

El impacto bursátil registrado por Indra en la última jornada estuvo vinculado directamente al temor de los inversores sobre el futuro de los contratos militares europeos, una reacción que se hizo patente a raíz de las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió que un acuerdo de paz para el conflicto en Ucrania estaría “más cerca que nunca”. Este contexto de incertidumbre pesó considerablemente sobre la cotización de las principales firmas proveedoras de equipamiento militar en Europa, entre ellas Indra, que vio reducida su capitalización bursátil en 466 millones de euros en apenas una sesión, según reportó Europa Press.

Europa Press explicó que la caída estuvo asociada a la respuesta de los mercados a los comentarios de Trump, formulados el lunes tras reunirse en Berlín con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y varios líderes europeos. El propio mandatario estadounidense insistió en que las negociaciones para una salida a la guerra habían avanzado hasta un punto inédito. Esa percepción incentivó una ola de ventas en las bolsas europeas, que se tradujo en descensos generalizados en el sector defensa.

Durante la jornada del martes, Indra cerró en la Bolsa de Madrid a 46,26 euros por acción, lo que supuso una baja del 5,4% respecto al día anterior. Esta disminución provocó un descenso de la capitalización de la empresa, que pasó de 8.638 millones de euros a 8.172 millones, según detalló Europa Press. La compañía española no fue el único valor del sector defensa en verse penalizado: Rheinmetall de Alemania se redujo en un 4,54%, Leonardo de Italia registró un descenso del 3,9%, Bae Systems del Reino Unido perdió un 2,16% y la francesa Thales bajó un 1,6%. El medio europeo indicó que los inversores interpretaron los avances diplomáticos como una amenaza a la continuidad de los contratos de defensa y la financiación pública para el desarrollo de nuevos sistemas militares.

En paralelo a estos movimientos de mercado, Indra había recibido el respaldo del Gobierno español para la adquisición de la mayoría accionarial de Hispasat por valor de 725 millones de euros. Fuentes cercanas al proceso aseguraron a Europa Press que la operación comprende la compra del 89,68% de Hispasat, junto al control de la operadora de satélites militares Hisdesat. Esta decisión ya contaba con la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), así como con el aval de los accionistas de Indra y de los reguladores pertinentes en las regiones donde ambas entidades tienen actividad.

Las consecuencias de una eventual resolución negociada al conflicto en Ucrania han sido objeto de análisis por parte de especialistas citados por Europa Press y de la firma XTB. Según estos, el cese de la guerra podría suponer un ajuste significativo en las inversiones de defensa asumidas por los Estados europeos. Advirtieron que los gobiernos podrían reorientar los recursos hacia otros objetivos nacionales, una vez se disipen las urgencias de seguridad derivadas del conflicto. No obstante, remarcaron que los efectos no serían inmediatos, sino que comenzarían a evidenciarse a partir de 2026 o en ejercicios presupuestarios posteriores, dependiendo de la evolución de las prioridades políticas y económicas en cada país.

Europa Press consignó que, pese a la reciente volatilidad, Indra acumula este año una revalorización cercana al 171%, posicionándose entre los líderes sectoriales en crecimiento bursátil. La empresa y el conjunto del sector defensa venían experimentando fuertes alzas, en buena parte motivadas por el incremento de los compromisos gubernamentales con la modernización militar, tras la escalada de la guerra en Ucrania y el renovado interés de los países europeos por fortalecer sus capacidades de defensa.

En medio de este escenario, el Ministerio de Defensa español está finalizando la preparación para la adjudicación y puesta en marcha de treinta y un programas de modernización militar, tal como explicó Europa Press. La finalidad es que estos contratos queden firmados antes de que termine el presente año, para permitir que España alcance en 2025 el objetivo del 2% del PIB dedicado a defensa. Indra figura, junto con empresas como Navantia y Airbus, entre los proveedores clave de los nuevos programas, que contemplan inversiones en capacidades terrestres, marítimas, espaciales y de ciberseguridad. Una proporción considerable de estas iniciativas depende de los recursos canalizados a través de préstamos públicos sin intereses, que suman 7.944 millones de euros, más de la mitad de los 14.224 millones de euros que el Estado ha reservado para estos programas.

Otras compañías involucradas en estos proyectos son Urovesa y Santa Bárbara Sistemas, filial de General Dynamics European Land Systems, que ejercen papeles de coordinación en diferentes áreas de la modernización militar española. El medio subrayó que la reacción del mercado reflejaba no solo el nerviosismo por la posible reorientación del gasto en defensa, sino también la dependencia de las empresas del sector respecto a las políticas y los compromisos adquiridos en contextos geopolíticos cambiantes.

En cuanto al impacto de la adquisición de Hispasat y el futuro control de Hisdesat, Europa Press indicó que estas operaciones sitúan a Indra en una posición destacada dentro del sector aeroespacial y de defensa, ampliando sus capacidades clave en el ámbito de los servicios y tecnología de satélites con fines tanto civiles como militares. La integración responde a una estrategia por parte del Estado español de consolidar un tejido tecnológico-industrial robusto, enfocado en la seguridad nacional y en la preparación ante desafíos estratégicos emergentes.

Los analistas citados por Europa Press recalcaron la posibilidad de que la distribución de los fondos destinados a defensa experimente revisiones en el futuro, dependiendo de la evolución del conflicto en Ucrania y de los cambios de orientación en materia de política internacional. Advirtieron que la existencia de compromisos políticos a largo plazo no garantiza que los programas y adquisiciones previstas se mantendrán en los términos actuales, en especial si una solución negociada provoca ajustes en las prioridades presupuestarias europeas.

Todas estas circunstancias explican la especial sensibilidad demostrada en las bolsas europeas tras las declaraciones de Trump. Según los informes consultados por Europa Press, la exposición de compañías como Indra, cuyo crecimiento reciente se relaciona con el refuerzo de las capacidades de defensa nacionales, las hace vulnerables a cualquier cambio en el panorama político y estratégico internacional. Sin expectativas claras sobre la duración y el alcance de los compromisos asumidos en el contexto de la guerra de Ucrania, los analistas consideran que los empresarios y los mercados seguirán actuando con cautela ante cada novedad en las negociaciones diplomáticas y las decisiones de las autoridades gubernamentales en materia de defensa.