La defensa del periodista francés Gleizes recurre ante el Supremo de Argelia su condena a siete años de cárcel

El equipo legal del reportero francés presentó un recurso para lograr la revisión de la sentencia que lo mantiene en prisión desde mayo, mientras organismos internacionales advierten sobre el impacto del caso en la libertad de prensa y el trato a corresponsales extranjeros

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El cuestionamiento a la valoración de las pruebas y al significado de los hechos atribuidos al periodista Christophe Gleizes ha sido el eje del recurso presentado por su defensa ante la Corte Suprema de Argelia. El equipo legal reclama que sólo los actos de naturaleza informativa sustentan la presencia y las actividades del reportero francés en el país africano, rechazando la existencia de motivaciones asociadas al terrorismo o la propaganda. Esta instancia judicial representa, según informó Europa Press, la última oportunidad para Gleizes de obtener la revisión de la sentencia que desde mayo de 2024 lo mantiene privado de libertad.

El abogado Amirouche Bakouri, miembro de la defensa, confirmó públicamente el ingreso del recurso de casación en busca de anular la condena de siete años dictada en primera instancia. La comunicación se realizó, detalló Europa Press, a través de una publicación en redes sociales, y el equipo jurídico ha insistido en la necesidad de nuevas garantías procesales en un eventual nuevo juicio. El proceso contra el periodista se ha desarrollado bajo la ley antiterrorista argelina, en el contexto de un endurecimiento de la interpretación jurídica con respecto a las entrevistas y las relaciones mantenidas por Gleizes durante su estancia en el país.

Según publicó Europa Press, las autoridades judiciales han fundamentado la sentencia en la supuesta relación del periodista con el Movimiento para la Autodeterminación de Cabilia (MAK), catalogado como agrupación terrorista desde 2021. Las acusaciones sostienen que Gleizes, en el marco de su trabajo de documentación sobre la historia y el papel social de la Juventud Deportiva de Cabilia (JSK), mantuvo contactos y entrevistas que incluyeron a un exdirigente del club actualmente vinculado al MAK. Para el tribunal, estas interacciones constituyeron apología del terrorismo y una amenaza para la seguridad nacional.

El caso atravesó una segunda instancia en el Tribunal de Apelación de Tizi Ouzou. Esta corte incorporó nuevos elementos al proceso y amplió los cargos al ámbito de la posesión de materiales considerados, desde la perspectiva de la fiscalía, aptos para la propaganda perjudicial a los intereses estatales de Argelia. El fallo de apelación, fechado el 3 de diciembre, ratificó íntegramente la condena y los argumentos de la sentencia original. Europa Press destacó que a partir de este momento, el periodista permenece en prisión mientras se agotan las opciones jurídicas disponibles en la jurisdicción local.

Desde Francia, el abogado Emmanuel Daoud dirige las acciones legales de la defensa, que se ha centrado en recalcar la naturaleza netamente periodística de las actividades de Gleizes. Según sus alegatos, reseñados por Europa Press, la labor del reportero se restringió a la investigación histórica y documental del JSK y su entorno, excluyendo cualquier otra finalidad. El equipo legal insiste en que todas las reuniones y recopilación de testimonios se limitaron al cumplimiento de funciones informativas y sin implicaciones políticas ni delictivas.

Europa Press consignó que la detención de Gleizes tuvo lugar pocos días después de su llegada a Argelia, adonde viajó con visado de turista. Su objetivo declarado era profundizar en la historia del club JSK y su importancia en el tejido social de la región de Cabilia, una zona de fuerte identidad cultural y marco de tensiones políticas relacionadas con el separatismo. La policía argelina vinculó la actividad informativa de Gleizes a una amenaza para el orden público debido a las conexiones personales de uno de los entrevistados con el MAK. Esta relación fue el fundamento para la acusación y la construcción del expediente.

El proceso judicial se produce en el contexto de relaciones complejas entre Argelia y Francia, especialmente en los meses anteriores a la sentencia. Según reportó Europa Press, la situación de Gleizes se insertó en la agenda diplomática bilateral. A pesar de que la concesión de un indulto al escritor Boualem Sansal redujo momentáneamente la tensión, la continuidad del caso del periodista acentuó la preocupación en torno a la seguridad, la libertad y el trato que reciben los corresponsales extranjeros en territorio argelino.

La inquietud se ha extendido más allá de las fronteras del país. Diversas organizaciones internacionales y asociaciones de defensa de la libertad de prensa han subrayado, de acuerdo a Europa Press, el riesgo de criminalizar la tarea informativa por suponer vínculos o simpatías políticas a partir de entrevistas y levantamiento de testimonios. Estos organismos consideran que identificar como delitos graves los contactos profesionales de un reportero crea precedentes adversos para la protección de la labor periodística y para la cobertura internacional en contextos sensibles.

La secuencia procesal indica que, luego del arresto, se abrió una investigación sobre la red de relaciones personales y vínculos profesionales de Gleizes con miembros del club y del movimiento separatista. Esta pesquisa condujo a la ratificación judicial en el tribunal de apelaciones y, posteriormente, a la presentación del recurso ante la Corte Suprema. Europa Press señaló que, en el escrito legal, los abogados del reportero subrayan la falta de pruebas que respalden los cargos y reclaman el reconocimiento de la finalidad exclusiva de la actividad informativa desarrollada.

Mientras tanto, Gleizes permanece a la espera de la decisión del máximo tribunal argelino, que deberá determinar si procede la revisión o repetición del juicio. De acuerdo con Europa Press, este paso constituye la etapa final del proceso admitido por el sistema legal de Argelia y definirá la posibilidad de reconsiderar el caso bajo otras condiciones judiciales.

La magnitud pública que ha alcanzado el expediente se refleja en la atención mediática y en los pronunciamientos de colectivos profesionales en Francia y en el ámbito internacional, que vigilan la evolución del caso como un test de la libertad de prensa en el Magreb. Según detalló Europa Press, la expectativa sobre la resolución del Tribunal Supremo condiciona tanto el futuro inmediato del periodista como la percepción internacional en torno a los derechos y garantías del ejercicio periodístico en el país norteafricano.