El Gregorio Marañón realiza con éxito el primer trasplante parcial de corazón en Europa a un menor de 1 año

El caso de Mariami, una bebé de siete meses que ha experimentado notables mejoras tras un procedimiento innovador, representa un ejemplo de las nuevas posibilidades en la medicina pediátrica. Según publicó el Hospital público Universitario Gregorio Marañón, la intervención consistió en el primer trasplante parcial de corazón efectuado en Europa a un menor de un año y se llevó a cabo con éxito en Madrid.

El medio Gregorio Marañón detalló que Mariami se encuentra actualmente en planta hospitalaria, recuperándose favorablemente tras haber pasado solo dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos. Esta técnica ha sido avalada por la Oficina Regional y la Organización Nacional de Trasplantes. Está dirigida a menores que presentan malformaciones congénitas de las válvulas cardíacas, una condición que, según consignó el propio centro sanitario, afecta cada año a unos 4.000 niños en España. Estas malformaciones impiden el desarrollo adecuado de las válvulas, lo que genera problemas graves en el funcionamiento del corazón de los pacientes.

La intervención implica la implantación únicamente de la parte valvular del órgano, dirigida a niños que requieren un reemplazo de válvulas sin fallo del músculo cardíaco. Según precisó el hospital, hasta ahora, quienes padecían estas patologías recibían prótesis artificiales que no crecían con el cuerpo, lo que obligaba a someterse a múltiples cirugías de recambio durante la infancia y la adolescencia. El nuevo procedimiento evita esta sucesión de intervenciones, ya que el tejido implantado sí acompaña el crecimiento del paciente, reduciendo los riesgos asociados a las repetidas operaciones.

Para lograr este trasplante parcial, el equipo médico combinó técnicas que ya habían requerido experiencia previa en el centro, según reportó el Hospital Gregorio Marañón. Entre los procedimientos empleados se encuentra la realización de trasplantes entre donante y receptor con grupos sanguíneos incompatibles, así como la donación en asistolia controlada, donde el órgano proviene de un donante fallecido tras el cese controlado del latido. Estas circunstancias convierten la intervención en un hito triple dentro de la cirugía cardíaca infantil, colocando al hospital a la vanguardia en Europa.

Según indicó el hospital, el éxito de esta técnica también aumenta la eficiencia en el aprovechamiento de las escasas donaciones cardiacas infantiles. El propio centro explica que, siempre bajo la premisa de priorizar a quienes necesitan un trasplante cardíaco total, existen diferentes escenarios para beneficiar a varios niños con un solo órgano. Un caso ocurre cuando se recibe un corazón sano pero no se encuentra un receptor pediátrico adecuado por tamaño en ese momento, permitiendo utilizar sus válvulas en otro paciente compatible. Otro escenario se presenta cuando el corazón donado presenta problemas musculares pero las válvulas conservan su funcionalidad, permitiendo el uso de estas últimas en trasplantes parciales. Una tercera opción es el llamado trasplante dominó, en el que si un menor necesita un trasplante completo, pero sus válvulas aún funcionan, éstas pueden reutilizarse en uno o dos pacientes adicionales.

La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, participó en la presentación pública del avance. El hospital aseguró que este desarrollo solo pudo alcanzarse gracias al trabajo del equipo de Cardiología Pediátrica, reconocido como un referente nacional. En el evento, Matute expresó que el procedimiento representa “un paso gigantesco que va a revolucionar el mundo de los trasplantes” e hizo hincapié en la dedicación de los profesionales implicados.

El Gregorio Marañón ha presentado antecedentes de liderazgo en intervenciones de alta complejidad en el área cardíaca pediátrica desde los años 2018 y 2021, momento en que ejecutaron otros procedimientos pioneros. Según consignó el hospital, el desarrollo de estas técnicas amplía significativamente las oportunidades de tratamiento para menores con malformaciones graves en las válvulas del corazón.

El hospital destacó también que, pese a la complejidad técnica y logística de la operación, Mariami solo requirió una breve estancia en Cuidados Intensivos antes de continuar su recuperación en la planta. El equipo médico atribuyó este resultado a la preparación y coordinación interdisciplinar, así como a la solidaridad de la familia del donante, aspecto clave en cada proceso de trasplante.

De acuerdo con la información proporcionada por el Gregorio Marañón, esta innovación ofrece nuevas perspectivas a pacientes pediátricos con defectos cardíacos congénitos. Anteriormente, estos pacientes solo podían acceder a recambios protésicos de origen artificial, lo que implicaba múltiples etapas quirúrgicas y frecuentes hospitalizaciones. La nueva técnica permite utilizar válvulas humanas procedentes de donante, con potencial para minimizar el número de cirugías y mejorar la evolución a largo plazo de los niños beneficiados.

El hospital subrayó que los beneficios de la intervención, más allá de Mariami, se extienden a todos los niños que, en caso de presentar defectos valvulares graves, ahora cuentan con una alternativa a las prótesis convencionales. Para muchas familias, esta alternativa reduce la necesidad de cirugías repetitivas y prolonga los periodos de estabilidad clínica de los menores. En la actualidad, la práctica continúa siendo viable solo gracias a la disponibilidad de órganos donados y la coordinación entre unidades trasplantadoras, tal como informaron fuentes del centro hospitalario.

El Gregorio Marañón enfatizó que este avance en el campo de los trasplantes cardiacos infantiles ha requerido la participación de múltiples especialistas, entre los que destacan cardiólogos, cirujanos, anestesistas y expertos en inmunología, comprometidos con el desarrollo de soluciones menos invasivas y mejores resultados a largo plazo para los pequeños pacientes.

De acuerdo con la información compartida por el centro sanitario, el procedimiento realizado en Madrid podría abrir la puerta a futuras intervenciones similares en otros puntos de Europa, especialmente en hospitales públicos con recursos y experiencia en trasplantes pediátricos. Con este precedente, la medicina española se posiciona en un lugar destacado en la innovación de terapias cardiovasculares infantiles, orientadas a mejorar la calidad de vida y reducir la carga quirúrgica de los niños con enfermedades congénitas graves.