El CGE responde a los sindicatos médicos y defiende el nivel formativo de las enfermeras

Según indicaron desde el Consejo General de Enfermería (CGE), un elevado número de profesionales de enfermería en España cuenta con un notable nivel de formación, que incluye no solo el título universitario de Grado exigido para ejercer, sino también posgrados, especializaciones y doctorados. Esta situación, señalaron, resulta incongruente con su actual encuadramiento en el grupo A2 del Estatuto Básico del Empleado Público, motivo por el cual la organización reclama la equiparación al grupo A1 y exige un reconocimiento académico acorde a su preparación. El pronunciamiento se produce tras las recientes declaraciones de representantes de sindicatos médicos, quienes cuestionaron la profesionalidad y el nivel académico de las enfermeras en el marco de la reclamación del grupo A1, asunto que ha generado controversia en el sector sanitario.

De acuerdo con la información difundida por el medio, la respuesta del CGE llega en forma de un comunicado en el que denuncia que las recientes manifestaciones de dirigentes sindicales han tenido efectos negativos sobre la percepción social del colectivo enfermero. El Consejo expresó su incomodidad ante el uso de argumentos que, según su valoración, estigmatizan el trabajo de las enfermeras y generan alarma sin fundamento entre la población. En el texto, la organización criticó que se haya sugerido que el aumento de competencias para el personal de enfermería, implementado en países como Reino Unido, esté relacionado con un incremento de la mortalidad, calificando esas aseveraciones de infundadas y rechazando la utilización de este tipo de mensajes en el debate público.

El CGE recordó que el acceso a la profesión implica superar un Grado universitario constituido por 240 créditos, lo cual representa la misma carga académica que otras titulaciones universitarias. Según consignó el comunicado, una parte significativa de las enfermeras obtiene, además, formación adicional, que puede extenderse a un mínimo de dos años más para quienes optan por una especialidad, así como la realización de másteres y programas de doctorado. Bajo estas circunstancias, la organización sostiene que sigue resultando completamente anacrónico mantener a las enfermeras dentro del grupo A2 del sistema público.

Tal como describió el CGE, la actual reforma del Ministerio de Sanidad sobre el Estatuto Marco del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud contempla la reclasificación de las enfermeras al grupo A1. En el último borrador del anteproyecto, específicamente en el artículo 6, se establece una equiparación entre los grupos 6 (grado), 7 (máster o especialidad) y 8 (doctorado) del Marco Español de Cualificación para la Educación Superior (MECES) y el grupo A1 del estatuto. Según detalló el Consejo y reportó la fuente original, esta modificación pondría término a una situación que la organización considera de agravio histórico para el colectivo y constituiría la concreción de una reivindicación largamente sostenida.

Ante la posibilidad de que se cree un nuevo grupo clasificado como A1+ para el personal estatutario—a raíz de propuestas incluidas en el nuevo Estatuto Marco—el Consejo General de Enfermería abogó por que las enfermeras que hayan alcanzado el nivel académico de especialidad, máster oficial o doctorado sean incluidas en dicho grupo superior. Según el CGE, el reconocimiento profesional debe sustentarse únicamente en la titulación y formación alcanzada, promoviendo la igualdad y el respeto entre los distintos colectivos del sector sanitario. “Todas las profesiones deben tener el mismo nivel y reconocimiento en base en la titulación académica que presentan los profesionales. Siempre desde la igualdad y el respeto”, reafirmó el Consejo en su comunicado.

La organización también puso de relieve la amplitud de funciones que desarrollan las enfermeras en el sistema público de salud. Según publicó el CGE, estas funciones abarcan tareas de alta especialización, lo que incluye la atención en unidades de críticos, cuidados intensivos, servicios de urgencias, así como la gestión de pacientes crónicos y la administración de medicamentos complejos. A ello se suman procedimientos técnicos avanzados, el liderazgo de unidades y la coordinación de equipos multidisciplinares, así como distintas responsabilidades en materia de gestión. El Consejo lamentó que muchos de estos roles avanzados y de liderazgo normalmente no reciban el reconocimiento correspondiente en la práctica diaria ni en la clasificación profesional actual.

La declaración del CGE también hizo énfasis en que la exigencia de reconocimiento académico y profesional por parte de las enfermeras no implica ninguna intención de sustituir a otros colectivos profesionales sanitarios. Según puntualizó la organización, el objetivo central de sus reivindicaciones es que la aportación de las enfermeras al Sistema Nacional de Salud se valore adecuadamente, acorde a la responsabilidad que asumen en sus funciones cotidianas. “Literalmente la vida de los pacientes está en sus manos”, reseñó el comunicado recogido por la fuente informativa.

El texto concluyó reiterando el papel esencial que desempeñan las profesionales de enfermería en la atención directa a los pacientes y en la organización interna del sistema sanitario. El CGE insistió en la importancia de que las modificaciones normativas actualmente en trámite se traduzcan en una equiparación formal del reconocimiento académico y profesional, en línea con la preparación y la función desempeñada por las enfermeras en el marco del sistema sanitario español.