Detenido el hijo del expresidente de Benín Boni Yayi una semana después del intento de golpe de Estado

El partido opositor Los Demócratas ha denunciado que Chabi Yayi, hijo del expresidente de Benín Thomas Boni Yayi, permanece incomunicado tras su detención, sin contacto con su familia ni miembros de su agrupación política. Según informó Los Demócratas en un comunicado recogido por diversos medios, la retención de Yayi estaría vinculada con el intento de golpe de Estado ocurrido días atrás en el país africano, y su situación ha derivado en un incremento de las tensiones políticas. El partido exige la liberación inmediata del detenido y una investigación judicial completa valorando su arresto como un acto contrario al Estado de Derecho y una violación de garantías constitucionales. La principal noticia se centra en la detención de Yayi y la reacción de la oposición, mientras la controversia política crece en Benín.

De acuerdo con la información publicada por los medios y detallada por Los Demócratas, Chabi Yayi fue arrestado aproximadamente una semana después del fallido levantamiento militar que intentó derrocar al presidente Patrice Talon. El Gobierno de Benín ha señalado que todos los implicados en la intentona serán sometidos a la Justicia. Los Demócratas confirmaron que Yayi fue interrogado y posteriormente retenido por las autoridades, aunque hasta el momento no se han divulgado cargos formales en su contra ni declaraciones oficiales más allá de la vinculación con el golpe frustrado.

El intento de golpe de Estado ocurrió el 7 de diciembre, cuando un grupo de militares apareció en la televisión pública beninesa anunciando la destitución de Talon y la creación de una junta gobernante bajo la dirección del teniente coronel Pascal Tigri. Este grupo, que se autodenominó Comité Militar para la Refundación (CMR), declaró el control del país. Sin embargo, poco tiempo después, el ejecutivo liderado todavía por Talon desmintió la efectividad del levantamiento a través de mensajes oficiales, encabezados por el ministro del Interior, Alassane Seidou, que afirmó que las fuerzas leales al Gobierno habían conseguido sofocar el golpe.

La situación de Chabi Yayi se enmarca en un clima de fuertes disputas entre el oficialismo y sectores opositores. Los Demócratas han señalado que el caso muestra una escalada represiva y arguyen que las acciones en torno al arresto vulneran derechos fundamentales consagrados en la Constitución de Benín. El partido de Yayi advierte sobre la gravedad de mantener a su miembro incomunicado, calificando el hecho de “secuestro”, y solicitando garantías ante lo que consideran una amenaza al ejercicio político pluralista.

Según publicó la prensa local, el presidente Patrice Talon respondió al intento de golpe reafirmando que no habrá impunidad para quienes participaron en los hechos y asegurando el procesamiento penal adecuado. Tras el pronunciamiento frustrado, las fuerzas del orden realizaron detenciones y esfuerzos de identificación de los participantes, un proceso en el que se inscribe el arresto de Yayi, aunque la información sobre medidas concretas sigue siendo limitada y los detalles oficiales permanecen escasos.

La detención de Chabi Yayi y las reacciones que genera han colocado nuevamente bajo el foco la estabilidad política de Benín, en un momento donde el espectro de los golpes de Estado recientes en África Occidental aumenta el escrutinio sobre la región. La oposición, a través de su comunicado y sucesivas declaraciones, responsabiliza al Gobierno de prácticas antidemocráticas y solicita la pronta intervención de instancias legales independientes, así como el respeto irrestricto a la protección de los derechos humanos.

El medio local indicó que, tras la aparición pública de los militares golpistas el 7 de diciembre, la reacción gubernamental incluyó una serie de operativos policiales y militares que neutralizaron el avance del Comité Militar para la Refundación, desarticulando rápidamente la intentona. El teniente coronel Pascal Tigri, quien encabezó el pronunciamiento militar, figura entre los principales objetivos de la investigación oficial, aunque las informaciones sobre su localización o arresto no han sido confirmadas de manera explícita en los comunicados gubernamentales.

La coalición liderada por Thomas Boni Yayi, expresidente del país, sostiene que la crisis política en Benín se agrava debido a lo que califican como política de hostigamiento contra voces opositoras. Los Demócratas afirman que el caso de Chabi Yayi no constituye un hecho aislado, sino parte de una tendencia, e invocan tanto el respeto a la Constitución como la intervención de organismos regionales e internacionales para asegurar un proceso justo y transparente.

Diversos sectores sociales y partidos contrarios al Gobierno se suman a las demandas de esclarecimiento, reclamando acceso de los abogados y familiares a Yayi y advirtiendo sobre los posibles riesgos para su integridad física y moral. Los comunicados difundidos en la prensa llaman a la vigilancia de la comunidad internacional y a la actuación responsable de las instancias de seguridad y justicia.

Con el arresto de Chabi Yayi, el panorama político de Benín permanece bajo tensión, pocos días después del intento de cambio de régimen por la vía armada, mientras las distintas partes enfatizan posturas contrapuestas sobre la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales en el manejo de la crisis.