Kallas admite que el préstamo con activos rusos es "cada vez más difícil", pero subraya que no hay alternativa

La postura de la antigua primera ministra de Estonia se enfocó en la falta de alternativas viables para el respaldo económico a Ucrania dentro de la Unión Europea, mientras avanzan las negociaciones para adoptar un sistema de préstamos basado en activos rusos congelados. Según información detallada por Europa Press, Kaja Kallas, Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, manifestó que, aunque la dificultad aumenta para alcanzar un acuerdo en este tipo de préstamo, considera que sigue siendo la vía más realista actualmente disponible para el bloque europeo.

De acuerdo con Europa Press, Kallas sostuvo estas declaraciones antes de la reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea en Bruselas, puntualizando que, “aunque aún no hemos llegado al objetivo deseado y cada vez el proceso se presenta más complicado, continuamos trabajando en este rumbo”. La funcionaria destacó que las discusiones sobre el préstamo de reparación, que consiste en utilizar los fondos rusos retenidos en el sistema financiero europeo, han enfrentado obstáculos adicionales debido a la diversidad de presiones internas dentro de la Unión.

El debate central reside en la propuesta de destinar activos rusos congelados por medio del sistema Euroclear, mayoritariamente almacenados en Bélgica, para otorgar créditos de apoyo a Ucrania. A la tradicional cautela mostrada por Bélgica se sumaron en los últimos días las reticencias de Malta, Bulgaria, República Checa e Italia, según consignó Europa Press. Estos países han planteado dudas respecto a la legalidad, la viabilidad práctica y las consecuencias económicas de la medida, lo que complica los intentos de la Unión por lograr un respaldo financiero robusto para el gobierno ucraniano.

La cumbre de jefes de Estado de la UE prevista para el 18 y 19 de diciembre se perfila como el espacio clave para definir el alcance y la modalidad de ayuda económica a Ucrania. Europa Press remarcó que esa cita reviste carácter decisivo, ya que los líderes del bloque buscan un consenso que permita mantener la estabilidad financiera ucraniana, al menos durante los próximos dos años. La suma estimada que requiere anualmente el Ejército ucraniano asciende a unos 70.000 millones de euros, con el argumento de mantener su capacidad de disuasión frente a Rusia, independientemente del desenlace del conflicto armado.

En cuanto al procedimiento de aprobación, Kallas explicó, tras ser consultada por Europa Press, que la Unión Europea podría autorizar la utilización de los activos rusos mediante el mecanismo de mayoría cualificada entre los Estados miembros, evitando así la necesidad de unanimidad, que se exige en otros instrumentos como los eurobonos, ya desechados en debates anteriores. Esta modalidad permitiría que la medida avance con el voto favorable de una mayoría significativa, aunque permanezca la oposición de algunos países.

La vicepresidenta de la Comisión Europea resaltó, en declaraciones recogidas por el citado medio, que “otras opciones no ofrecen resultados efectivos”, en referencia tanto a mecanismos actualmente bloqueados como a propuestas descartadas previamente. La importancia de asegurar una financiación estable para Ucrania se volvió más apremiante en el marco de los recelos públicos sobre la sostenibilidad del apoyo occidental, ante el aumento de la presión interna en varios países miembros de la Unión.

Europa Press reportó que la jefa de la diplomacia europea enfatizó la urgencia de definir una solución antes de la finalización del año, advirtiendo sobre los impactos que puede acarrear la demora en las decisiones conjuntas del bloque. Las diferencias internas y las presiones de los diferentes intereses nacionales, según apuntó Kallas, configuran un entorno complejo para lograr acuerdos, más aún cuando algunos países albergan instituciones financieras cruciales para la operatividad de la medida propuesta.

El debate actual se enmarca también en la estrategia más amplia de la UE respecto a Rusia y la guerra en Ucrania, donde las sanciones económicas y las restricciones al acceso a fondos forman parte de los instrumentos adoptados por el bloque. La decisión sobre el uso de activos congelados podría sentar un precedente para eventuales medidas similares en el futuro, como advierten expertos citados en debates previos por parte de algunos Estados miembros, aunque la información publicada por Europa Press subraya que, para la mayoría de los gobiernos europeos, la prioridad inmediata radica en garantizar la solvencia de las instituciones ucranianas y la continuidad de sus operaciones militares y civiles.

La posición de Kallas, respaldada por varios de sus homólogos pero condicionada por la reticencia de otros, coloca a la Unión Europea ante el reto de conciliar voluntades durante una semana cargada de expectativas. El futuro del apoyo económico a Ucrania dependerá de la capacidad del bloque para alcanzar consensos, superar los obstáculos técnicos y jurídicos, y asegurar la disponibilidad de recursos a partir de los activos rusos actualmente retenidos en territorio comunitario.