Bruselas avisa de que la firma del acuerdo con Mercosur es "crucial" para la economía y geopolítica de la UE

En la agenda europea de esta semana resalta una manifestación convocada por el sector agrícola de todos los países del bloque en Bruselas, coincidiendo con las discusiones sobre el presupuesto post 2027 de la Política Agraria Común. Dentro de este contexto de presión en el ámbito agropecuario y político, la Comisión Europea ha reiterado la trascendencia de avanzar en la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, conformado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Según consignó el medio, el Ejecutivo comunitario enfatizó la necesidad de que la Unión Europea rubrique el pacto antes de que termine el año, desmarcándose de la postura francesa, que ha solicitado retrasar el proceso.

De acuerdo con lo informado, el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, comunicó en rueda de prensa en Bruselas que la firma del acuerdo es "crucial" para la economía, la diplomacia y la posición geopolítica de la Unión Europea. Gill subrayó la importancia de que la UE se mantenga como un socio comercial "fiable" ante sus contrapartes internacionales. El medio explicó que la Comisión mantiene la expectativa de firmar el acuerdo con el Mercosur antes de que finalice 2025, aunque reconoció que el proceso depende de la aprobación en el seno del Consejo, donde los gobiernos de los veintisiete Estados miembros deben cumplir las etapas formales, incluida una votación que exige mayoría cualificada.

El acuerdo comercial podría entrar en vigor de manera provisional a inicios de 2026, sin que sea necesaria, en esa fase, la ratificación definitiva del Parlamento Europeo, según detalló el medio. Con la aprobación de los gobiernos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, podría viajar junto al presidente del Consejo Europeo, António Costa, a Brasil para la ceremonia de firma durante la cumbre del Mercosur.

El medio especificó que la presidencia rotatoria de la UE, actualmente en manos de Dinamarca, prevé someter esta semana la propuesta a los embajadores europeos si antes se logra la luz verde a las salvaguardas propuestas por la Comisión para proteger a los agricultores más vulnerables frente a la apertura comercial. Dichas salvaguardas deben ser sometidas primero a votación en el pleno del Parlamento Europeo el martes, para ser luego ratificadas por el Consejo. En ese caso, el camino quedaría allanado para que los embajadores de los veintisiete autoricen la firma antes del fin de semana.

Francia ha reiterado su rechazo a la ratificación inmediata del acuerdo. El primer ministro francés, Sebastien Lecornu, subrayó el domingo en una declaración oficial que “Francia pide que se retrasen los plazos para poder seguir trabajando en la obtención de medidas legítimas de protección para nuestra agricultura europea”. París ha sostenido además demandas adicionales en materia de lucha contra la deforestación y el cambio climático, vinculando sus reservas a las preocupaciones ambientales además de las productivas. El medio informó que, pese a la oposición de Francia, las reglas de toma de decisiones en el Consejo otorgan la resolución final a la mayoría cualificada de los Estados miembros, algo que París no puede bloquear por sí solo, ya que se requiere el apoyo de al menos quince países que sumen el 65% de la población de la UE para impedir el avance del acuerdo.

Otros países, como Polonia e Italia, han manifestado reservas, mientras Austria y Bélgica presentan dudas, en este último caso derivadas de la ausencia de consenso interno. La actitud de Italia, liderada por el gobierno de Giorgia Meloni, se considera especialmente relevante porque su posición puede inclinar la balanza hacia una minoría de bloqueo o facilitar la aprobación. Según el medio, durante los últimos meses Italia ha dado señales de estar de acuerdo con las medidas de salvaguarda propuestas, aunque estas posiciones se ven afectadas por el descontento del sector agrícola, lo que mantiene la expectativa sobre la postura definitiva del país si la votación se realiza esta semana.

El medio reporta que las negociaciones diplomáticas continúan activas para tratar de resolver las demandas planteadas por los diferentes Estados miembros, en especial de aquellos con mayor resistencia interna. El resultado de estas gestiones será clave para definir el cronograma de la ratificación del acuerdo.

Desde el bloque del Cono Sur, los países de Mercosur han advertido que, en caso de que la Unión Europea no cierre el acuerdo en esta oportunidad, explorarán alternativas y negociaciones con otras grandes economías del mundo, según reportó el medio. Tanto Alemania como España han expresado su apoyo al acuerdo, considerándolo esencial no solo para la economía europea, sino para los equilibrios internacionales del bloque comunitario.

El desarrollo de estos procesos legislativos coincide con la cumbre anual de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, convocada también en Bruselas, donde temas como Ucrania y el presupuesto europeo marcarán la agenda. De acuerdo con la información publicada, la coincidencia de debates estratégicos, las demandas sociales y el calendario político complejizan el desenlace del proceso de ratificación del acuerdo entre la UE y el Mercosur, que según la Comisión Europea representa una pieza “crucial” para el posicionamiento global del bloque.