Ana Obregón sobre Jefrey Epstein: “Que te unan en nombre a un depravado de esa magnitud, es asqueroso”

En el punto de mira sin desearlo, Ana Obregón ha acudido al programa ‘Y ahora Sonsoles’ para explicar la polémica publicación del Ney York Times en el que la relacionan con Jefrey Epstein en el pasado. “Me pone nerviosa porque que te unan en nombre a un deprabado de esa magnitud, es asqueroso. Cómo se puede ser de una cara y luego tener otra” reconocía Ana ante Sonsoles Ónega en su llegada al plató donde ha hablado alto y claro de cómo fue su relación con Epstein.

Sorprendida por la gran repercusión que ha tenido la noticia, sobre todo en su entorno, Ana explica cómo lo conoció cuando se mudó a vivir en Nueva York con poco más de veinte años. “Empezó nuestra amistad en 1981. Poco a poco empezamos a vernos todos los días a las 6:30 para desayunar. Un día me dijo que hacían un homenaje a Elizabeth Taylor. Yo estaba saliendo con Miguel Bosé. Yo se lo digo a Jeffrey, que tengo novio y dos hermanas guapísimas” explica Ana sobre la verdad de la relación que mantuvieron.

Dejando muy claro que todo lo que se ha publicado sobre la relación entre sus padres y Jefrey es completamente falso, Ana sentencia: “Aquí la única verdad es la mía, que es la que lo ha vivido. Todo lo que ha salido de mis padres es absolutamente falso. Jeffry no sabía nada de nada de mis padres. Que tonterías han dicho de que si estaba quebrando y nos ayudó, qué barbaridad. Ojalá nos hubiera llegado un pequeño porcentaje del dinero que él tenía”.

Sin dar crédito a todo lo que ha sucedido después con el que fuera su íntimo amigo, Ana confiesa que Jefrey sí que intentó algo con ella: “Estuve dos años y medio en Estados Unidos y él fue la persona más amable conmigo. Allí, una noche lo intentó... pero en ese momento, os puedo asegurar que, con 27 años, no iba a ser un pederasta; con las mujeres tenía un comportamiento impecable, con todo el mundo”. Finalmente, Ana relata cómo se enteró de la vida turbulenta que ha tenido con el paso de los años y que ahora le repugna y le horroriza: “En 2010 estaba en mi apartamento de Miami, vi un documental sobre un depredador sexual y, de repente, vi que era él, no me lo podía creer Lo primero que hice fue llamar a mi hermana Amalia, estaba flipando”. Sin poder creer todo lo que se decía sobre él, Ana confiesa que le hizo una llamada de teléfono que nunca contestó cuando saltó el escándalo para recriminarle lo mucho que le había decepcionado.