Estados Unidos acusa a la UE de "discriminar" a sus empresas y amenaza a firmas como la española Amadeus

El gobierno de Estados Unidos ha advertido que considera imponer nuevas barreras regulatorias a compañías europeas como respuesta a lo que interpreta como un trato desigual en el acceso al mercado de la Unión Europea, según detalló la Oficina del Representante Comercial norteamericano en un comunicado divulgado en la red social X. Entre los posibles objetivos de futuras restricciones se encuentran empresas de sectores estratégicos, incluidas Accenture, Capgemini, DHL, Mistral, Publicis, SAP, Siemens, Spotify y la española Amadeus, especialista en soluciones de viajes.

De acuerdo con la información publicada por la Oficina del Representante Comercial y reportada por el medio, Washington denuncia la existencia de normativas europeas que, a su juicio, interfieren significativamente en la capacidad competitiva de empresas estadounidenses, principalmente en áreas vinculadas a la tecnología, los servicios de consultoría y la infraestructura industrial. El documento firmado por Jamieson Greer, funcionario ligado a la administración comercial estadounidense, señala que las autoridades de Estados Unidos intentan persuadir a sus socios europeos para revertir esas disposiciones que, según su postura, dificultan el acceso de empresas como las estadounidenses al entorno comunitario.

Tal como publicó el medio, la administración estadounidense sostiene que revisará todas las herramientas regulatorias a su disposición si la Unión Europea no efectúa modificaciones satisfactorias a las reglas señaladas como restrictivas. Las alternativas bajo estudio incluyen la imposición de cuotas comerciales, restricciones a las operaciones y revisión de acuerdos regulatorios vigentes. El comunicado enfatiza la disposición de Estados Unidos a intervenir legalmente para salvaguardar los intereses de sus firmas.

El medio informó que la administración estadounidense ha transmitido estas inquietudes tanto en foros multilaterales como a través de la vía diplomática bilateral, insistiendo en que la permanencia de las actuales barreras perjudica el flujo comercial y tecnológico transatlántico. Según el comunicado, Washington argumenta que muchas de las directivas y normativas europeas introducen sanciones económicas, obligaciones fiscales adicionales y restricciones en ámbitos esenciales como la transferencia de datos y los servicios digitales, generando un contexto que obstaculiza la competencia de compañías estadounidenses frente a rivales europeos.

El contexto de estas advertencias coincide con una fase de tensión en las relaciones bilaterales, alimentada por negociaciones en materia de comercio digital, protección de datos y fiscalidad digital, donde persisten desacuerdos sobre los enfoques regulatorios. El medio reportó que, desde la perspectiva estadounidense, las empresas de la Unión Europea disfrutan de un entorno menos restrictivo en territorio estadounidense, lo que a su juicio constituye un desequilibrio que trasciende el ámbito comercial y tiene impacto en las relaciones diplomáticas.

Entre las empresas específicamente señaladas por la administración estadounidense, Amadeus destaca en la provisión de tecnología para el sector de viajes globales, mientras SAP y Siemens mantienen operaciones amplias en tecnología e infraestructura industrial. Accenture y Capgemini, ambas con presencia mundial en consultoría, figuran como actores clave en ambos mercados. Este grupo evidencia la importancia de los sectores involucrados para el comercio internacional y la provisión de servicios entre los dos bloques.

Según consignó el medio, la insistencia de la Oficina del Representante Comercial apunta a que Bruselas y los Estados miembros de la Unión Europea reconozcan la validez de las preocupaciones planteadas por Estados Unidos y se comprometan a avanzar en una revisión de las directivas cuestionadas. El comunicado añade que, en ausencia de cambios sustanciales en el entorno normativo europeo, Washington está preparado para aplicar respuestas unilaterales que podrían afectar significativamente el acceso y las operaciones de empresas europeas en el mercado estadounidense.

El medio detalló que la estrategia sometida a evaluación por parte de Estados Unidos podría derivar en la elaboración de barreras regulatorias para compañías europeas con intereses o implantaciones en suelo norteamericano, además de rediscutir acuerdos existentes en materia de servicios, tecnología y consultoría. El gobierno estadounidense argumenta que estas potenciales represalias buscan restablecer condiciones de equilibrio y posibilitar que sus empresas compitan en igualdad de condiciones.

En la declaración oficial, la Oficina del Representante Comercial aclaró que el recurso a estas medidas restrictivas no excluye la continuidad del diálogo y la negociación diplomática con Bruselas. Según reportó el medio, la administración norteamericana deja abierta la posibilidad de alcanzar acuerdos que satisfagan sus demandas, pero reitera que utilizará todos los recursos legales si dicho proceso no resulta efectivo.

La reciente escalada verbal coincide con una etapa en la que la Unión Europea ha introducido directivas y sanciones que afectan a multinacionales tecnológicas y de servicios estadounidenses. Tal como expuso la fuente, Estados Unidos califica de onerosas y discriminatorias las nuevas normativas, haciendo hincapié en la necesidad de que se equiparen los estándares regulatorios de ambos bloques para evitar consecuencias negativas en la dinámica comercial.

En las comunicaciones mantenidas con sus interlocutores europeos, la administración estadounidense ha puesto de relieve que la configuración actual del mercado europeo limita severamente las opciones de empresas norteamericanas comparadas con la mayor flexibilidad de la que gozan las firmas de la Unión Europea en Estados Unidos. Este punto figura como uno de los ejes centrales del reclamo, el cual, según matiza el gobierno estadounidense, trasciende los intereses económicos para insertarse en el debate sobre reciprocidad y acceso justo a los mercados internacionales.

De acuerdo al medio, la introducción de nuevas medidas regulatorias por parte de Washington tendría efectos directos tanto sobre la actividad de empresas europeas en Estados Unidos como sobre la de firmas estadounidenses en la Unión Europea, generando una transformación significativa en el paisaje del intercambio de servicios y tecnología transatlántico. La administración de Estados Unidos reiteró en su último comunicado que la defensa de sus actores económicos permanecerá como prioridad mientras se mantenga la percepción de un marco normativo desigual en Europa.

Por último, el medio citó que la vía diplomática continúa abierta, aunque Estados Unidos considera imprescindible una respuesta clara de la Comisión Europea a sus reclamaciones para evitar la adopción de represalias comerciales o regulatorias. El gobierno estadounidense reitera su intención de proteger a sus empresas, insistiendo en que recurrirá a todos los mecanismos legales a su alcance si no observa avances suficientes en el ajuste de las normas europeas que dificultan la competencia para el sector privado estadounidense.